miércoles, 10 de julio de 2013
PRESENCIANDO UN GOLPE EN EGIPTO
Fuente: The Wall Street Journal- Traducido por Marcela Lubczanski especialmente para el blog de OSA Filial Cordoba
3/7/13
por Eric Trager
Al final del largo paseo que lleva al palacio presidencial egipcio en el norte de Cairo, un teniente de policia uniformado se unio a muchos miles de manifestantes en exigir el derrocamiento del Presidente Mohammed Morsi el miercoles a la tarde. Fue una vista bizarra: la notoriamente abusiva fuerza policial de Egipto estuvo entre los principales objetivos del levantamiento del 2011 que depuso al Presidente Hosni Mubarak. Ahora, escasos dos años mas tarde, oficiales uniformados se pararon junto a los mismos manifestantes que una vez habian sido el objetivo del gas lacrimogeno de la policia.
"Esta es la mejor revolucion que alguna vez sucedio en la historia de nuestro pais entero", me dijo el teniente. "Reunio a todos los tipos de personas—la policia, el ejercito, todo el pueblo egipcio, y los jueces." Pero si el Presidente Morsi no se baja, pregunte, dejaran las calles y continuaran reportandole a el? "Si el no se baja", contesto el policia, "aun estamos con el pueblo."
La participacion abierta de la policia en el levantamiento masivo que catalizo el golpe militar deponiendo al Sr. Morsi del poder apenas horas mas tarde refleja la naturaleza minuciosamente no democratica de los acontecimientos politicos de esta semana en Egipto. Pero la rebeldia de los oficiales tambien ilustra la razon misma por la cual era inevitable el colapso del gobierno de Morsi: el Sr. Morsi practicamente no ejercio control real sobre las instituciones estatales, especialmente el ejercito y la policia, y era cada vez mas un presidente de nombre solamente.
El punto de inflexion en la presidencia del Sr. Morsi llego el 22 de noviembre, cuando el reclamo autoridad ejecutiva sin control a traves de una declaracion constitucional y, semanas mas tarde, embistio con una constitucion islamista a traves de la ratificacion. Cuando estallaron protestas masivas en respuesta, el Sr. Morsi y sus colegas de la Hermandad Musulmana enviaron a cuadros de la Hermandad para atacar a los manifestantes, y siete personas fueron asesinadas en la lucha.
"La constitucion fue el punto de quiebre," me dijo Magda Yaacoub, una manifestante en sus cincuenta y pico largos, en la Plaza Tahrir el martes. Una mujer sentada en una silla plastica al lado de ella concordo. "Este fue el dia en que decidimos que no podiamos soportarlo ya mas", dijo. Es una posicion ampliamente sostenida: En los meses que siguieron, las grandes y violentas protestas fueron tan frecuentes como generalizadas.Para enero, el caos en aumento obligo al ejercito a asumir el control en tres ciudades del Canal de Suez.
La Hermandad se cuenta una historia muy diferente—y en gran medida fantasiosa. En la opinion de los Hermanos, el Sr. Morsi heredo una situacion casi imposible al asumir el cargo, y una amplia coalicion de fuerzas nefastas conspiro para asegurar su fracaso.
"Algunos de ellos son personas que no entienden lo que esta sucediendo," me dijo el miercoles a la mañana Mohamed Sudan, un funcionario de relaciones exterires en el partido politico de la Hermandad. "Estan tambien los medios de comunicacion... algunos de ellos odian a los musulmanes. Algunos de ellos son cristianos que estan atemorizados del poder de la Hermandad, o de los musulmanes estando en el poder. Y algunos de ellos—la mayoria—son del regimen anterior."
Los Hermanos Musulmanes me dijeron rutinariamente en las ultimas semanas que a pesar de las filas de horas de duracion para combustible, multiples cortes diarios de energia y precios en aumento de los alimentos, el Sr. Morsi de hecho fue un presidente exitoso.
"La vida ha mejorado para la mayoria de la gente," me dijo un miembro Hermano Musulman algunas semanas atras mientras tomabamos te en las oficinas de la organizacion en un tranquilo suburbio de Cairo. "Los pobres hacen mucho mas dinero. La clase media esta tambien mucho mejor. El problema, sin embargo, es que algunos de los ricos no estan haciendo tanto dinero como solian, y ellos estan financiando la campaña contra el presidente."
La creencia de los Hermanos en la victimizacion del Sr. Morsi solo aumento el domingo, cuando millones de egipcios se arrojaron a las calles para exigir su remocion. En respuesta, la Hermandad inicio un acampe de protesta propio fuera de la mezquita Rabaa al-Adaweya en el norte de Cairo. Miembros de la Hermandad Musulmana fueron llevados en autobus desde todo el pais para reforzar los numeros. Cuando la policia se nego a proteger la sede de la Hermandad, la cual fue posteriormente saqueada e incendiada, el grupo comenzo a organizar sus cuadros en improvisadas unidades vigilantes, equipandolos con cascos y bastones.
"Nos quedaremos hasta que Morsi tenga pleno poder," me dijo Imad Mustafa, un Hermano Musulman de Fayoum, una ciudad al sudoeste de Cairo. "O morimos."
Pero lejos de demostrar fuerza, la respuesta de la Hermandad a las protestas anti-Morsi solo reforzo la incompetencia absoluta de la organizacion. A pesar de la reputacion de la Hermandad de ser capaz de movilizar enormes cantidades de simpatizantes, la organizacion finalmente se las arreglo para ocupar solo una plaza publica. Mientras tanto, incontables miles de manifestantes desbordaron dos plazas solo en Cairo, y docenas de otros en ciudades y pueblos a traves de Egipto.
Los batallones aficionados de la Hermandad, los cuales ellos describirian seguramente como milicias amenazantes, apenas inspiraron miedo. Algunos de los aspirantes a combatientes llevaban tres ramas en vez de bastones. En una formacion que vi fuera de la mezquita Rabaa al-Adaweya, el paquete estaba siendo liderado por un Hermano Musulman que no podia haber tenido mas que cuatro pies de altura.
En las protestas anti-Morsi durante el miercoles, la atmosfera era alegre. "Terminaremos el juego", me dijo un manifestante llamado Maikal Adel en la tarde en la Plaza Tahrir, en medio de una atmosfera carnavalesca que incluyo tambores, toque de cuernos y montones de pochoclos que estaban siendo comidos. "Hoy sera el ultimo dia."
Y cuando el Ministro de Defensa Abdel Fattah Al Sisi anuncio el derrocamiento del Sr. Morsi esa noche, la gente en la plaza Tahrir dejo salir una ovacion ensordecedora. Los hombres en el hotel donde yo observe el anuncio se abrazaron. Con el primer presidente islamista de Egipto ahora fuera del cuadro, un hombre de edad mediana susurro para si mismo, "Allahu akbar."
Apenas un año atras, yo presencie una celebracion muy diferente en Tahrir—una que incluyo cantos de "Allahu akbar" mucho mas apasionados—cuando el Sr. Morsi fue declarado el ganador de las elecciones presidenciales del 2012 de Egipto. Las masas que abarrotaban la plaza en ese dia buscaban un proyecto teocratico inequivocamente. El hecho que el Sr. Morsi hiciera poco progreso en implementar la ley de Shaira puede ser el fracaso mas memorable de su mandato.
El "fracaso"—Los manifestantes del miercoles a menudo gritaron la palabra en arabe cuando describian al Sr. Morsi—creo las condiciones que hicieron insostenible su presidencia y finalmente pusieron a Egipto al borde del abismo. La forma poco democratica en la cual el fue depuesto complicara significativamente las campañas para crear consenso en Egipto durante los dias y meses por delante. Pero dada la profundidad de los problemas de Egipto, la suerte de la democracia no estuvo mucho en las mentes de los manifestantes que ayudaron a derrocar a un presidente.
El Sr. Trager es el miembro Proxima Generacion en el Instituto Washington para Politica del Cercano Oriente.