martes, 9 de abril de 2013

El próximo año en un paraíso fiscal”

El próximo año en un paraíso fiscal” Posted by Daniel Kupervaser in El modelo económico – social Durante dos mil años deambulando por lejanas diásporas el pueblo judío continuó apegado a ese sagrado anhelo de retornar a Sion, a Jerusalén. Ese milenario ideal encontró su expresión más elocuente en la plegaria que todo judío eleva en repetidas oportunidades a su Señor: “El próximo año en Jerusalén reconstruida”. La independencia de Israel en el año 1948 y su posterior e inusitado desarrollo, con dominio parcial o total de una Jerusalén completamente renovada, no lograron modificar hasta el día de hoy esa vieja tradición para la mayoría de la población. No así para un reducidísimo pero muy significativo grupo. Como es de público conocimiento, la economía israelí sufrió durante los últimos años un drástico cambio y hoy básicamente está concentrada en un pequeño número de gigantescos emporios económicos bajo el control de unos pocos y muy reconocidos magnates. El ideal sionista del retorno a la tierra prometida que hoy les demanda a estos poderosos multimillonarios el pago de impuestos personales como a cualquier ciudadano ya no satisface sus intereses. Sus necesidades de incrementar permanentemente su capital los orientó en la búsqueda de una nueva súplica: “El próximo año en un paraíso fiscal”. El dueño del capital, por naturaleza del sistema, no por maldad, no tiene bandera nacional, aunque oportunamente las suele usar en su beneficio. La comunidad económica de Israel recibió días atrás y sin sorpresa el repentino anuncio que el empresario más rico del país, Idan Ofer, se propone cambiar su domicilio de Israel a Londres. “Idan Ofer, cuyo capital personal está estimado en 6,5 miles de millones de dólares, tiene planeado asentarse en Londres. Según su vocero personal el cambio se origina en cuestiones familiares y en la necesidad de administrar sus operaciones universales. Sectores cercanos al quehacer empresarial estimaron que el cambio de domicilio, surge, entre otros motivos, por cuestiones impositivas. El número de inmigrantes millonarios que arribaron a Inglaterra dio un gran salto en los últimos años. Londres se convirtió en un centro atractivo por sus grandes ventajas en materia empresarial, estudios, mercado inmobiliario estable, y por supuesto, por el derecho a hacerse acreedor a bonificaciones impositivas muy amplias”[1]. Idan Ofer no es el primer millonario israelí que toma tal decisión. Lo precedieron otras destacadas y enriquecidas personalidades del mundo empresarial local. Lev Leviev lo espera de tiempo atrás en Londres mientras que Beny Steinmetz prefirió radicarse en Suiza[2]. Pareciera que Idan Ofer no le es suficiente con las millonarias bonificaciones impositivas que el Estado de Israel le otorga a parte de sus empresas. Como ejemplo vale la pena señalar que durante los últimos 5 años la compañía de su propiedad, Israel Chemicals, recibió de regalo impositivo el descomunal importe de casi 700 millones de dólares para una empresa que no emplea más de 5 mil personas en el mercado local y sus ganancias totales durante ese período arribaron al gigantesco importe de 6,6 miles de millones de dólares[3]. Sin modificar básicamente la rentabilidad de esa empresa, si ese mismo importe de la bonificación impositiva se hubiese empleado en subsidiar un 25% de un sueldo mínimo, probablemente se hubiese podido reducir el desempleo nacional en un cuarto (unos 50 mil empleados). La conmoción social y la crisis económica que se sucedieron con posterioridad a la guerra de Yom Kipur en 1973 trajeron como consecuencia una marcada tendencia de jóvenes a buscar nuevos horizontes en el extranjero, principalmente en Norteamérica. El liderazgo de Israel de ese tiempo vio este fenómeno con muy malos ojos. En una entrevista con motivo del día de la independencia en el año 1976, Ytzhak Rabin, entonces Primer Ministro, se refirió despectivamente hacia estos jóvenes faltos de oportunidades en el país y los catalogó como una “resaca de cobardía”. Hoy en día la plana mayor de los lideres se calla la boca ante la misma tendencia, esta vez de poderosos magnates. El mundo moderno se guía por normas muy claras. El dinero de un millonario lo hará bienvenido en cualquier país, haga lo que haga, en tanto lo mismo le está prohibido a un pobre africano muerto de hambre que solo busca trabajo para sobrevivir. Daniel Kupervaser Herzlya – Israel 9-4-2013 http://daniel.kupervaser.com/ [1] ”Idan Ofer se muda a Londres”, Globes, 7-4-2013 [2] ”Idan Ofer evalúa radicarse en Londres”, The Marker, 7-4-2013