UNA PESIMA INVERSION‏

ALON BEN-MEIR

Nada perjudica a la causa de los palestinos más que su continua incitación y propagación del odio contra Israel, especialmente entre los jóvenes.

La adopción de métodos no violentos por parte de la Autoridad Palestina para hacer avanzar su causa es admirable y representa la estrategia más prometedora para lograr cambios. Pero para que un movimiento no violento sirva a los fines previstos, debe ir acompañado por la narración pública de apoyo tanto a la estrategia como a la realidad de Israel.
La incitación constante que surge de instituciones privadas, medios de comunicación, escuelas y campamentos de refugiados palestinos derrota la estrategia y en vez de eso sirve para fortalecer las voces de los radicales a ambos lados de la Línea Verde. En lugar de avanzar la independencia, esta virulencia contribuye a la solidificación de la ocupación israelí en el nombre de la seguridad.
Es hora que los palestinos se den cuenta de esto, porque los continuos ataques verbales y escritos que apoyan el uso de la violencia y perpetuan las narrativas políticas radicales son perjudiciales para su causa y deben ser detenidos.
Un enfoque renovado ha sido colocado sobre la cuestión de la incitación, mientras la violencia indiscriminada que ayuda a crear ha regresado. Después del horrible asesinato de cinco miembros de la familia Fogel, el Primer Ministro Binyamin Netanyahu señaló a la incitación como una causa raíz. Posteriormente, 27 senadores de EEUU enviaron una carta a la secretaria de Estado Hillary Clinton afirmando que "la Autoridad Palestina debe tomar medidas inequívocas para condenar el incidente y dejar de permitir la incitación que conduce a tales delitos ... Educar a las personas hacia la paz es fundamental para establecer las condiciones para una paz segura y duradera."
Una versión de la carta de la Cámara pronto se enviará al presidente Barack Obama.
Primer ministro palestino, Salam Fayyad, y el presidente Mahmoud Abbas, condenaron los asesinatos de Itamar y el posterior ataque terrorista en Jerusalem. También han trabajado para desmantelar gran parte de la infraestructura de Hamas en Cisjordania. Aún más, en los últimos años, la Autoridad Palestina ha construido un aparato de seguridad que ha reducido drásticamente el número de ataques terroristas, ha llevado a una mayor libertad de movimiento y, en consecuencia, al crecimiento económico. Mientras tanto, el plan de Fayyad para construir las bases de un estado ha ganado niveles históricos de simpatía y apoyo internacionales.
Pero nombrar infraestructuras públicas y caminos como atacantes suicidas y sus organizadores, prestar asistencia financiera a las familias de los "mártires" que han sido muertos mientras planeaban o realizaban actividades terroristas - así como honrarlos en ceremonias públicas - y representar a los israelíes como asesinos despiadados en programas de televisión, todos amenazan con descarrilar la independencia. Sin embargo, Abbas y Fayyad han presidido todo lo anterior en tan sólo las últimas semanas.
Una cosa es ser testigo de este tipo de incitación de Hamas en Gaza, donde profesa abiertamente su deseo de destruir a Israel.
Pero, es una cuestión totalmente diferente presenciarla en Cisjordania, donde la AP defiende una solución de dos estados.
Por otra parte, Israel no está completamente convencida que la Autoridad Palestina haya repudiado totalmente la violencia, como lo demuestran los recientes documentos de Wikileaks indicando que las fuerzas de seguridad respaldadas por EEUU de la AP se han mostrado renuentes a recoger las armas de, y arrestar, aquellos vinculados con las Brigadas de los Mártires de Al Aksa afiliadas con Fatah, que han llevado a cabo numerosos ataques terroristas.
Muchos altos funcionarios de la AP en privado reconocen la gravedad del problema. Sin embargo, en lugar de encararlo, demasiado a menudo estan apuntando a las acciones de Israel que socavan la voz de los moderados en favor de los radicales, argumentando que hacen muy difícil políticamente oponerse a las declaraciones venenosas contra el ocupante y ser acusados ​​de colaboración.
En particular con la Autoridad Palestina ahora en debates de unidad con Hamas, los funcionarios dudan en reprimir la incitación y parecen ser "suaves" sobre Israel. Sin dudas, la construcción de asentamientos en zonas en disputa y las actuales operaciones nocturnas de Tzahal en Cisjordania añaden más leña al fuego de la incitación. Aún así, un ambiente propicio para la paz debe ser establecido.
Aún más, lo que parece políticamente desfavorable en última instancia, demuestra ser todo lo contrario. Crear una atmósfera que anima a la paz en lugar de la incitación llevará a un mayor apoyo de la comunidad internacional y una mayor presión por igual a Israel para que haga concesiones.
Después de todo, la paz debe empezar en casa.
Hoy en día, en ambos lados, el mensaje que entra en las casas de muchos es el de perpetuo conflicto, comercializado por la ideología de los extremistas en los campos de refugiados y los colonos radicales. Abordar estos problemas requiere de un liderazgo que tanta falta hace.
Mientras tanto, el daño psicológico causado por la radicalización de las dos narrativas nacionales es enorme. Los palestinos están a punto de producir la cuarta generación de niños que no conocerán nada, excepto la odiada ocupación y el violento conflicto permanente. La generación anterior ya está envenenada por la glorificación penetrante del terror.
Ahora es la responsabilidad de la Autoridad Palestina, y los profesores, padres y líderes de la comunidad, asegurar que la próxima generación se centre en el potencial de su futuro como nación, en lugar de demonizar a un enemigo al que no puede vencer.
POR OTRA PARTE, AUNQUE la confianza entre las dos entidades por sí sola no puede ofrecer la base para cualquier acuerdo de paz duradero, la incitación socava la construcción de confianza.
Sin una medida de confianza, no hay lugar para riesgos calculados, especialmente en en asuntos de seguridad nacional y el establecimiento de la paz. Una revisión de las razones detrás del colapso de las negociaciones en 2000 y en 2008 muestra que la falta de confianza fue un factor importante.
Considerando que la Autoridad Palestina tiene quejas legítimas, incluidas las reclamaciones territoriales, no obstante, debe reconocer, al menos en palabras ante el público palestino la existencia del Estado de Israel. Es decir, la realidad y la aceptación de la convivencia no se establecerán, entre los jóvenes, en particular, en tanto la realidad central en el terreno es ignorada.
Esta es precisamente la razón por la que la Autoridad Palestina ha tenido grandes dificultades para hacer las concesiones necesarias - en la mente de muchos palestinos, las concesiones no son necesarios para una entidad que se les ha enseñado no tiene la legitimidad de existir o puede ser derrotada mediante la violencia.
Por último, con la Autoridad Palestina ahora posiblemente entrando en conversaciones de unidad con Hamas, esto se hace aún más agudo. Para que un gobierno de unidad tenga éxito, Hamas, también, debe renunciar en forma permanente a la violencia y terminar la incitación. De lo contrario, incluso un reconocimiento internacional de un estado palestino independiente basado en las líneas de 1967 - como podría ser aprobado por la Asamblea General de la ONU en septiembre - va a cambiar muy poco en el terreno debido a que Israel tiene todo el derecho de proteger sus legítimas preocupaciones de seguridad nacional.
Los palestinos no pueden permitir que la incitación ponga en peligro sus aspiraciones nacionales, dando una excusa tan clara - y legítima para que Israel sea reticente respecto a negociaciones para un marco final de dos estados.
La AP puede y debe demostrar que está dispuesta a construir un gobierno responsable, poniendo fin a la incitación en todas sus formas. Hacer eso tendría un impacto duradero y significativo al servir para avanzar al mismo tiempo la independencia de Palestina y el reconocimiento de Israel.

El escritor es profesor de relaciones internacionales en el Centro de Asuntos Globales de la NYU. Enseña negociación internacional y estudios del Medio Oriente.
Fuente: Jerusalem Post Magazine- Este artículo fue traducido por Marcela Lubczanski para el blog de OSA Filial Córdoba