Al-Sisi pide en la ONU ampliar el acuerdo de paz con Israel a más países árabes
En una amplia entrevista con The Associated Press el sábado por la noche, Al Sisi dijo también que Siria no debería dividirse tras su guerra civil, que el ejército egipcio necesita “aumentar” para derrotar a los terroristas que luchan en la península del Sinaí y en el desierto occidental y que deberían renovarse los esfuerzos para solucionar el problema palestino y ampliar el acuerdo de paz de casi 40 años entre El Cairo e Israel para que entren más países árabes.
AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – NACIONES UNIDAS – El presidente de Egipto, Abdul Fatá al Sisi, dijo en una entrevista que la región de Oriente Medio necesita cooperar para derrotar a la cada vez más grave amenaza terrorista que ha desatado una “guerra feroz” en su país y ha puesto en riesgo a algunos países, que podrían “caer en el fracaso”.
Resolver la cuestión palestina, explicó, podría “cambiar la faz de Oriente Medio (…) y traer unenorme progreso en la región (…). El presidente egipcio Abdel Fattah Al-Sisi sonaba optimista en la entrevista con AP antes de la convocatoria de la Asamblea General de la ONU sobre la necesidad de ampliar el tratado de paz entre Israel y Egipto a otros países árabes. “Soy optimista por naturaleza, y creo que hay una gran oportunidad”.
El ex jefe militar de 60 años, que se postuló para presidente y asumió el cargo en 2014 luego de que el Ejército derrocase a su predecesor Mohammed Morsi el año antes, habló con AP en un hotel de Nueva York el sábado por la noche después de intervenir en la cumbre de Naciones Unidas, donde se adoptaron los nuevos objetivos de desarrollo para los próximos 15 años. Además asistirá a la reunión ministerial anual de la Asamblea General de la ONU que comienza el lunes.
Al Sisi, que habló a través de un traductor, dijo que la seguridad regional está en “su punto más vulnerable”.
“Basta con mirar el mapa para encontrar países que están atravesando problemas. Hay un aumento de grupos extremistas. Está el problema de los refugiados que marchan hacia Europa. Con todo eso en mente, podemos tener una idea de lo difícil y complicado que es” el reto, explicó.
“No quiere decir que llegamos tarde para hacer lo que deberíamos haber hecho, pero (derrotar la amenaza) requerirá mucho esfuerzo, y no solo mucho esfuerzo sino que es una cuestión que de hecho implica una buena cantidad de entendimiento y cooperación de cada país (…) para restablecer los países que ahora están cayendo en el círculo vicioso del fracaso”.
En este sentido, el líder egipcio citó lo que considera una “mejorada” relación con Estados Unidos. Los lazos son “estratégicos y estables”, explicó.
Este ha sido un periodo tumultuoso en Egipto. Tras décadas en el poder, Hosni Mubarak fue derrocado en 2011 durante la Primavera Árabe, una revuelta que llevó al poder a la Hermandad Musulmana de Morsi, convertido en el primer presidente electo del país. El mandatario se vio obligado a dejar el cargo tras la intervención de los militares en medio de otro levantamiento popular.
“Los dos últimos años fueron una prueba real de la resistencia y fuerza” de las relaciones con Estados Unidos, dijo el presidente egipcio.
Desde entonces Egipto combate una insurgencia formada por milicianos asentados en el Sinaí, y que han jurado lealtad a la milicia radical Estado Islámico, y extremistas que llevaron a cabo atentados y balaceras contra policías y soldados en El Cairo y otras ciudades.
Las fuerzas de seguridad han reprimido con dureza a la Hermandad Musulmana y a otras formaciones islamistas. Cientos de islamistas han muerto y miles más fueron detenidos, y Morsi y otros líderes de su partido recibieron condenas a pena de muerte en los numerosos juicios que hay en su contra. Los procesos judiciales y la persecución provocaron fuertes críticas de grupos en defensa de los derechos humanos. El gobierno de al Sisi sostiene que la Hermandad es cómplice de los actos violentos en el país, una denuncia que la formación niega diciendo que las autoridades quieren anularles por ser la oposición política.
El ejército egipcio, apuntó, “ha sido siempre un factor de estabilidad” y debería fortalecerse porque enfrenta “una guerra feroz contra el terrorismo y el extremismo (…) Incrementar la capacidad militar del ejército egipcio supone quepueda lograr un equilibrio estratégico” para la región.
Refiriéndose a la guerra civil que ha destrozado Siria, el presidente dijo: “Estamos muy interesados en que Siria se mantenga como nación y como estado y no se divida en estados más pequeños”.
Advirtió que el colapso de Siria podría significar que todas sus armas y equipos pasen a manos de “terroristas”. Si esto ocurre, apunta, el peligro no solo afectará a Siria sino que se extenderá entre sus vecinos y “supondrá una serie amenaza para el resto de la región, y esto es lo que tememos”.
Preguntado por cómo puede neutralizarse a los extremistas, no ofreció una solución inmediata: “Es exactamente el dilema del que estamos hablando”.
Fuente: El Nuevo Herald / Ynet
Traduce y edita: Silvia Schnessel para Enlace Judío México
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