lunes, 29 de julio de 2013
La República“Prefiero morir a casarme a la fuerza con once años”
Niña yemení denuncia situación en su país
Una niña yemení de 11 años conmocionó la web con un video en el que afirma que "prefiere morir" antes que casarse a la fuerza a su edad. La práctica del matrimonio concertado es común en su país.
En el video publicado en YouTube, la niña, cuya familia trató de forzarla a contraer matrimonio, obtuvo más de un millón de visitas en un solo día. Nada Al-Ahdal confesó que huyó a la casa de su tío ya que sus padres amenazaron con matarla si se atrevía a ir contra su voluntad.
“Me escapé de mi familia. No puedo vivir más con ellos, quiero irme a vivir con mi tío. He logrado resolver mi problema, pero algunas niñas inocentes no pueden resolver los suyos y podrían morir, suicidarse”, afirma la niña según traslada el sitio RT.
“Han matado nuestros sueños, han matado todo dentro de nosotras. Ya no queda nada”, añade en su discurso, que sorprende por la madurez y el modo en el que expone el problema.
Un informe publicado en 2011 por Human Rights Watch denunció que la práctica extendida del matrimonio infantil pone en peligro el acceso de las niñas yemeníes a la educación, perjudica su salud y las mantiene como ciudadanas de segunda clase.
En el artículo titulado “How Come You Allow Little Girls to Get Married?: Child Marriage in Yemen”, se documenta los daños permanentes que sufren las niñas que son obligadas por sus familias a casarse jóvenes, y que luego no tienen control sobre cuándo o cuántos hijos tener, y son además víctimas de violencia doméstica y violaciones.
Según indica www.hrw.org, datos del Gobierno de Yemen y las Naciones Unidas muestran que aproximadamente el 14% de las niñas en Yemen se casan antes de los 15 años de edad, y el 52% lo hacen antes de los 18.
En algunas zonas rurales, hay niñas de apenas 8 años que están casadas. Las niñas a veces son obligadas a casarse con hombres mucho mayores. Los niños rara vez son obligados a contraer matrimonio.
El informe está basado en una investigación de campo en la capital de Yemen, Sanaa, llevada a cabo entre agosto y septiembre de 2010, e incluye entrevistas con más de 30 niñas y mujeres que se casaron cuando todavía eran niñas, miembros de organizaciones no gubernamentales y representantes de los ministerios de Salud y Educación.
Magda T., cuyo nombre fue cambiado en el citado informe para su protección, relató a Human Rights Watch: “Cuando llegué a sexto grado, dejé la escuela para casarme. Ahora, cuando veo a mi hija, me pregunto, ‘¿Quién le va a enseñar?’ Porque yo no puedo. Entendí [el valor de la educación] muy tarde”