Por Kevin Alan Brook
Traducción por Central Pedagógica Hebraica (Editor Ejecutivo: Jaime Zalchendler), Caracas, Venezuela
Mil años antes del establecimiento del Estado Moderno de Israel, existió un reino judío en las franjas orientales de Europa, a horcajadas sobre el Don y el Volga, dirigidos por dos monarcas judíos y habitado por una población mixta que incluyó a muchos judíos. Sus reyes tenían nombres como Yosef y Aharon y uno de sus generales se nombró Pesaj por celebrarse esa fiesta judía en los días cercanos a su nacimiento.
Este reino, llamado Khazaria, era uno de los países más interesantes y influyentes del mundo medieval, mostrando un gran poder en asuntos económicos y diplomáticos. Su influencia era tan grande que un emperador Bizantino del siglo X, Constantino Porfirogenitus, envió una correspondencia a los Khazares marcado con un sello de oro que valía 3 soldi - más de los 2 soldi que siempre acompañaron las cartas enviadas al Papa de Roma, al Príncipe de Rus, y al Príncipe de los húngaros.
Su poder era tan grande que tenía los medios de financiar permanentemente un ejército. Khazaria representó "el esfuerzo más significativo en la búsqueda del establecimiento de un estado judío independiente en la Diáspora", según señaló el ex - presidente de Israel, Itzhak Ben-Zvi, en su libro The Exiled and the Redeemed.
Los Khazares jugaron un papel central en las más importantes guerras de la región del Cáucaso. Primero, a principios del siglo VII, se unieron con turcos y bizantinos para derrotar al estado Persa. Entonces, en los siglos VII y VIII, defendieron la frontera del sudeste de Europa de la invasión árabe, permitiendo indirectamente a la cristiandad sobrevivir en Bizancio y subsecuentemente crecer en Ucrania.
Como uno de las autoridades principales en el estudio de los Khazares, el profesor Peter Golden de la Universidad de Rutgers, escribió en su libro Khazar Studies: "A cada escolar en el mundo occidental se le ha dicho que sino fuera por Carlos Martel y su victoria en la batalla de Poitiers, hubiera podido encontrarse ahora una mezquita en el lugar en que está erigida actualmente la catedral de Notre Dame. De lo que pocos escolares son conscientes es que si no fuera por los Khazares, Europa Oriental bien podría haberse convertido en una provincia del Islam". El periodo de paz que vivieron las estepas europeas orientales ha sido nombrado como la "la paz kházara" desde que los Kházaros permitieron a varias tribus, como los eslavos, extender sus asentamientos y comprometerse en actividades productivas, libres de la amenaza de guerra y de disputas.
El notable país de los Khazares entró por primera vez en la órbita judía primero cuando le permitió a los judíos establecerse en su tierra, libres de persecución.
Refugiados judíos de Bizancio, Persia, Mesopotamia, y otras regiones del mundo antiguo inundaron al reino de Khazaria desde el siglo VIII hasta el siglo X, trayendo con ellos la alfabetización hebrea, el amor por Israel, la religión judía, y la habilidad tecnológica. El Documento de Cambridge, traducido por Norman Golb en su co-autoriado libro “Khazarian Hebrew Documents of the Tenth Century” (Los Documentos Hebreos Kházaros del Siglo X), estableció que los judíos armenios inmigrantes "establecieron matrimonio con los habitantes de esa tierra, entremezclándose con los gentiles, aprendieron sus prácticas, y salieron continuamente con ellos a la guerra; [y] ellos [los judíos del Medio Oriente y los Khazares] se volvieron un pueblo...."
En forma significativa, los Khazares, un pueblo de origen turco, se convirtieron a la religión judía en algún momento del siglo IX, empezando el fenómeno con la casa real y extendiéndose gradualmente entre el pueblo en general. El judaísmo se sabe ahora que estuvo más extendido entre los habitantes del reino de Khazaria mucho más de lo que se pensó previamente.
En 1999, los arqueólogos rusos anunciaron que habían reconstruido un vaso Khazario con éxito de la región del río Don, revelando 4 inscripciones con la palabra "Israel" en letra hebrea.**
Es ahora aceptada la opinión, entre la mayoría de los estudiosos en el campo, que la conversión de los Khazares al Judaísmo estuvo extendida y no se limitó meramente a la casa real y a la nobleza. Ibn al-Faqih, de hecho, escribió "Todos los Khazares son judíos".
Christian Druthmar escribió en 864 que "todos ellos profesan la fe judía en su integridad".
Un trabajo pérsico
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