Horizonte de Jerusalem Foto: Marc Israel Sellem
Hay momentos que hacen que Jerusalem se sienta como ningun otro lugar sobre la tierra; cuando tu te sientes elevado mas alla del tiempo y espacio y abrazado, como si fuera, por
zreut olam, los brazos de la eternidad.
No hay otro lugar en el mundo donde sucede esto. Quiero compartir con ustedes tres revelaciones que cambiaron mi vida.
La primera tuvo lugar en 1969. Yo habia venido para estudiar en Israel luego de completar mi primer titulo de grado, y estaba parado en el recientemente reconstruido campus de la Universidad Hebrea sobre Har Hatzofim mientras el sol comenzo a ponerse, bañando el paisaje entero en un resplandor divino.
Mientras me encontraba observando hacia abajo al Monte del Templo, recorde la famosa historia al final de Masejet Makot, donde Rabbi Akiva y sus colegas estan observando hacia abajo a las ruinas del Templo y ven un zorro caminando a traves del lugar que fue una vez el Santo de los Santos, Mientras los rabinos lloraban, Rabbi Akiva sonrio y se rio, y cuando le preguntaron como podia, Rabbi Akiva volvio a contar las dos profecias intervinculadas de Uriah – quien previo el dia en que Jerusalem seria dejada en ruinas – y Zajariah – quien vio el dia en que seria reconstruida.
Dijo Rabbi Akiva, que hasta que el vio la primera profecia cumplida, no estaba seguro que la segunda lo seria. Ahora que el habia visto la primera profecia cumplida, sabia que la segunda un dia tambien se haria realidad.
Recuerdo estar parado en casi ese lugar exacto y ser desbordado por la emocion.
Durante casi 2000 años los judios habiamos esperado por ese momento, y la nuestra fue la generacion que vivio para ver a Jerusalem reunida y reconstruida. Vimos la realizacion de la profecia 24 siglos atras de Zajariah.
Habiamos vivido para ver en persona lo que nuestros mas grandes profetas pudieron solo ver en una vision.
Y fui intrigado por una pregunta.
Si Rabbi Akiva tan solo hubiese sabido cuanto tiempo llevaria, el aun habria creido? Rabbi Akiva, un partidario de Bar Kojba, penso que la rebelion tendria exito y creyo que el Templo seria reconstruido en su tiempo de vida. Si Rabbi Akiva hubiese visto la devastacion, persecucion y odio que ocurrieron como resultado de la rebelion y despues, aun habria creido? La respuesta es que por supuesto habria creido, porque eso es lo que los judios hicimos a lo largo de todas las generaciones.
Ningun pueblo jamas amo mas a una ciudad. Nosotros vimos a Jerusalem destruida dos veces, sitiada 23 veces, capturada y recapturada 44 veces, y aun asi en todos esos años, donde fuera que vivieron los judios nunca dejaron de rezar sobre Jerusalem, de cara a Jerusalem, de hablar el idioma de Jerusalem, de recordarla en cada boda, en cada casa que ellos construyeron, y en los puntos altos del año judio.
Me pregunto como los judios pudieron creer tanto en una ciudad de la que habian sido exiliados durante tanto tiempo? La respuesta, por supuesto, es muy potente y esta contenida en dos palabras en la historia de Iaacob. Recordemos, los hermanos regresan a casa y muestran a Iaacob el abrigo manchado en sangre de Iosef. Dandose cuenta que Iosef se ha ido, Iaacob llora, y cuando los hermanos van a consolarlo se nos dice, Veimaein lehitnajen, Iaacob “se nego a ser consolado.” Por que? Hay, despues de todo, leyes en el Judaismo sobre los limites del dolor; no hay tal cosa como un duelo para el cual el dolor es interminable. La respuesta es que Iaacob aun no habia renunciado a la esperanza que Iosef aun estuviera vivo. Rehusarse a ser consolado es rehusarse a renunciar a la esperanza.
Eso es lo que los judios hicieron con Jerusalem. Recordaron la promesa que Am Israel habia hecho por los rios de Babilonia, Im eshkajej Ierushalaim tishkaj iemini, “Si te olvidare Jerusalem, que mi mano derecha pierda su astucia." Nosotros nunca olvidamos a Jerusalem. Nunca fuimos consolados, nunca renunciamos a la esperanza que un dia retornariamos y debido a eso los judios nunca nos sentimos separados de Jerusalem.
Y cuando sucedio, en 1967, mi identidad judia fue transformada cuando se escucharon las palabras “Har habait beiadeinu,” “El Monte del Templo esta en nuestras manos." Esas tres palabras cambiaron a una generacion. Esa fue mi primera revelacion: Que ningun amor fue jamas tan fuerte como aquel entre los judios y Jerusalem.
MI SEGUNDA revelacion sucedio apenas algunos dias atras en el Dia de Jerusalem. Parado en las calles de la ciudad, observaba mientras jovenes de todo el mundo, agitando banderas israelies, cantaban y bailaban con una alegria que era abrumadora. Mientras observaba las celebraciones, fui superado por la emocion debido a que de pronto tuve una vision del millon y medio de niños que fueron asesinados en la Shoah no debido a algo que habian hecho, no debido a algo que sus padres habian hecho, sino debido a que sus abuelos resultaron ser judios.
Recorde como 26 siglos atras, el profeta Ezequiel tuvo una vision del pueblo judio reducido a un valle de huesos secos. Di-s llamo a que estos huesos vivan, y Ezequiel los vio reunirse, adquirir carne, y comenzar a respirar y vivir nuevamente. Di-s prometio a Ezequiel que el abriria las tumbas de su pueblo y los llevaria de regreso a la tierra.
Recorde la primera referencia a Israel fuera de la Biblia en el
Merneptah Stele, un bloque de granito grabado por Merneptah IV, sucesor de Ramses II, que muchos pensaron habia sido el faraon egipcio en la epoca del Exodo.
Era un obituario, Israel esta devastada, su semilla ya no esta mas.
Pense como algunos de los mas grandes imperios que el mundo ha conocido alguna vez – el Egipto de los faraones, Asiria, Babilonia, el Imperio Alejandrino, el Imperio Romano, los imperios medievales de la Cristiandad y del Islam hasta el Tercer Reiche y la Union Sovietica – fueron las grandes potencias de su dia que cabalgaron el estrecho mundo como un coloso, aparentemente invulnerable en su epoca. Y aun asi cada uno trato de escribir el obituario del pueblo judio, y
mientras ellos han pasado a la historia, nuestro pueblo todavia puede ponerse en pie y cantar Am Israel Jai. Esa fue mi segunda revelacion: El reconocimiento que lo que estaba viendo en ese dia en Jerusalem era Tejiat Hameitim, un pueblo colectivo siendo llevado de regreso de la muerte a la vida.
MI TERCERA revelacion sucedio a principios de 1991. Habiendo llegado a Israel antes de convertirme en gran rabino, Elaine y yo nos encontramos en el medio de la Primera Guerra del Golfo. Hacia el fin de la guerra, una tarde de finales de Shabbat estabamos en Iemin Moshe cuando escuchamos bella musica saliendo de una de las casas a algunas puertas de distancia. Fuimos a ver lo que estaba sucediendo y encontramos a un grupo de judios rumanos – un coro – que recien habia hecho alia esa semana. Pronto parecio como que todos los residentes de Iemin Moshe habian sido atraidos por el sonido, personas que habian llegado a Jerusalem desde todos los rincones del mundo: America, Canada, Australia, Sudafrica, Europa Oriental y tierras arabes.
Veintiseis siglos atras, el profeta Irmiahu dijo que llegaria un tiempo en que no agradeceriamos a Di-s por sacarnos de la tierra de Egipto, sino mas bien por reunir a nuestro pueblo desde todas las tierras de la Tierra. Este segundo exodo, describio Irmiahu, seria aun mas milagroso que el primero.
Nosotros vivimos para ver este dia, en que judios de 103 paises hablando 82 idiomas, llegaron a Israel para construir no solo sus vidas sino la patria judia. Despues de generaciones fue Jerusalem la que reunio a los judios desde todo el mundo como un pueblo, en una voz, cantando una cancion.
Siempre que los judios recordaron a Jerusalem, algo bueno salio de ello. Siempre que ellos olvidaron a Jerusalem, sucedieron cosas malas.
En tanto los judios recordamos a Jerusalem, supimos que estabamos aun en un trayecto, uno en el cual el pueblo judio ha estado desde las primeras silabas del tiempo registrado: “Lej leja m’artzej u’mimoladeja u’mibeit avija,” (“Abandona tu tierra, tu lugar de nacimiento y la casa de tu padre"). Eso es lo que habia hecho cada una de esas personas en Iemin Moshe esa tarde.
Esa fue mi tercera revelacion: Nunca una ciudad habia tenido tal poder sobre la imaginacion de un pueblo.
Nunca Di-s amo mas a un pueblo y nunca un pueblo fue mas leal que nuestros ancestros que soportaron 20 siglos de exilio y persecucion ara que sus hijos o nietos o bisnietos pudieran venir a casa a Jerusalem, Ir hakodesh (Ciudad Santa), el hogar del corazon judio.
Cuando nos paramos aqui hoy y vemos un lugar de tal belleza que te quita el aliento, Jerusalem es el lugar donde todas las plegarias de todos los judios a lo largo de todos los siglos y de todos los continentes se reunen y toman vuelo en su camino al cielo. Es el lugar donde te sientes rozado por las alas de la Shejina.
Tuvimos el privilegio de nacer en una generacion que ha visto a Jerusalem reunida y reconstruida. Hemos visto al pueblo judio venir a casa.
Por lo tanto, aun cuando este puede ser un premio individual, Di-s esta llamandonos a todos nosotros a ser Guardianes de Sion. Nunca esto ha sido mas importante. Debemos todos defender el unico hogar que nuestro pueblo ha conocido y la unica ciudad que nuestro pueblo ha amado mas que a ninguna otra. Somos todos shagrirei medinat Israel(embajadores del Estado de Israel) y todos nosotros debemos asumir la defensa de Israel en un mundo que a veces no llega a ver la belleza que sabemos hay aqui. Asumamos todos esa tarea. Con la ayuda de Hashem, tendremos exito y rezamos para que el mundo haga su paz con Israel para que el Di-s de Israel pueda traer paz al mundo. Bimhera beiameinu. Amen.
Este articulo de opinion es una version editada del discurso del Lord Rabbi Jonathan Sacks al recibir el lunes a la noche en el Hotel King David el Premio Guardian de Sion del Centro Ingeborg Rennert para Estudios de Jerusalem de la Universidad de Bar-Ilan.
zreut olam, los brazos de la eternidad.
No hay otro lugar en el mundo donde sucede esto. Quiero compartir con ustedes tres revelaciones que cambiaron mi vida.
La primera tuvo lugar en 1969. Yo habia venido para estudiar en Israel luego de completar mi primer titulo de grado, y estaba parado en el recientemente reconstruido campus de la Universidad Hebrea sobre Har Hatzofim mientras el sol comenzo a ponerse, bañando el paisaje entero en un resplandor divino.
Mientras me encontraba observando hacia abajo al Monte del Templo, recorde la famosa historia al final de Masejet Makot, donde Rabbi Akiva y sus colegas estan observando hacia abajo a las ruinas del Templo y ven un zorro caminando a traves del lugar que fue una vez el Santo de los Santos, Mientras los rabinos lloraban, Rabbi Akiva sonrio y se rio, y cuando le preguntaron como podia, Rabbi Akiva volvio a contar las dos profecias intervinculadas de Uriah – quien previo el dia en que Jerusalem seria dejada en ruinas – y Zajariah – quien vio el dia en que seria reconstruida.
Dijo Rabbi Akiva, que hasta que el vio la primera profecia cumplida, no estaba seguro que la segunda lo seria. Ahora que el habia visto la primera profecia cumplida, sabia que la segunda un dia tambien se haria realidad.
Recuerdo estar parado en casi ese lugar exacto y ser desbordado por la emocion.
Durante casi 2000 años los judios habiamos esperado por ese momento, y la nuestra fue la generacion que vivio para ver a Jerusalem reunida y reconstruida. Vimos la realizacion de la profecia 24 siglos atras de Zajariah.
Habiamos vivido para ver en persona lo que nuestros mas grandes profetas pudieron solo ver en una vision.
Y fui intrigado por una pregunta.
Si Rabbi Akiva tan solo hubiese sabido cuanto tiempo llevaria, el aun habria creido? Rabbi Akiva, un partidario de Bar Kojba, penso que la rebelion tendria exito y creyo que el Templo seria reconstruido en su tiempo de vida. Si Rabbi Akiva hubiese visto la devastacion, persecucion y odio que ocurrieron como resultado de la rebelion y despues, aun habria creido? La respuesta es que por supuesto habria creido, porque eso es lo que los judios hicimos a lo largo de todas las generaciones.
Ningun pueblo jamas amo mas a una ciudad. Nosotros vimos a Jerusalem destruida dos veces, sitiada 23 veces, capturada y recapturada 44 veces, y aun asi en todos esos años, donde fuera que vivieron los judios nunca dejaron de rezar sobre Jerusalem, de cara a Jerusalem, de hablar el idioma de Jerusalem, de recordarla en cada boda, en cada casa que ellos construyeron, y en los puntos altos del año judio.
Me pregunto como los judios pudieron creer tanto en una ciudad de la que habian sido exiliados durante tanto tiempo? La respuesta, por supuesto, es muy potente y esta contenida en dos palabras en la historia de Iaacob. Recordemos, los hermanos regresan a casa y muestran a Iaacob el abrigo manchado en sangre de Iosef. Dandose cuenta que Iosef se ha ido, Iaacob llora, y cuando los hermanos van a consolarlo se nos dice, Veimaein lehitnajen, Iaacob “se nego a ser consolado.” Por que? Hay, despues de todo, leyes en el Judaismo sobre los limites del dolor; no hay tal cosa como un duelo para el cual el dolor es interminable. La respuesta es que Iaacob aun no habia renunciado a la esperanza que Iosef aun estuviera vivo. Rehusarse a ser consolado es rehusarse a renunciar a la esperanza.
Eso es lo que los judios hicieron con Jerusalem. Recordaron la promesa que Am Israel habia hecho por los rios de Babilonia, Im eshkajej Ierushalaim tishkaj iemini, “Si te olvidare Jerusalem, que mi mano derecha pierda su astucia." Nosotros nunca olvidamos a Jerusalem. Nunca fuimos consolados, nunca renunciamos a la esperanza que un dia retornariamos y debido a eso los judios nunca nos sentimos separados de Jerusalem.
Y cuando sucedio, en 1967, mi identidad judia fue transformada cuando se escucharon las palabras “Har habait beiadeinu,” “El Monte del Templo esta en nuestras manos." Esas tres palabras cambiaron a una generacion. Esa fue mi primera revelacion: Que ningun amor fue jamas tan fuerte como aquel entre los judios y Jerusalem.
MI SEGUNDA revelacion sucedio apenas algunos dias atras en el Dia de Jerusalem. Parado en las calles de la ciudad, observaba mientras jovenes de todo el mundo, agitando banderas israelies, cantaban y bailaban con una alegria que era abrumadora. Mientras observaba las celebraciones, fui superado por la emocion debido a que de pronto tuve una vision del millon y medio de niños que fueron asesinados en la Shoah no debido a algo que habian hecho, no debido a algo que sus padres habian hecho, sino debido a que sus abuelos resultaron ser judios.
Recorde como 26 siglos atras, el profeta Ezequiel tuvo una vision del pueblo judio reducido a un valle de huesos secos. Di-s llamo a que estos huesos vivan, y Ezequiel los vio reunirse, adquirir carne, y comenzar a respirar y vivir nuevamente. Di-s prometio a Ezequiel que el abriria las tumbas de su pueblo y los llevaria de regreso a la tierra.
Recorde la primera referencia a Israel fuera de la Biblia en el
Merneptah Stele, un bloque de granito grabado por Merneptah IV, sucesor de Ramses II, que muchos pensaron habia sido el faraon egipcio en la epoca del Exodo.
Era un obituario, Israel esta devastada, su semilla ya no esta mas.
Pense como algunos de los mas grandes imperios que el mundo ha conocido alguna vez – el Egipto de los faraones, Asiria, Babilonia, el Imperio Alejandrino, el Imperio Romano, los imperios medievales de la Cristiandad y del Islam hasta el Tercer Reiche y la Union Sovietica – fueron las grandes potencias de su dia que cabalgaron el estrecho mundo como un coloso, aparentemente invulnerable en su epoca. Y aun asi cada uno trato de escribir el obituario del pueblo judio, y
mientras ellos han pasado a la historia, nuestro pueblo todavia puede ponerse en pie y cantar Am Israel Jai. Esa fue mi segunda revelacion: El reconocimiento que lo que estaba viendo en ese dia en Jerusalem era Tejiat Hameitim, un pueblo colectivo siendo llevado de regreso de la muerte a la vida.
MI TERCERA revelacion sucedio a principios de 1991. Habiendo llegado a Israel antes de convertirme en gran rabino, Elaine y yo nos encontramos en el medio de la Primera Guerra del Golfo. Hacia el fin de la guerra, una tarde de finales de Shabbat estabamos en Iemin Moshe cuando escuchamos bella musica saliendo de una de las casas a algunas puertas de distancia. Fuimos a ver lo que estaba sucediendo y encontramos a un grupo de judios rumanos – un coro – que recien habia hecho alia esa semana. Pronto parecio como que todos los residentes de Iemin Moshe habian sido atraidos por el sonido, personas que habian llegado a Jerusalem desde todos los rincones del mundo: America, Canada, Australia, Sudafrica, Europa Oriental y tierras arabes.
Veintiseis siglos atras, el profeta Irmiahu dijo que llegaria un tiempo en que no agradeceriamos a Di-s por sacarnos de la tierra de Egipto, sino mas bien por reunir a nuestro pueblo desde todas las tierras de la Tierra. Este segundo exodo, describio Irmiahu, seria aun mas milagroso que el primero.
Nosotros vivimos para ver este dia, en que judios de 103 paises hablando 82 idiomas, llegaron a Israel para construir no solo sus vidas sino la patria judia. Despues de generaciones fue Jerusalem la que reunio a los judios desde todo el mundo como un pueblo, en una voz, cantando una cancion.
Siempre que los judios recordaron a Jerusalem, algo bueno salio de ello. Siempre que ellos olvidaron a Jerusalem, sucedieron cosas malas.
En tanto los judios recordamos a Jerusalem, supimos que estabamos aun en un trayecto, uno en el cual el pueblo judio ha estado desde las primeras silabas del tiempo registrado: “Lej leja m’artzej u’mimoladeja u’mibeit avija,” (“Abandona tu tierra, tu lugar de nacimiento y la casa de tu padre"). Eso es lo que habia hecho cada una de esas personas en Iemin Moshe esa tarde.
Esa fue mi tercera revelacion: Nunca una ciudad habia tenido tal poder sobre la imaginacion de un pueblo.
Nunca Di-s amo mas a un pueblo y nunca un pueblo fue mas leal que nuestros ancestros que soportaron 20 siglos de exilio y persecucion ara que sus hijos o nietos o bisnietos pudieran venir a casa a Jerusalem, Ir hakodesh (Ciudad Santa), el hogar del corazon judio.
Cuando nos paramos aqui hoy y vemos un lugar de tal belleza que te quita el aliento, Jerusalem es el lugar donde todas las plegarias de todos los judios a lo largo de todos los siglos y de todos los continentes se reunen y toman vuelo en su camino al cielo. Es el lugar donde te sientes rozado por las alas de la Shejina.
Tuvimos el privilegio de nacer en una generacion que ha visto a Jerusalem reunida y reconstruida. Hemos visto al pueblo judio venir a casa.
Por lo tanto, aun cuando este puede ser un premio individual, Di-s esta llamandonos a todos nosotros a ser Guardianes de Sion. Nunca esto ha sido mas importante. Debemos todos defender el unico hogar que nuestro pueblo ha conocido y la unica ciudad que nuestro pueblo ha amado mas que a ninguna otra. Somos todos shagrirei medinat Israel(embajadores del Estado de Israel) y todos nosotros debemos asumir la defensa de Israel en un mundo que a veces no llega a ver la belleza que sabemos hay aqui. Asumamos todos esa tarea. Con la ayuda de Hashem, tendremos exito y rezamos para que el mundo haga su paz con Israel para que el Di-s de Israel pueda traer paz al mundo. Bimhera beiameinu. Amen.
Este articulo de opinion es una version editada del discurso del Lord Rabbi Jonathan Sacks al recibir el lunes a la noche en el Hotel King David el Premio Guardian de Sion del Centro Ingeborg Rennert para Estudios de Jerusalem de la Universidad de Bar-Ilan.
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