viernes, 18 de septiembre de 2015

Netanyahu y Putin discutirán sobre los ataques aéreos de la Fuerza Aérea de Israel en Siria


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Vladimir Putin se profundiza la participación de Rusia en Siria
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov confirmó el miércoles, 16 de septiembre, que el primer ministro Binyamin Netanyahu pagaría un “corta visita de trabajo y mantener conversaciones con el presidente Vladimir Putin en Moscú
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov confirmó el miércoles, 16 de septiembre, que el primer ministroBinyamin Netanyahuharía un “corta visita de trabajo y mantendría conversaciones con el presidenteVladimir Putin en Moscú el lunes 21 de septiembre”. El anuncio de la Oficina del Primer Ministro en Jerusalén era un poco más informativo: “El presidente del Gobierno expresará sus puntos de vista sobre la amenaza a Israel como resultado de las entregas de armamento moderno a Siria debido a la posibilidad de que puedan terminar en manos de Hezbollahu otras organizaciones terroristas.”
Si ese va a ser el único tema de sus conversaciones, fuentes militares y de inteligenica de Debkafile dudan de que el primer ministro vaya a lograr nada más, fuera de un cortés intercambio de puntos de vista.
Putin no va a retirar las tropas rusas y el armamento avanzado que los gigantes Antonov-24 Condors están aterrizando en Siria desde la última semana de agosto. Estas entregas se han planificado hasta el último detalle en coordinación con Teherán – como la réplica de Moscú por el deseado acuerdo nuclear del presidente estadounidense Barack Obama con Irán. Teherán no sólo se ha abstenido de aprobar el acuerdo, sino que se ha unido a Moscú en un intento de superar a Washington en el Medio Oriente mediante una acumulación militar en Siria.
Putin, sin duda, imita a Obama cuando asegura a Netanyahu el permanente compromiso de Rusia con la seguridad de Israel. Pero no va a vacilar en dar sus pasos para el fortalecimiento de la posición de Irán en Siria, mas que la que tiene Obama.
La mejora de las capacidades militares del presidente Bashar Assad por una inyección de armas sofisticadas es parte integrante del proyecto de Putin, y una parte de esas armas, sin duda, serán asignadas al aliado de Assad, Hezbollah.
De lo que carecen totalmente es de un consenso en torno a qué organizaciones terroristas plantean la amenaza principal. Para Obama, es el Estado Islámico de Irak y el Levante – ISIS; para Netanyahu, ISIS y Hezbolá son igualmente peligrosos; mientras que Putin agrupa a ISIS y otros grupos rebeldes islamistas sirios en la misma categoría, especialmente el Frente Nusra, que tiene reclutas rusos de Chechenia y por lo tanto representa una amenaza directa a Moscú.

Con Washington y Moscú en desacuerdo sobre qué organizaciones terroristas deben ser combatidas primero, Netanyahu es poco probable que vaya a conseguir una audiencia seria de sus anfitriones en Moscú.
Desde hace meses, Rusia e Irán han sentando las bases para una colaboración militar intensificada en Siria. En abril pasado, el jefe de Al Qods, el general Qassem Soleimani visitó Moscú para promover el esquema. Cuatro meses antes, en diciembre de 2014, el experto del Kremlin en Oriente Medio Mikhail Bogdanov se reunió en Beirut con el líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah.
Todo esto deja a Netanyahu con un estrecho pasillo para avanzar en Moscú.
Según nuestras fuentes, presionará para que la Fuerza Aérea de Israel siga teniendo una mano libre en el cielo de Siria para hacer frente a las amenazas. Sería necesario establecer una coordinación entre la Fuerza Aérea de Israel y el comando de la Fuerza Aérea de Rusia ubicado en Jablah cerca del puerto sirio de Latakia occidental, para evitar colisiones accidentales entre los aviones de guerra israelíes y los rusos.
Este tipo de coordinación ha sido aprobada tácitamente entre Washington y Moscú para permitir a losEE.UU. seguir llevando a cabo ataques aéreos contra ISIS en Siria.
Pero el caso de Israel es más complejo en vista de la multiplicidad de sus enemigos: Israel requiere una mano libre para atacar objetivos en Siria de sus enemigos declarados, Irán y Hezbollah, cuando sea necesario para alejarlos de sus fronteras. Sobre esto, Putin bien puede estar cavando en sus talones.
Otra de las cuestiones que puedan surgir en sus conversaciones en un plazo de seis días es el campo de gas mediterráneo de Israel, en el que el líder ruso ha expresado su interés. Ya que el gasoducto entre Israel y Turquía previsto para la exportación del gas a Europa va a rayar en las zonas de aguas económicas de Líbano y Siria, Rusia es el único poder capaz realista para dotarlo de protección militar.
Fuente: Debkafile

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