domingo, 21 de febrero de 2016

Israel. Se conocen más detalles sobre la célula de Hamás que planeaba asesinar al primer ministro Netanyahu

21.02.2016 17:20  | 
Itongadol/AJN.- Una célula de la organización Hamás planeaba asesinar al primer ministro Binyamin Netanyahu activando bomba en el estadio “JerusalemPayis Arena” o en la Gran Sinagoga de la ciudad mientras el mandatario dirigía la palabra. El portal de noticias israelí “Walla” dio a conocer detalles de la investigación que forman parte de la demanda judicial presentada contra los miembros de la célula, que fueron detenidos por las fuerzas de seguridad israelíes el mes pasado.

Hace un mes, la fiscalía presentó graves cargos contra dos de las personas involucradas. Al mismo tiempo, la oficina del fiscal militar presentó una acusación contra el ex jefe de la célula, Ahmed Azzam, de 25 años de edad, que vivía desde hace unos años en Abu Dis.  Azzam se encontraba en una etapa bien avanzada de construcción de infraestructura de Hamás en la Margen Occidental, con orientación directa y financiación de la organización en la Franja de Gaza.

Entre otras cosas, adquirió productos químicos y alquiló un departamento en Jerusalem Este, donde instaló un laboratorio de explosivos. También reclutó a quien sería el encargado de introducir una bomba o un suicida en Jerusalem: HazamSanduka, conocido como el "mecánico" debido a su trabajo con vehículos. Sanduka, estudiante de 22 años de edad, había trabajado en una empresa de seguridad en Jerusalem. Durante el interrogatorio del Servicio de Seguridad, Sanduka relató que él propuso la idea de colocar una bomba debajo del escenario donde el primer ministro Netanyahu daría un discurso.

“En noviembre, Azzam me dijo que Hamás me iba a pagar y que mi función era trasladar productos químicos desde Israel a la Margen Occidental. Recé la oración de los que dudan entre dos opciones y deben tomar una decisión y dos días después me reuní con Azzam y le dije que aceptaba actuar junto con él. Allí entendí que él quería fabricar bombas y cinturones explosivos”, detalló Sanduka durante el interrogatorio.

En este punto, Sandukacomenzó a comprar los materiales solicitados. Entre otras cosas, compra grandes cantidades de potasio, peróxido de hidrógeno y fertilizantes en viveros y farmacias de la Jerusalem y Abu Ghosh. El hecho de que su vehículo tenía placas amarillas – israelíes – lo ayudaba a pasar por los puestos de control, pero Azzam le pide que compre un automóvil más grande. “También me pidió que consiguiera potenciales suicidas y le dije que eso era más complicado”, dijo Sanduka en su testimonio.

Un secuestro, o ataque suicida, o con bombas
Preguntado acerca de si habían decidido dónde cometerían el atentado, Sanduka respondió: “Después de hablar con Azzamsobre la posibilidad de llevar a cabo un secuestro o un ataque suicida o colocar una bomba, empecé a pensar cuáles serían los lugares más adecuados. Como yo trabajé en una empresa de vigilancia en Jerusalem, pensé que lo mejor sería el centro comercial Malha, el estadio Payis Arena o la Gran Sinagoga de Jerusalem, porque allí siempre se reúne gran cantidad de gente y también llega el primer ministro Netanyahu”.

La investigación dio un giro significativo cuando Sanduka mencionó la posibilidad de asesinar al primer ministro. Si bien hizo hincapié en que la idea se encontraba en una etapa de planificación, la célula ya había comenzado a organizarse. Sanduka ya había comprado gran cantidad de productos químicos y el jefe de la célula, Ahmed Azzam, ya había reclutado a un beduino habitante del sur de Israel, que era partidario de la organización Estado Islámico y aceptó participar en la “misión”.

HazamSanduka se desmpeñó durante algunos meses como guardia de seguridad de una empresa privada y su función era, precisamente, controlar que nadie introdujera explosivos o armas en distintos eventos y lugares públicos en Jerusalem.

El Servicio de Seguridad Nacional creyó en principio que se trataba de una célula de Isis, la organización Estado Islámico y centró sus investigaciones en Ahmed Azzam, que había estado preso en Israel hace dos años. “Cuando estaba en la cárcel decidí que me acercaría a Hamás para hacer trabajos para ellos y recibir ayuda económica”, relató Azzam en el interrogatorio.

Azzam detalló también cómo se comunicó con su contacto de Hamás, a través de una aplicación en su celular y su cuenta de Gmail, en la que quien le respondía se identificaba como “Abu Omar de Gaza”.

"En una de las conversaciones me dijo que me iba a presentar a un hombre llamado Abu Muhammad, que me enseñaría cómo hacer bombas y cinturones explosivos. Yo acepté.Compré un teléfono celular y él me dio un número de teléfono y me pidió que llame y me identifique. Me dijo que me iba a atender un chico que me iba a citar en la Plaza Manara en Ramallahy que ahí me daría el dinero ".

Un contacto de Hamás en la plaza central de Ramallah
Azam también comenzó una búsqueda de personas en Gaza para formar una célula de Hamás a pocos kilómetros de la casa del primer ministro. Se contactó con varios estudiantes que mostraron interés, pero que finalmente decidieron no participar. Por intermedio de un hombre de Hamás en Ramallah recibía periódicamente sobres con dinero, miles de dólares, con los que siguió comprando productos químicos. También alquiló un departamento en Abu Dis y comenzó a montar el laboratorio.

Siempre de acuerdo con el testimonio del líder de la célula, Abu Omar también compró un horno, una estufa, refrigerador, recipientes de vidrio y guantes para trabajar con los materiales. Los primeros intentos que hizo para armar una bomba, no resultaron exitosos.

Azzam también reclutó – en la mezquita de la universidad, según dijo – a un joven religioso, seguidor de Isis y del Califato islámico y cuyos tíos habían viajado a Siria para combatir. Este joven, un beduino que vive cerca de BeerSheva, figura en la investigación como Abu Alkayan. Abu Omar, el contacto de Hamás en Gaza, dijo que en la organización no estaban entusiasmados con la idea de incorporar a alguien de Isis, a pesar de que Alkayan dijo que estaría “dispuesto y feliz” de poder cometer un atentado suicida.

Investigador: ¿Pensaste alguna vez en morir como mártir?

Sanduka: “No lo había pensado, pero sé que ésa es la muerte más sagrada”.

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