jueves, 5 de marzo de 2015


nas y el margen de error es de 3.5% de error. El  resultado que arroja es que,  la Unión Sionista,  recibiría 24 escaños, mientras que el Likud, 23.  La Lista Arabe Unida está en tercer lugar, con 13, Yesh Atid y HaBait HaYehudi siguen con 12 cada uno, y Kulanu 8. Yisrael Beytenu y Meretz, los partidos ultraortodoxos Shas y Judaísmo Unido de la Torá, tendrían todos 6 asientos, mientras el nuevo partido Yachad (Eli Yishai)  logra cruzar el umbral electoral con 4 escaños.
 El 44% de los encuestados cree que el viaje a Washington de Netanyahu fortaleció sus posiciones en Israel, el 43% dijo que no hubo cambio alguno  y el 12% dijo que el primer Ministro se debilitó. El esfuerzo  fue gigantesco para cambios tan pequeños.
 El 31% de las personas encuestadas dijo que el objetivo principal del discurso de Netanyahu fue frustrar un acuerdo entre los P5 + 1 potencias mundiales e Irán sobre el programa nuclear, el 29% dijo que el primer Ministro viajó al exterior con fines de campaña y el 30% dijo creían que su arribo a Washington tiene por propósito ambos objetivos.
 A pesar de la ligera ventaja para la Unión Sionista, el 47% de los encuestados dijeron que querían que Netanyahu siguiese como primer ministro, Herzog se lleva el apoyo de sólo el 28%. 21% dijo que no sabían quién preferían.
Según canal 2, si el Likud se encarga de la formación de la coalición, sus 23 escaños podrían unirse con HaBait HaYehudi 12, Yisrael Beytenu 6, Kulanu 8, Shas 6, UTJ 6 y Yachad 4 para un total de 65 asientos, dando a Netanyahu una escasa mayoría.
 En caso de que la Unión Sionista pueda formar un gobierno, podría asociar los 6 escaños  de Meretz, 12 de Yesh Atid, 8 de Kulanu y - dos socios improbables - Shas, 6 y Yisrael Beytenu, 6, para un total de 62 mandatos, una mayoría aún más delgado que el Likud.  Shas ya dijo que se opone a una coalición con Lapid y Liberman y prometio  no volver a sentarse en un gobierno con Meretz. Por eso lo de "improbables".
 Desde que  el discurso de Netanyahu se anunció, en enero,  sus  críticos  lo acusaron de intentar usar el  Capitolio para impulsar sus encuestas en vista al próximo  17 de marzo. Sus partidarios, en cambio, afirman que su única intención es la de defender a su país de una amenaza inminente.
 En la prensa israelí  las respuestas al discurso cayeron a lo largo de líneas ideológicas. En Israel – Hayom (pro-Netanyahu) el titular fue "El discurso de un momento histórico.... Hay momentos en la historia que un líder hace realidad.” En cambio, los de la vereda de enfrente,  como Nahum Barnea, en Yediot Aharonot, escribió que Netanyahu creo  "una oportunidad de oro para dejar una impresión en los votantes de Israel. Y, la utilizó al máximo."
 Netanyahu insistió sobre la amenaza nuclear a pesar de que las encuestas muestran que los votantes se preocupan más por la economía. Oded Eran, investigador senior en el Instituto de Estudios de Seguridad Nacional dijo que, teniéndolo en cuenta, el discurso de Netanyahu no influirá en las urnas, ya que "hay problemas de vivienda, costo de vida y atención de salud”, y un discurso no modifica nada de las necesidades básicas.
 Para Yossi Verter (Ha´aretz) reenfocar la campaña fue clave para el éxito del discurso. Ahora, los israelíes estarán hablando de tema estrella de Netanyahu: Irán. "Es demasiado pronto para decir si Bibi en el Capitolio dos semanas antes de la elección mejora a su partido Likud en las encuestas y lo deja en el cargo para un nuevo mandato". Sin embargo, a río revuelto, ganancias de pescadores. El equipo de campaña de Netanyahu insiste, ahora, en un único tema: “seguridad”

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