domingo, 27 de septiembre de 2015

Revista de Prensa

La industria del secuestro del Estado Islámico

 

Estado Islámico
La revista online de la BBC publica un amplio reportaje sobre la infiltración del periodista sirio Omar al Maqdud entre los colaboradores del grupo terrorista que propician el secuestro de occidentales, actividad que proporciona al Estado Islámico 25 millones de dólares anuales.
Maqdud relata cómo algunos supuestos guías conciertan con los terroristas el secuestro de los occidentales a su cargo. Uno de estos agentes dobles es el sirio Mutez Shaklab.
Mientras buscaba a otra víctima para secuestrar conoció a un miembro saudí del Estado Islámico. El encuentro duró unos 30 minutos. El hombre era agresivo y amenazante, y acusó a Shaklab de ser un blasfemo. El nivel de hostilidad impactó a Shaklab y salió de allí asustado.
En casos como este, el EI secuestra gente no por dinero, sino por propaganda, para demostrar su poder.
Lo que más me impactó no fueron los videos de los periodistas siendo asesinados, sino cómo los sirios de a pie se han corrompido y sido arrastrados a este sombrío mundo en el que los amigos se han convertido en espías.
La presencia cada vez más activa de las fuerzas rusas en territorio sirio es singularmente importante en la región costera de Latakia, feudo de los Asad, donde el tirano podría crear un Estado alauita si finalmente Siria se fragmenta como consecuencia de la guerra civil.
Sin embargo, la creación de este nuevo Estado no es algo tan sencillo de llevar a cabo como podría parecer en un principio.
Se ha hablado mucho de dividir Siria desde el levantamiento del pueblo sirio en 2011. Ahora, además, es un asunto de actualidad debido a la fuerte presencia rusa en los alrededores de Latakia, la mayor ciudad portuaria, y Tartus.
(…) dividir Siria no es tan fácil como se piensa, dada la oposición de muchos Gobiernos, por las peligrosas repercusiones para los países de la región.
Y las divisiones previas han demostrado que aumentan los problemas de la región, en lugar de ponerles fin. Los sucesos desde las divisiones de Irak en 1991 son un ejemplo de ello. La comunidad internacional, a día de hoy, se opone a la idea de que los iraquíes solucionen sus disputas a través de la división, porque tal solución únicamente divide Irak en varios Estados que lucharían entre sí.
P.J. Crowley fue secretario de Estado para Asuntos Públicos en la Administración Obama entre 2009 y 2011. En este artículo explica el papel preponderante que Rusia está adquiriendo en la crisis siria; y es que Moscú ve aquí una oportunidad para salir del aislamiento internacional al que está sometida por la cuestión ucraniana. Putin lo sabe y parece dispuesto a jugar sus cartas.
Nos informan que el presidente Putin utilizará su próximo discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas, el 28 de septiembre en Nueva York, su primero en una década, para exhortar a una extensa cooperación internacional en torno a Siria.
Por supuesto, no deja de ser irónico, porque, al lado del presidente de Siria, Bashar al Assad, Putin carga con una parte significativa de responsabilidad por la cada vez más profunda tragedia en Siria, con cientos de miles muertos y millones de desplazados.
Assad nunca hubiera sobrevivido todo este tiempo sin la ayuda de Rusia.
Pero, para Rusia, Siria representa el último bastión de alguna importancia en Medio Oriente. Su posición estratégica permite a Rusia proyectar su poder en el Mediterráneo.
Atilio Molteni, exembajador argentino en Israel, estudia en esta pieza para el argentino Clarín las implicaciones de la participación de Rusia en la crisis de Siria y la posible respuesta de Washington ante un aumento de la influencia de Moscú y Teherán en la región a través de sus aliados, Bashar al Asad en Siria y Hezbolá en el Líbano.
Al-Assad no está vencido militarmente, pero su situación estratégica solo se mantiene debido a la colaboración de fuerzas iraníes y de Rusia, pues ambos países lo consideran parte de la solución de la crisis existente. Para Teherán su permanencia es muy importante, aún limitada al control de los centros urbanos más significativos y al área de la costa del Mediterráneo, pues su caída significaría la desaparición de un Gobierno propicio a sus intereses, que le otorga la seguridad que Hezbolá continuará desplegando miles de cohetes hacia Israel y que no se podrá formar un Gobierno en el Líbano sin su consentimiento.
Por parte de Rusia, el envío de elementos militares muy sofisticados para el ejército sirio y el despliegue sin precedentes de efectivos con el carácter de una fuerza expedicionaria a lo largo del Mediterráneo, y la ampliación de un aeropuerto que podrá ser utilizado para que sus aviones defiendan al régimen, demuestran que el presidente Putin está dispuesto a desempeñar un papel más activo para llevar adelante sus objetivos geopolíticos en el Levante, con actitudes similares a las que protagoniza en Ucrania.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.