El curso de formación de oficiales de las FDI se globaliza
Por Silvia Schnessel el 27 October
Una docena de soldados extranjeros procedentes de cuatro continentes participan en el programa en la base ‘Bahad 1’ de Israel, forjando lazos e intercambiando conocimientos
Doce representantes de siete ejércitos de todo el mundo completan curso de formación de oficiales de nueve semanas de las FDI, el 21 de octubre de 2015. (Unidad de Hadar Ben-Simon / Portavoz FDI)
AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – En una ceremonia fuera de la ciudad de Mitzpe Ramon en el corazón del desierto de Negev, 363 soldados completaron la semana pasada el riguroso curso de formación de oficiales de combate de las Fuerzas de Defensa de Israel.
Doce de los graduados ya tenían rango de oficial – y no eran soldados de las FDI.
En un nuevo programa, siete militares de todo el mundo, entre otros Estados Unidos y Brasil, enviaron jóvenes tenientes para completar el curso de las FDI, buscando construir contactos personales entre ejércitos aliados, consolidar sus lazos, y aprender y enseñarse mutuamente unos de y a otros.
El curso, que se llevó a cabo en inglés, incluyó formación de navegación, viajes educativos a lugares históricos de todo el país, y conversaciones intensivas sobre liderazgo, tales como la forma de relacionarse con los soldados a su mando y el “cariño” en el trato. Los 12 soldados extranjeros estaban en una compañía independiente, pero los cadetes y oficiales israelíes se unieron a ellos en cada etapa del curso de “Bahad 1” – nombre hebreo para la base de formación de oficiales de las FDI.
A pesar de las diferencias de culturas y edades (el promedio de edad de un teniente en las FDI es de 21 años, mientras que en los oficiales extranjeros el promedio era de 27 años), el experimento fue un éxito, dijo el teniente coronel Yossi Koren, jefe instructor del curso.
Los soldados israelíes aprendieron de los oficiales extranjeros mayores y más maduros, mientras que los soldados visitantes aprendieron de la capacidad de improvisación de los “temperamentales” oficiales de las FDI”, dijo Koren.
Un participante estadounidense, el teniente primero Mauricio Jesús Izaguirre de Texas, señaló que una diferencia principal entre los militares era la forma de que interactuar entre los soldados, específicamente que los soldados de las FDI se dirigen incluso a sus oficiales superiores por sus nombres de pila.
“Fue difícil [acostumbrarse a la informalidad]. En el ejército de Estados Unidos simplemente lo tienes arraigado. Al cabo de un tiempo [los comandantes israelíes] empezaron a enojarse porque seguíamos llamándolos ‘señor’”, dijo Izaguirre.
“Desde el nivel más alto de suboficiales y oficiales, todo el mundo pregunta: “¿Cómo te va? Pero lo preguntan de verdad – ‘¿Cómo está tu familia? ¿Necesitas algo?’ – Realmente se preocupan por los demás”, dijo.
A diferencia de otras lecciones aprendidas en el curso de nueve semanas, dirigirse a un comandante por su primer nombre no será algo que adopten de regreso a sus ejércitos. “Tendríamos problemas” en el Ejército de Estados Unidos, dijo Izaguirre con una sonrisa.
Además de EE.UU. y Brasil, también participaron en el programa soldados de Alemania, Grecia, Países Bajos e Italia. El séptimo país en cuestión se negó a reconocer públicamente su participación.
A pesar de las innumerables diferencias entre los siete ejércitos representados, Koren también se sorprendió de las similitudes.
“El nivel en que se involucran los padres – creíamos que era un invento israelí”, agregó el teniente coronel, refiriéndose al fenómeno muy común de los padres israelíes que llaman al comandante de su hijo para quejarse u ofrecer consejos no solicitados sobre cómo mejorar la gestión de la unidad.
“Resulta que es así en todo el mundo”, dijo.
“Estábamos en las montañas, cansados, hambrientos y aun nos quedaban 12 klicks (siete millas). Todo el mundo estaba destrozado pero se recogían unos a otros, es increíble”, relató.
“Quiere a tu gente”
Uno de los principales aspectos del curso fue la capacitación en liderazgo, y el teniente primero del Ejército de Estados Unidos señaló que esas lecciones de comando le dejaron una impresión duradera. “Nos enseñaron a ser siempre profesionales, a predicar con el ejemplo”,
Koren interrumpió, “Quiere a tu gente.”
“Sí, quiere a tu gente”, Izaguirre se hizo eco.
“Muchas de esas cosas son de sentido común, pero hay que hacerlo”, prosiguió. “Tus soldados verán si tu uniforme está abotonado o llegas tarde o no cumples las normas. ¿Cómo puedes esperar que lo hagan, si no lo haces tú?”
Además de los conceptos más abstractos de liderazgo y mando, el curso también se ocupó de tácticas específicas de infantería, como entrar de forma segura en una dependencia o luchar en un entorno urbano.
Aquí, también, las diferencias de enfoques y estilos de los ejércitos fueron evidentes, pero abrazar esas diferencias era una de las razones centrales del programa en primer lugar.
Soldados israelíes practican guerra urbana en la base del ejército Tzeelim en el sur de Israel. (Nati Shohat / Flash90
“Una diferencia importante sería la exploración terrestre”, agregó Izaguirre. “El ejército israelí no utiliza mapas. Van de memoria casi siempre. Nos acostumbramos a eso”.
Los soldados pasaron parte de su tiempo de formación en el Centro de Entrenamiento de Guerra Urbana de las FDI, en la base sur del ejército Tzeelim de Beerseba, que imita ciudades árabes para dar los soldados una mejor comprensión de cómo luchar en esos entornos.
“En la lucha urbana, se ven diferencias. En Israel, el comandante del pelotón va primero. En otros ejércitos, el comandante del pelotón está más atrás, con un escuadrón separado al frente”, dijo Koren.
“No digo que sea mejor o peor, pero se ve las diferencias en los estilos”, dijo.
Experimentar dificultades
El curso fue intencionalmente exigente e intenso, con muchas más misiones, pruebas y requisitos que la media.
“Queríamos experimentar dificultades”, explica Koren.
Durante dos días, los soldados tuvieron un ejercicio de exploración terrestre nocturna. A la mañana siguiente, tuvieron una carrera de obstáculos, corrieron 2.000 metros, y luego llegaron a un campo de tiro en el que tuvieron que hacer seis blancos en un objetivo. Pero eso no fue todo.
“Terminas el examen práctico y estás seguro que vas directamente a la cama”, dijo Koren. “Pero no, vas directamente a las aulas a pasar un examen teórico”.
Además de los ejercicios de entrenamiento, Koren y su equipo llevaron a los soldados extranjeros por todo el país, incluido Jerusalem y el entorno de la Franja de Gaza.
“Tratamos de mostrarles Israel tal como es. Esto no es Birthright, donde sólo les muestran cosas bonitas. Alentamos una conversación abierta”, dijo Koren.
“Los llevamos a un puesto de control en Cisjordania a ver un puesto de control israelí y cómo funciona”, dijo. (No se permitió entrar con los oficiales a Cisjordania, aunque sobrevolaron la zona en helicóptero para tener una idea de la geografía).
A Izaguirre y los demás oficiales les sorprendió la complejidad de los problemas aquí y las características geográficas y demográficas únicas de Jerusalem, con muy diferentes poblaciones viviendo tan cerca una de la otra, pero casi totalmente separadas.
“Todo lo que sabía de Israel es lo que vi en CNN o las noticias”, dijo. “Mucha gente no lo entendería si no vienen aquí y ven Israel desde dentro.”
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