jueves, 12 de mayo de 2011

John Demjanjuk: el último gran juicio en Alemania de un criminal nazi


John Demjanjuk ( 91) escuchó su sentencia de cinco años de prisión por la acusación de complicidad en el asesinato de más de 27.900 judíos. Así se da por concluido lo que se considera el último gran juicio contra un criminal nazi en Alemania. Demjanjuk fue entregado, por Estados Unidos, en mayo de 2009. .Desde entonces, este victimario hizo el papel de víctima. Uso silla de ruedas, protagonizó desmayos para prolongar el juicio por problemas de salud que no pasaron, en ningun caso, más allá de los propios de la edad. Su voz no se escuchó ni una sóla vez. Se realizaron unas 90 sesiones. Su abogado, Ulrich Busch, que había pedido la absolución.El tiempo jugó a su favor. El paso de los años impidió a la Fiscalía presentar testigos que pudieran identificarlo como uno de los temibles Trawniki del campo de Sobibor (donde estuvo entre marzo y septiembre, 1943).La Fiscalía presentó como prueba la hoja de servicios número 1393, en la que aparece identificado con su primer nombre de pila, Iwan Demjanjuk, pero fue cambiado por John tras emigrar a EEUU y la defensa cuestionó que se tratase de la misma persona.

A los 22 años fue enviado al frente a luchar contra los alemanes. Fue prisionero por los nazis y condenado a padecer hambre y frio. Demjanjuk encontró la forma de sobrevivir y se hizo entrenar como 'trawniki', guardia voluntario que controlaba a los presos desde dentro siendo destinado a Sobibor (Polonia). Tras la guerra consiguió huir a EEUU sin ser juzgado. Fue empleado de Ford, en Cleveland, durante 25 años. Al ser localizado por los servicios secretos israelíes, fue deportado a Israel y condenado a cinco años de prisión hasta que la aparición de nuevos documentos que hicieron dudar que fuera, en verdad, Iwan el Terrible. Se le permitió volver a EEUU. Las víctimas del Holocausto consiguieron su deportación a Alemania.El juez Ralph Alt escuchó en el alegato final de la defensa que "el verdadero asesino es Alemania" y el argumento de que no se puede juzgar a alguien obligado por los nazis a participar en el Holocausto, una negación de la responsabilidad individual que caló incluso en la Fiscalía, que finalmente sólo pidió seis años de prisión.Cidipal

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