martes, 18 de diciembre de 2012

LA LUCHA INTERMINABLE DE EGIPTO POR LA DEMOCRA

Fuente: The Wall Street Journal- Traducido por Marcela Lubczanski especialmente para el blog de OSA Filial Cordoba Morsi y la Hermandad Musulmana estan operando en una cultura politica formada por decadas de tirania. 13/12/12 por Fouad Ajami Con toda probabilidad, el nuevo proyecto de constitucion de Egipto fue precipitado a traves de una asamblea dominada por los islamistas el mes pasado y enfrentara un referendo nacional este sabado y luego, sera ratificado. Una vez que esto suceda, el Presidente Mohammed Morsi, el lider de la Hermandad Musulmna electo en abril, tendra legitimidad y las urnas de su lado. Que los manifestantes de la Plaza Tahrir nunca pensaron que sus esfuerzos acabarian en el ascenso de la Hermandad Musulmana es un cuento conocido en los anales de las revoluciones. En todo el mundo, los revolucionarios cuentan de rebeliones secuestradas, robadas o traicionadas. Esos 18 dias magicos de protestas que culminaron en el derrocamiento de Hosni Mubarak el 11 de febrero del 2011, no estuvieron destinados a llevar al poder a la Hermandad Musulmana. En verdad, los rivales de la Hermandad—selectos izquierdistas, laicos, figuras politicas que luchaban entre ellos—no habian sido inocentes. Liberados de la tranquilidad de una autocracia arraigada, ellos establecieron la escena para una disputa presidencial que se redujo a una eleccion entre la Hermandad y los feloul (remanentes) del regimen de Mubarak. En retrospectiva, habia sido inutil esperar que la Hermandad leeria su estrecho margen de victoria en la eleccion presidencial como una orden de precaucion y restriccion. Un movimiento engendrado en intriga y conspiracion que trabajo en las sombras durante unas ocho decadas, que conocio prisiones y tortura bajo regimenes politicos de todo tipo, estaba destinado a abarcar demasiado. La Hermandad nunca habia conocido una tradicion genuinamente revolucionaria: Desde su surgimiento a fines de la decada de 1920, sus politicas fueron puro oportunismo. Esta fue la herencia legada por su fundador, un conspirador de nombre Hassan al-Banna, un camaleon que hizo acuerdos con la monarquia aun cuando agitaba contra ella. Su programa, dijo el, se basaba en el Coran y la pistola. Banna fue asesinado por sicarios en 1949, a los 43 años. Pero sus seguidores permanecieron fieles a su vision y metodo. Cuando el ejercito derroco a la monarquia en 1952, la Hermandad penso que habia llegado su hora. Pero el despotismo militar de Gamal Abdel Nasser tenia otros planes. La Hermandad fue proscripta, y muchos de sus adherentes fueron enviados a la horca, mientras que miles fueron enviados a campamentos de prisioneros. Este azote por parte de Nasser marcaria a la Hermandad. En el levantamiento contra Hosni Mubarak, la Hermandad fue evasiva. Mantuvo su distancia de la Plaza Tahrir y cortejo al ejercito. Hizo una promesa que no competiria en la eleccion presidencial, solo para romper esa promesa. Dio garantias que no presentaria una lista completa de candidatos parlamentarios, y esa garantia tambien fue arrojada al viento. La suerte dio a la Hermandad la presidencia—la herida auto-infligida de los liberales que presentaron tres candidatos en la priemra ronda y dividieron sus propias filas. Fue entonces que el poder judicial ataco. Disolvio el parlamento que habia dado a la Hermandad y los salafistas una mayoria decisiva. El poder judicial era dos cosas en una: el bastion de una burocracia laica junto con remanentes de la dictadura de Mubarak. La Hermandad habia prevalecido pero cargaba con ella los reflejos de paranoia y la sospecha que las elites laicas estaban determinadas a robarle sus victorias. La "declaracion constitucional" de fines de noviembre del Sr. Morsi, la cual puso sus decisiones por sobre la revision judicial, fue engendrada a partir de una sospecha que el poder judicial estaba al borde de disolver la asamblea que tenia la tarea de redactar una nueva constitucion. Esta prevencion no fue totalmente erronea. Mujeres y coptos y laicos se habian alejado de la asamblea, dejando a la Hermandad y sus aliados para redactar una constitucion cortada de acuerdo con su propia vision. El Sr. Morsi, reconociendo la oportunidad, ofrecio una promesa al pueblo egipcio: El rescindiria las disposiciones que le dieron poderes extra-judiciales mientras se apegaba al referendo sobre la constitucion. Los egipcios no conocen realmente el equilibrio de fuerzas en su propia patria. El suyo es un pais polarizado, con reformistas y aspirantes a democratas compitiendo por el poder con islamistas y un ejercito aun poderoso. Egipto es encarnado en Mohamed ElBaradei, el ex jefe de la Agencia Internacional de Energia Atomica quien regreso a casa despues de una larga estadia en el exterior, o en el Sr. Morsi? Esas jovenes mujeres que desafiaron la costumbre y prohibiciones y el acoso sexual para tomar una posicion, una y otra vez en la Plaza Tahrir, son hijas fieles de Egipto. Pero tambien lo son las mujeres de la Hermandad Musulmana. Egipto va a ser gobernado por la ley de Sharia del Islam o por el Codigo Napoleonico que ha dominado su cultura judicial? A las urnas les esta siendo pedido que juzguen cismas fundamentales en una cultura profundamente dividida. Este no es tiempo de lamentar el paso de la dictadura. Estas no son fallas de la democracia que nosotros estamos presenciando en Egipto. Estas son las consecuencias tardias de una tirania que saco de los egipcios su sentido de eficacia politica, y los crio en una cultura de conspiracion y de chivos expiatorios. Cuando los matones de la Hermandad Musulmana acusan a los manifestantes contra el Sr. Morsi de ser agentes de embajadas extranjeras, ellos caen en una pagina del libro de juegos de Hosni Mubarak. Durante tres decadas, el depuesto dictador alimento a su pais con este tipo de dieta politica. Esa afirmacion de poderes extraordinarios por parte del Sr. Morsi justo despues que el habia negociado un cese del fuego entre Israel y los señores de la guerra de Hamas fue Mubarak reciclado: moderacion en politica exterior como una coartada para la represion interna. Mientras tanto, el Presidente Barack Obama se entusiasma por el pragmatismo del Sr. Morsi, su historial de ingenieria y la precision de su mente cientifica. Eso, tambien, se remonta a Mubarak. Nuestros funcionarios nunca se percataron del doble juego del dictador de Egipto de ayudar e incitar a una cultura de anti-americanismo y anti-modernismo (y fuertes dosis de antisemitismo) mientras el fingia ser nuestro hombre en las orillas del Nilo. Posandose sobre este gran punto muerto esta el ejercito—arbitro de la vida politica. En agosto, el Sr. Morsi echo a sus mas altos comandantes, dando mando a una nueva generacion de oficiales. Gracias a Di-s, este no es el ejercito implacable y sectario de Bashar Assad de Siria. Es liderado por un cuerpo de oficiales que toma en serio su imagen de si mismo como el "escudo protector del pais." En ese sentido, el nuevo ministro de defensa y comandante de las fuerzas armadas, Gen. Abdel-Fattah el-Sissi, ha pedido a los seguidores del Sr. Morsi y sus rivales laicos que se reunan para "comunicacion humanitaria y coherencia nacional en el amor de Egipto." Amor a un lado, el ejercito ha establecido los parametros: Insistira en sus propios privilegios y autonomia mientras pone al Sr. Morsi y sus rivales sobre aviso que hay limites para su paciencia. Los paises no viven en constituciones. Los habitos y tradiciones heredados forman la vida de las naciones. Las multitudes en duelo que estan tomando las calles egipcias no estan luchando por un documento en su mayoria anodino (uno de sus 236 articulos estipula que "todos tienen el derecho de hacer deportes"). La suya es una gran lucha por esta tierra agobiada pero aun orgullosa, otro capitulo en la lucha interminable e inutil por encontrar una salida a la destitucion y despotismo que han sido su destino durante demasiado tiempo.