miércoles, 17 de julio de 2013

Con el pretexto de islamofobia, prohíben publicar la lista de los terroristas más buscados por el FBI

RUBEN KAPLAN La Oficina Federal de Investigación, Federal Bureau of Investigation, el mítico FBI en su sigla en inglés, es la principal rama de investigación del Departamento de Estado de Justicia de los Estados Unidos que tiene como absoluta prioridad proteger al país de ataques terroristas, sin perjuicio de la realización de otras actividades de enorme relevancia, como neutralizar operaciones extranjeras de espionaje e inteligencia, apoyar al gobierno federal, estatal, local y organizaciones internacionales asociadas, combatir crímenes violentos de conmoción pública y luchar contra la corrupción de los servicios públicos en todos los niveles. Durante mucho tiempo, el gobierno de EE.UU. viene ofreciendo recompensas millonarias para incentivar a los ciudadanos, que van de 1.000.000 hasta 25 millones de dólares por suministrar información que conduzca directamente al arresto o condena de los terroristas internacionales y autóctonos más buscados. Por ello en su portal, el FBI exhibe los antecedentes de ellos, su filiación y nacionalidad, muestra sus fotografías, enumera los diferentes alias que utilizan, los crímenes de los cuales están acusados y advierte acerca de la gran peligrosidad de los perseguidos. Con la finalidad de difundir aún más los rostros de los terroristas, el gobierno norteamericano publicó anuncios en los autobuses de Seattle que decían: “Rostros del Terrorismo Global.” Asimismo, mencionaba la exorbitante suma que percibirían aquellos que aportasen datos fidedignos que coadyuvasen a sus capturas. La plausible idea de hacer conocidas las fisonomías de los extremistas, corroboró la sospecha: 7 de los 16 terroristas más afanosamente buscados por el FBI, proceden de África, 4 de Filipinas, 3 de los EE.UU., 1 de Malasia y 1 de Chechenia. También integran la nómina, yihadistas islámicos procedentes de Egipto, Somalia, Rusia, Sudán y Argelia. A pesar de sus distintos orígenes, todos tienen en común, ser musulmanes. Este dato fue decisivo para que el influyente Consejo de Relaciones Americano- Islámicas (CAIR), sospechado de apoyar y patrocinar a grupos terroristas como el Hamas que gobierna la Franja de Gaza y de lazos con La Hermandad Musulmana (que respalda Barak Obama), dijera que los anuncios eran ofensivos y promovían la Islamofobia. Ryan Mauro en Clarion Project, informó que el director de la filial CAIR en el estado de Washington, Arsalan Buhkari, reaccionó con premura y se reunió con sus aliados no musulmanes, concretamente con la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) para pedir juntos que se prohibieran los avisos en los ómnibus. El director de ACLU, ya había disertado con anterioridad en una velada para recaudar fondos para el CAIR y dado su apoyo y defendido a esta organización a pesar de su vínculo con los Hermanos Musulmanes. Con la intención de frustrar la campaña en los buses que herían la susceptibilidad de los musulmanes, también se involucraron el alcalde de Seattle, Mike McGinn, el congresista demócrata Jim McDermott, quien dijo que los anuncios sólo fomentan el odio hacia los musulmanes, sobre todo teniendo en cuenta que no todo el mundo en la lista de los más buscados es musulmán, la Coalición de Directores Ejecutivo minoritario, Madres por la Responsabilidad de la Policía, la Comisión de Derechos Humanos de Seattle, de la Consejería de Asia y el Servicio de Referencia y la Red de Acción de la fe, entre otros. Otro miembro gravitante que se unió al bloque contra los anuncios del gobierno fue el Sínodo de la Iglesia Evangélica Luterana del Noroeste de Washington, la denominación Luterana más grande en el país. La iglesia es un miembro de la campaña “ hombro a hombro”, una coalición interreligiosa que incluye la sociedad islámica de Norteamérica (ISNA), compañera de CAIR, la entidad ligada a la Hermandad. El ISNA, se jactó de haberse reunido con primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan- partidario de la islamización de su país- en mayo pasado. La presión funcionó. El Agente especial del FBI Fred Gutt dijo que los anuncios fueron derribados como “resultado de nuestro continuo compromiso con la comunidad y los comentarios que estamos recibiendo”. Una vez más, CAIR tuvo éxito al retratarse a sí mismo como la voz de la comunidad musulmana-estadounidense. Sus adversarios musulmanes moderados, como el doctor Zuhdi Jasser del Foro Islámico-Estadounidense de la Democracia, son dejados de lado. Jasser es compatible con los anuncios y dice que “Cuando el FBI pone fotos de las personas que pasan a estar en la lista, las fotos tienen que salir y esas son las más recientes.” “Estoy tratando de averiguar cómo el FBI hace su trabajo y de alguna manera también tiene que estar preocupado por la corrección política.” La caracterización del FBI por su parcialidad contra los musulmanes es un antiguo ejercicio manipulativo de Bukhari y CAIR. En diciembre de 2009, se informó que él aconsejó a los musulmanes no hablar con el FBI. ”No hay nada que ganar en hablar con la policía”, dijo a una audiencia de Somalia en una mezquita. La razón que citó fue la islamofobia. ”Hay demasiadas cosas que les sucedieron a los musulmanes hace poco.” Según un ex miembro estadounidense de La Hermandad Musulmana, Abdur-Rahman Muhammad, se decidió en una reunión privada que el término “islamofobia” debía utilizarse para silenciar a los opositores a la agenda de la Hermandad Musulmana. “Este término odioso no es más que un pensamiento que termina en un cliché concebido en las entrañas de los think thanks musulmanes con el propósito de derribar las críticas.” En 1996, la “Comisión de musulmanes británicos e islamofobia” creó el neologismo “islamofobia”, que significa literalmente “miedo irracional al Islam. Desde entonces, en una clara manipulación, muchos islamistas apoyados por la izquierda y sectores del progresismo, pretenden utilizar el término como si implicara intrínsecamente prejuicio o discriminación contra los musulmanes, tornando a los elementos radicales de estos últimos de victimarios en víctimas. La palabra islamofobia logró un cierto grado de reconocimiento lingüístico y político al punto que el africano Kofi Annan, entonces Secretario General de Naciones Unidas, en diciembre de 2004 presidió una conferencia denominada “Enfrentando la islamofobia” y posteriormente una Cumbre del Consejo de Europa, condenaba la islamofobia. Los norteamericanos desean saber cuáles son los pedófilos, secuestradores y otros criminales que son buscados por el FBI. Pero si se trata de la lista de terroristas más buscados por el FBI y son musulmanes, deben olvidarlo. El Consejo de Relaciones Americano- Islámicas (CAIR) no quiere que lo sepan. Es demasiado ofensivo. -- Rubén Kaplan http://www.rkpress.com.ar/