martes, 17 de junio de 2014

El "Führer" argentino que acaba de ser legitimado por el juez federal Ariel Lijo


Categoría: Nacionales
 Fuente: Tiempo Argentino    (15-06-2014)
En medio del revuelo mediático por la indagatoria al vicepresidente Amado Boudou, el juez federal Ariel Lijo firmó dos resoluciones: el sobreseimiento del ministro menemista Carlos Corach en la causa por el encubrimiento del atentado a la AMIA y la concesión de personería jurídica al partido neonazi Bandera Vecinal, liderado por Alejandro Biondini. 

Lo cierto es que fue notable la indiferencia que causó esa última medida, tanto entre la dirigencia política como en el mismísimo espíritu público. De hecho, los únicos repudios al respecto corrieron por cuenta de los diputados del Frente para la Victoria (FPV) y de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), cuyo titular, Julio Schlosser, adelantó que impugnará el asunto ante la justicia.
La réplica del Führer criollo no demoró en hacerse oír: "La DAIA tiene una actitud antidemocrática e intolerante." También dijo que su especio "ya superó las cuatro mil afiliaciones requeridas por ley", además de haber efectuado las elecciones internas de autoridades, que lo llevaron a la presidencia del partido. Una situación propicia como para reparar en la trayectoria de este personaje.
SIEG HEIL.
Biondini –basándose en fuentes históricas no precisadas– suele contar un episodio asombroso: en abril de 1945, mientras Berlín era invadida por el Ejército Rojo, Adolf Hitler convocó al alto mando de la Whermacht en su búnker subterráneo y, señalando en un mapa a la Argentina, dijo: "De allí vendrá el nuevo líder."

En sintonía con tal relato, Biondini se hace llamar "Kalki", la encarnación terrestre de Vishnú, que –en la religión hindú– significa: "Aquel que viene a poner fin a la oscuridad y a imponer una era de rectitud en la ley moral." Una predestinación referida a su propia persona.

En realidad, la identidad ideológica de ese hombre calvo y regordete es fruto de un intrincado camino.

Héctor Cámpora acababa de ganar las elecciones de 1973. El 18 de abril, la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) celebraba su acto fundacional en el Sindicato de Calzado. Era la rama estudiantil del peronismo revolucionario. Y en el amplio local de la calle Yatay no cabía un alfiler. Los oradores se veían desbordadas por los bombos, redoblantes y cantitos. En el fondo, parado sobre una silla, un pibe de 17 años aplaudía a rabiar. No era otro que Biondini.

Ahora, casi sexagenario, le complace evocar su origen "de izquierda", al que añade una presunta militancia barrial cerca del padre Carlos Mugica. También se ufana de haber participado en la fundación de la revista Línea, dirigida por el historiador José María Rosa, aunque jamás figuró entre sus colaboradores. Y también menciona un breve paso por el Partido Justicialista. No se sabe que resorte de su ser lo guió hacia la ultraderecha. Pero los primeros ecos públicos de su existencia datan de mediados de los '80, ya como cabeza visible de la agrupación nazi Alerta Nacional, un pintoresco espacio partidario mencionado con frecuencia en las páginas policiales de los diarios.

El 9 de julio de 1987, esas huestes asisten a su primera baja: la del integrante de su cúpula, el parapsicólogo Alfredo Guereño, asesinado –según Biondini– por un "comando judío". El expediente judicial, en cambio, probó que, ese día, el dirigente había asistido a un asado, donde bebió sin moderación, para luego partir hacia un edificio de la calle Gascón. Allí quedó atrapado en un ascensor y, al intentar evacuarlo en un calamitoso estado de ebriedad, cayó por el hueco al vacío desde el noveno piso.

Por aquellos días, Alerta Nacional se había constituido en el brazo civil de los "carapintadas". Y sus cuadros fueron parte de acciones terroristas, como, por caso, un atentado con explosivos en un cine de la calle Lavalle. Por ello, se encontraba prófugo Luis Alberto Vera, un ex soldado veterano de la guerra del Atlántico Sur. El 31 de marzo de 1988, fue uno de los primeros en saber que Enrique Barrios, otro referente de Alerta Nacional, había caído en manos de otro "comando Judío". Cuatro días después, Vera fue citado en un bar de la localidad de Sarandí por alguien que, presuntamente, le iba a dar datos sobre el paradero de Barrios. Esperó con su novia en vano durante media hora; luego, al retirarse, fue acribillado a balazos.

Ahora se sabe, el "Gordo" Barrios había sido detenido, en un operativo irregular, por una patota de la Policía Federal al mando del comisario Carlos Gallone (actualmente condenado a prisión perpetua por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura). Tras una maniobra jamás aclarada, Barrios pasó a manos del comisario bonaerense Juan Rebollo (actualmente lanzado a la política en las filas del massismo), quien lo llevó ante un juez de turno con un ojo morado y otras magulladuras. Ahora también se sabe que Vara cayó en una celada mortal tendida por el propio Gallone, quien por entonces era uno de los sabuesos predilectos del ministro del Interior, Enrique Nosiglia.

ARGENTINA ÜBER ALLES.
A lo largo del tiempo, el grupito de Biondini mutó varias veces de siglas, como parte de sus acrobacias para ser reconocido por la justicia electoral, a la vez que tramitaba infructuosamente la personería. En ese marco vio la luz el Partido Nacionalista de los Trabajadores (PNT), que luego se transformó en el Partido Nuevo Triunfo (PNT), y que después –para las elecciones legislativas de 2005– se convirtió en Acción Ciudadana. En esa ocasión –como testaferros del hombre autodenominado Kalki–, encabezaba la lista partidaria su esposa, Alicia Quinodoz –una docente que siempre ocupó lugares claves en la estructura partidaria del marido– y un hijo de la pareja, Alejandrito Biondini.

También fue de la partida el ex comisario de la Federal, Jorge Silvio Colotto, un ex integrante de la Triple A, célebre por su discurso, en 1974, ante el ataúd del comisario Alberto Villar, cuando afirmó: "No somos sádicos, pero no nos podemos permitir el lujo femenino de la debilidad."

En 2010, anunció una fusión con los restos del MODIN, fundado por Aldo Rico, y un partido llamado Campo Popular. En esa misma época, solía mantener fructíferas reuniones con el secretario general de los peones rurales y operador duhaldista, Jerónimo "Momo" Venegas, con quien sigue manteniendo una excelente relación.

Dos años después, ya bajo el nombre de Partido Alternativa Social, Biondini cosechó el 0,19% de los votos como candidato a jefe del Gobierno porteño.

Ahora, la resolución del juez Ariel Lijo lo convirtió en nuestro fascista oficial.

TEORÍA Y PRÁCTICA

Biondini ahora exhibe  un discurso lavado de toda referencia racista. No obstante, considera al matrimonio igualitario una "aberración". Repudia los juicios a los represores y, al igual que otros políticos, se muestra preocupado por la inseguridad.

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