jueves, 31 de octubre de 2013
Propaganda Palestina invade las Artes de Canadá
Artículo traducido por ReporteHonesto del Gatestone Institute
El Festival de Cine Palestino de Toronto utiliza las artes para demonizar al Estado de Israel. El evento es promovido por la Federación Árabe Canadiense, que ha sido condenado por el gobierno de Canadá por su apoyo a Hamas y a la Jihad Islámica.
La propaganda palestina ha sido incrementado en un nivel superior, utilizando los destacados festivales de cine de Toronto, en una manipulación de las artes para sensibilizar con su mensaje. La sexta edición del Festival de Cine de Palestino de Toronto (TPFF por sus siglas en inglés) comenzó el sábado 28 de septiembre, aprovechando la fama del famoso Festival Internacional de Cine de Toronto. Aunque se describe como "dedicada a llevar el cine palestino, presentaciones musicales en vivo, cocina y arte a la audiencia", es más exactamente un festival de propaganda que promueve el victimismo palestino y pinta a Israel como un criminal. El evento es promovido por la Federación Árabe Canadiense, que ha sido condenada por el gobierno de Canadá por su apoyo a Hamas y a la Jihad Islámica .
El TPFF fue fundado en el 2008 como un homenaje al 60º aniversario de Al- Nakba , o "Día de la Catástrofe", como lo llaman los palestinos, para conmemorar el 15 de mayo, el día después de la Declaración de Independencia de Israel en 1948.
El festival comienza con la premier canadiense del dramático y vívido documental: Abdallah Salem Omeish : "La guerra que nos rodea", que narra las experiencias de dos periodistas de Al- Jazeera - Ayman Mohyeldin y Sherine Tadros - asignados a una misión en Gaza cuando Israel rompió una alto el fuego de cuatro meses con Hamas para lanzar un ataque militar el 4 de noviembre de 2008, para destruir un túnel está excavado por los palestinos, a través del cual planeaban secuestrar a soldados israelíes apostados en las inmediaciones.
Mohyeldin y Tadros, los únicos periodistas que cubriendo la violencia, capturaron imágenes emocionales y horribles de civiles muertos y heridos durante el bombardeo, y afirman que atraparon la supuesta mentira de Israel que sólo se llevaron a cabo "ataques quirúrgicos". El documental muestra una escuela de la ONU como uno de los objetivos.
La revista Now de Toronto describió los efectos del documental como "nervioso, pero en última instancia innecesaria; y si el material por sí solo no aviva tu ira, simplemente no estás prestando atención", mientras que declara a todo el Festival de Cine Palestino de Toronto como "casi por definición, un acto político".
También expone uno de los más distintivos films del mundo árabe en los últimos años, de acuerdo con el Toronto Star. "Cuando te veo", de Annemarie Jacir, presentando la experiencia de refugiados huyendo de las "hostilidades árabe-israelíes" que se apoderaron de la región en 1967, a través de los ojos de un niño de 11 años en un campamento de refugiados en Jordania con su afligida madre. Su frustración pronto se convirtió en actos de rebelión cuando se unió a terroristas que se preparaban para cruzar nuevamente la frontera.
Otra película, "Infiltrados", de Khaled Jarrar se presentará. Se trata de "Los palestinos yendo por encía, por debajo y através de 'El Muro'". El documental "Esta es mi tierra…Hebrón" muestra otra perspectiva preocupante, pintando a los israelíes como violadores de los derechos humanos. Los directores Giulia Amati y Stephen Natanson llevan a la teleaudiencia a la ciudad de Hebrón, donde alrededor de 600 colonos israelíes y el soldado cuidándolos son presentados como haciéndole la vida imposible "a los 160.000 vecinos palestinos con ataques al azar, puestos de contros y pintadas ofensivas".
El motivo propagandista del festival fue aludido por Jackie Reem Salloum, director de uno de los documentales, que le dijo a Al Jazeera : "Hollywood no sabe nada sobre la cuestión de Palestina". Salloum además aconseja a los padres palestinos a animar a sus hijos a contar sus historias a través de la expresión artística y los medios de comunicación.
Las artes históricamente han servido como una herramienta poderosa en la conformación de una cultura, y el Festival de Cine Palestino de Toronto utiliza las artes para demonizar al Estado de Israel. Una publicación se refirió al festival como una colección de historias que representan la "ocupación" como inhumana, engañosa y brutal, mientras que los palestinos desarrollar "la financiación y el talento", y el valor y la determinación de luchar por la supervivencia