martes, 9 de julio de 2013
EGIPTO NO ES MODELO PARA LOS PAISES DE LA PRIMAVERA ARABE
Fuente: The Wall Street Journal- Traducido por Marcela Lubczanski especialmente para el blog de OSA Filial Cordoba
por Margaret Coker
3/7/13
Cuando la revolucion de Egipto derroco al Presidente Hosni Mubarak, muchos en la region esperaban que la mas populosa nacion arabe, con su larga historia de liderazgo regional, probaria ser un modelo para las transiciones de la autocracia a la reforma democratica. Pero como ha resultado, cuando Egipto se convulsiona ya hace dos años, otros paises de la Primavera Arabe han forjado sus propios caminos a la democracia.
Aunque Libia, Tunez y Yemen—paises que tambien han llevado a cabo exitosamente cambios de regimen durante los ultimos dos años—han cometido sus propios errores desde que cayeron sus lideres autoritarios y nuevos gobiernos han asumido, casi ninguno ha mirado a Egipto en la esfera politica o de seguridad, a pesar de los intentos de Egipto por etiquetarse como el modelo a emular por parte de otras naciones arabes.
En algunos aspectos, todas estas naciones arabes post-revolucionarias son similares: Cada una tienen una amplia gama de partidos politicos islamistas y liberales compitiendo por el poder. Cada una tiene que lidiar con economias escleroticas que son un legado de gobernantes autoritarios corruptos y oligarquicos.
Pero muchos arabes, tanto votantes fuera de Egipto tanto como analistas y politicos, han estado hace tiempo cautos de la agenda de la Hermandad Musulman en Egipto y a traves de la region, tanto como del rol que han asumido las agencias de seguridad de la nacion mas grande desde el derrocamiento del Sr. Mubarak. Eso ha provocado que actores politicos en otros paises distintos de la Primavera Arabe viren hacia caminos politicos diferentes de los de Egipto.
Por ejemplo, el verano pasado los libios rechazaron a sus propios partidos politicos islamistas, en parte como una reaccion contra lo que percibieron como un historial negativo del partido afiliado a la Hermandad de Egipto. Ellos tambien han resistido a las tomas del poder por parte de lideres de las milicias armadas, con muchos libios temiendo un nuevo golpe como el que llevo al poder a su caudillo Moammar Gadhafi en 1969.
En Tunez, por su parte, el partido islamista moderado gobernante Ennahda, cuando se vio enfrentado con una crisis de gobierno anteriormente esta primavera similar al que ha estado gestandose en Egipto durante meses, tuvo exito en comprometerse con partidos liberales para crear un nuevo gobierno de coalicion—algo en lo que fallaron el Presidente Mohammed Morsi y sus partidarios. Ese compromiso evito al partido islamista ser barrido a un lado y que sean llamadas nuevas elecciones.
"Egipto no es nuestro gran hermano ni modelo. Somos lo suficientemente sabios como para aprender de sus errores y no seguirlos," dijo Abdelhamid Aljallasi, un vocero de Ennahda.
Sin dudas, otras naciones de la Primavera Arabe no han tenido una marcha facil a partir del derrocamiento de sus propios caudillos a su actual estado, al cual politicos en Tunez, Libia y Yemen describen distintamente como alcanzando desde la transformacion caotica a los dolores de parto de la democracia.
A cada uno de estos otros paises post-revolucionarios le ha sido evitado el enfrentamiento que ha tenido lugar esta semana en Egipto entre las viejas agencias de seguridad no reformadas y los nuevos lideres de la Hermandad Musulmana, dos partes opuestas que durante decadas han estado en conflicto.
Libia, por ejemplo, no tiene un ejercito en pie y unificado para intervenir en politica, como ha sucedido en Egipto—lo cual ha provocado al estado norafricano sus propios dilemas, mientras sus problemas de seguridad son culpados por los ataques contra objetivos americanos el año pasado en Bengazi y la proliferacion de armas a traves de la region.
Yemen, mientras tanto, tambien tiene una pletora de facciones militares rivales cuyo equilibrio de poder ha llevado al actual acuerdo de poder compartido por parte de los señores de la guerra, ex generales, lideres de la oposicion y ex miembros del partido gobernante que termino el derramamiento de sangre, en vez de exacerbarlo.
El ejercito de Tunez se ha mantenido fuera de la esfera politica tambien, desde el dia en que sus generales ayudaron a obligar al ex Presidente Zine el Abidine Ben Ali a dejar su puesto en enero del 2011, el primero de la marea de levantamientos politicos que caracterizaron a la Primavera Arabe.