**En El Andar**
Quiero creerte y no lo consigo, temo escuchar tus dulces
palabras que
llenan mis oídos y temo hacerlo, desconfió de tus besos, que
saben a
miel y prefiero rechazarlos porque ya los he tenido, huyo de
tus caricias
que en su momento me atraparon y después fueron pesadillas…
En el andar de la vida muchas cosas no he aprendido; pero
nunca podré
olvidar sentirme por ti perseguido o quizás en cada rostro
de mujer ver
tu rostro, en cada beso creer que era tu boca y en cada
cuerpo dejé la
locura, de mi ser, soñando con tu piel…
Y al volver, buscando el cobijo al fin del camino, me
encuentro contigo
y mi corazón se despierta del olvido. Hemos cambiado, ya lo
sé, los
años se notan en nosotros, para que negar, nos falta la
fuerza, el apetito
al amor, los besos ardientes, las manos inquietas. Ya nada
es igual…
Tengo miedo, mucho miedo, que al verte mi sangre hierva con
la pasión
que ya no tiene; que los recuerdos confundan mi vieja alma y
crea que
aún puedo revivir la que muerto está y sea esa esfuerzo quien
me arrastre
a una muerte anticipada y fatal…
¡ Es mejor dar vuelta la espalda y volver al andar ¡
Mario Beer-Sheva
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