miércoles, 31 de julio de 2013

Hezbollah: organización terrorista islámica

CIDIPAL urgimiento, Objetivos y Actividades Zvi Mazel Hezbollah en la mirada de la Unión Europea: Partido político que perdió el rumbo La Unión Europea requirió de 30 años para determinar que, Hezbollah, es una organización terrorista. En la semana que pasó, al anunciar que la incluirá en el listado de organizaciones terroristas, destacó que solo se trata de su brazo armado. Catherine Ashton, designada a cargo de las Relaciones Exteriores de la Unión Europea, agregó incluso palabras de calma para señalar que la Unión continuará su diálogo con la organización. De esa determinación, es posible concluir que la Unión Europea ve en Hezbollah un partido político “que, quizás, descarriló de rumbo y creó un brazo armado pero cabe corregir esa desviación a través del ejercicio de una presión moderada”. Organización basada en la lógica de Khomeini La esencia de la organización es diferente a la concebida por la Unión Europea. Hezbollah fue creada entre los años 1982-1984 como organización terrorista en todo sentido, por iniciativa del Irán de Khomeini. Su objetivo consistía en servir de tobogán o base de acción para Irán en Medio Oriente a los fines de la “revolución islámica” según Khomeini. Es decir, la creación de un gobierno islámico chiita en los países de la región conducido por Irán. De acuerdo a la lógica de Khomeini, basada en el principio del estado gobernado por un guía religioso, Hezbollah ve en el Islam una base ideológica única para la administración del estado y la vida cotidiana del hombre. Hezbollah rechaza, de plano, los otros rumbos de pensamiento (como el nacionalismo árabe o los valores de la izquierda) llamando a la igualdad y la cooperación. La democracia es su principal enemigo y el Corán es la única fuente de la cual, la organización, nutre las bases de su pensamiento. Esa ideología radical incluye, también, la intención de aniquilación de Israel, habiéndose Hezbollah convertido en el amargo enemigo de Israel, desde el mismo día de su fundación. El nombre de Hezbollah se basa en algunos de los versículos más difíciles del Corán que llaman a los fieles a no unirse, bajo ninguna forma ni concepto, a los cristianos o judíos y que el Día del Juicio los ganadores serán solo los creyentes de Alá. El surgimiento de la organización se sostuvo en un grupo de activistas que abandonaron el movimiento chiita Amal, más cercano a Siria del Partido laico Baath. Encabezaba el grupo de desertores, Ibrahim al-Amin, representante del movimiento Amal en Irán, fue el primer vocero de Hezbollah. Los religiosos chiitas de Líbano, que estudiaron en los centros de estudio islámicos de la ciudad de Qom (Irán) y en Nayaf (Irak), fueron socios en los esfuerzos para su creación. Ellos, con su retorno a Líbano, crearon centros para el aprendizaje del Islam chiita. Entre sus alumnos se encontraban Hassan Nasrallah y Naim Qassem quienes, con el tiempo, se convirtieron en Secretario General y vice de Hezbollah, respectivamente. De inmediato, con la creación del primer núcleo del movimiento, durante la primera guerra de Líbano, Irán envió a Líbano, con acuerdo de Siria, cientos de combatientes de la Guardia Revolucionaria para entrenar a la nueva milicia chiita y orientar su rumbo. La acción iraní incluía, la guía de los soldados de la organización y sus comandantes, como también a los jóvenes de la comunidad chiita, la biblia de la revolución islámica de Khomeini. La actividad, llevada a cabo principalmente al sur de Líbano, el suburbio de Beirut poblado de chiitas, quedó comandada por las manos leales del embajador de Irán en Damasco, Ali Mohtashami, designado ministro del Interior en Irán, con atribuciones especiales para la administración de las acciones de Irán por medio de Hezbollah, en Líbano y Palestina. Objetivo: creación de una república chiita según el modelo iraní en Líbano El primer objetivo fue aprovechar el ingreso de las FDI a Líbano y la confusión surgida por la creación de la república islámica, según el modelo iraní en Líbano, conducido por Hezbollah, destinado a otorgar a Irán libertad de acción en todo Medio Oriente. Si bien Hezbollah inició, bajo diferentes nombres y, entre ellos, “los reprimidos sobre la tierra”, una serie de operativos terroristas impresionantes, logró hacer estallar las bases de la marina y de las fuerzas francesas, enviadas a separar entre los grupos en la guerra civil. En esa acción murieron 240 marines y 63 soldados franceses. La segunda tragedia de Tiro, fue vinculada a Hezbollah, como también los secuestros de civiles extranjeros, perpetrados a los fines de liberar a los miembros de la organización apresados y para imponer el terror sobre Occidente. Hezbollah se negó a recibir la base étnica para el gobierno en Líbano Ese modo de acción, obligó al enfrentamiento con el sistema político étnico que gobierna Líbano y, en especial, el debilitamiento del movimiento Amal, competencia de Siria. Ese estado alcanzó un status reconocido de potencia, con intereses en Líbano, a partir de su intervención en la guerra civil y en base al Acuerdo de Taif, que selló el fin de la guerra y reconfirmó la base étnica para el gobierno en Líbano. El Acuerdo de Taif (1989) impuso a todas las milicias el desmantelamiento de sus armas y el rol de seguridad del estado al ejército. Siria: sendero de tráfico de armas desde Irán hacia Hezbollah Hezbollah se negó a aceptar la ley después de salir reforzado militarmente de todas las batallas que librara contra Amal. Su milicia era la más fuerte, después de haber sido equipada, financiada y entrenada por los iraníes, que invirtieron enormes montos de dinero. Hezbollah supo pulsar los sentimientos de los libaneses y las masas árabes, auto declarándose movimiento de resistencia, que protege a Líbano del enemigo israelí y que trabaja para su eliminación del territorio de Líbano. Luego, surgió un acercamiento entre Irán y Siria, al principio, durante la guerra Irán-Irak, en el marco de un complejo conflicto entre el Baath sirio y el Baath iraquí y después, con la incorporación de Siria a la coalición contra Saddam Hussein en la primera guerra del Golfo, de tal modo que se creó un puente firme, entre Irán y Hezbollah a través de Siria, que se convirtió en sendero de tráfico de armas, misiles y equipamiento de avanzada para Hezbollah en Líbano. Hezbollah fue reforzándose militarmente sin encontrar ninguna fuerza militar ante sí en Líbano capaz de desmantelarlo de su armamento. Se transformó en un estado dentro de otro estado. Con ello, los sunitas, cristianos y ocasionalmente los drusos, no abandonaron el problema a sabiendas que amenaza la integridad e independencia de su tierra. Las armas de Hezbollah y sus vinculaciones con Irán se volvieron un tema central en el sistema político libanés y surgió a debate en todos los gobiernos y, en especial, en el marco de lo que es llamado el diálogo nacional, que trata de los temas centrales de Líbano, surgidos de su complejidad étnica pero que nunca alcanzan una solución. Difusión de la revolución iraní y el terrorismo por el mundo Bajo instrucciones de Irán, la organización llevó adelante y al mismo tiempo, una serie de sistemas. Creó células en los países del Golfo, en India, Pakistán, América Latina y Europa, siendo el objetivo la exportación de la revolución iraní al mundo. Hezbollah completó sus necesidades de financiamiento con el comercio de drogas en América Latina. Las acciones terroristas se concretaron contra Israel (incluso después de su retirada de Líbano), por medio del lanzamiento de Katiushkas hacia el norte del país, la penetración de terroristas, el secuestro de soldados de las FDI y los intentos por crear redes terroristas dentro de Israel. Esa actividad provocó fuertes enfrentamientos entre Israel y Líbano, como las operaciones de los años 1993 y 1996 y la Segunda Guerra de Líbano (2006), en el transcurso de la cual, Hezbollah lanzó 3500 misiles sobre los pueblos y ciudades de Israel. En el exterior, Hezbollah hizo explotar en 1992 el edificio de la embajada de Israel en Buenos Aires y tres años después la sede de la comunidad judía. Los hombres de Hezbollah estuvieron involucrados también, en la agitación contra el gobierno en los países del Golfo Pérsico y sus activistas detenidos en Kuwait y Bahréin, que declaró a Hezbollah como organización terrorista. En los últimos años, Hezbollah estuvo involucrado en la ayuda a las tribus del norte de Yemen que se levantaron contra el gobierno central. En 2009, fue puesta al descubierto una célula de Hezbollah en Egipto, siendo su intención provocar el caos en Sinaí y en la zona del Canal de Suez para debilitar a Egipto de Mubarak, que fuera la punta de lanza del mundo árabe contra Irán. Toma del sistema político libanés y asesinato de Rafic Hariri Desde 1992, Hezbollah comenzó a infiltrarse en el sistema político, entendiendo que su poder militar impondría temor en las fuerzas políticas y podría balancear el rumbo para gobernar Líbano a través de las urnas y por medio de maniobras políticas, respaldadas por el terror violento. En las elecciones de 1992 logró provocar el nombramiento de nueve miembros al parlamento en el marco de la presentación de candidatos sobre una base étnica. De allí que se convirtió en actor en el parlamento, se unió al partido Amal y creó una alianza con uno de los movimientos cristianos más importantes, conducido por el general Michel Aoun. En 2005, Hezbollah se vio involucrado en el asesinato del ex primer ministro de Líbano, Rafic Hariri y luchó, en el tribunal internacional creado para investigar y juzgar a los acusados. Después que se librara la orden de captura contra cuatro de sus activistas, anunció que de ninguna manera serían encerrados. Hezbollah, a pesar de sus pesadas pérdidas, salió reforzado de la Segunda Guerra de Líbano y, sus vínculos con Irán, potenciados. Irán financió una parte de la reconstrucción del sur de Líbano e incrementó el tráfico de armas y misiles hacia Líbano en cooperación con Siria. Hezbollah no atribuyó ninguna importancia a la resolución 1701 del Consejo de Seguridad (que puso fin a la Segunda Guerra de Líbano y determinó que el ejército de Líbano es único soberano en todo el estado, incluido el sur y que Hezbollah debe ser desmantelado de sus armas). Hezbollah violó, sin ninguna respuesta por parte de Occidente, tanto el Acuerdo de Taif como las resoluciones 1559, 1680 y 1701, de los que surge firmemente la necesidad de su desarme. Incentivado por su poder ascendente, aumentó sus presiones sobre el sistema político, incluida la calle, con sanciones violentas y con una huelga en el centro de Beirut, que paralizó la economía del país. Exigía obtener del gobierno (con su tercio asegurado) “dar expresión a la oposición” y enfrentando las decisiones en su contra. Luego, ingresó a una oposición violenta con el gobierno de Fouad Siniora y sus fuerzas asaltaron el oeste de Beirut, después de revelarse que creara una red de comunicación independiente y que supervisara el aeropuerto de Beirut. Siniora se rindió y los ministros de Hezbollah ingresaron al gobierno. En las elecciones de 2009, Hezbollah y sus aliados recibieron 57 bancas en el parlamento frente a 71 para la mayoría sunita-cristiana-drusa y la organización se vio obligada a aceptar el gobierno de Saad Hariri, que también admitió una versión en la que Hezbollah y sus aliados mantengan un tercio de los ministros del gobierno. A continuación, la organización destituyó al gobierno de Saad Hariri y creó uno nuevo, bajo la conducción de Najib Mikati, manteniendo Hezbollah y sus aliados con 18 (de un total de 30), ministerios. Mikati que pensó poder llevar adelante ese gobierno, comprendió su error, renunció hace algunos meses y dejó a Líbano en una crisis irresuelta. El primer ministro designado es Salam Tammam, quien aún no logró conformar gobierno. Hezbollah penetra también en Europa Durante todo ese período, Hezbollah continuó con sus actos terroristas en el exterior. En los últimos años fueron atrapados sus terroristas, involucrados en los preparativos de atentados terroristas en Tailandia, Turquía, Azerbaiyán y Chipre. En Bulgaria, fueron descubiertos solo después de haber perpetrado un ataque, en el que murieron cinco turistas israelíes y un ciudadano búlgaro. Los países de la Unión Europea, tampoco están a salvo de Hezbollah y, de todos modos, parece que el involucramiento de la organización en la lucha junto a Assad, dio vuelta la cuchara en la Unión Europea, que – al final- declaró al brazo armado, como organización terrorista. En ese contexto cabe destacar que no se trata de una organización que funciona de manera transparente. Los miembros del parlamento y los ministros conocidos por el público, llegaron al poder, en especial en el marco de acciones violentas de Hezbollah y sirven solo de cobertura para el verdadero rol de la organización. Su sistema militar terrorista, base de su existencia, funciona en cooperación con la Guardia Revolucionaria iraní y su jerarquía no es conocida. Imad Mugniyeh, que fuera eliminado en Damasco hace tres años era, en apariencia, el comandante de ese sistema. La organización Hezbollah no es sino una paralela chiita de al-Qaeda. Fue fundada para ayudar a Irán a imponer el islam en el mundo por el camino del terror, debido a que no hay otro modo de alcanzar ese objetivo. Las extensas dudas de la Unión Europea para definir a la organización toda como terrorista, solo aumentó su fortaleza y la de Irán, transmitiendo un mensaje al Islam radical sobe la posibilidad de enfrentarse a Europa y ganar. Fuente: Jerusalem Center or Public Affairs