jueves, 22 de agosto de 2013
EN EL MUNDO ARABE, ESTADOS UNIDOS TIENE POCA INFLUENCIA
Fuente: Los Angeles Times- Traducido por Marcela Lubczanski especialmente para el blog de OSA Filial Cordoba
por Doyle McManus
Agosto 10, 2013
La "Primavera Arabe" puede no haber tenido exito en llevar democracia al Medio Oriente. Pero ha proporcionado poderosa evidencia de un fenomeno diferente: la ilusion de la influencia americana sobre gobiernos que una vez consideramos nuestros clientes.
Tomemos Egipto. Antes del 2011, los gobiernos de Bush y Obama trataron de empujar al autocrata Hosni Mubarak hacia la democracia; Mubarak ignoro el consejo. El año pasado, el gobierno de Obama imploro (gentilmente) al electo libremente Mohamed Morsi para que haga mas inclusivo su gobierno de la Hermandad Musulmana; Morsi ignoro el consejo. Ahora las fuerzas armadas de Egipto han asumido el poder y Estados Unidos esta suplicando al Gen. Abdel Fattah Sisi que se restrinja de reprimir muy duro. El cumplira? Probablemente no. Que sucedio a nuestra influencia como superpotencia?
Si podia esperarse que Estados Unidos tenga influencia sobre alguna institucion en el mundo arabe, esa seria el gobierno de Egipto, el cual recoge 1,6 mil millones de dolares anuales en ayuda americana.
Pero dos factores han disminuido la influencia que Estados Unidos obtuvo una vez al repartir ayuda exterior: menos dinero y mas competencia.
En primer lugar, 1,6 mil millones de dolares no compran lo que solian comprar. La ayuda americana ha estado disminuyendo durante la mayoria de la carrera de Sisi. Ajustados por la inflacion, los 1,6 mil millones de dolares de este año son apenas un tercio de lo que Estados Unidos gastaba en ayuda a Egipto en 1986.
La porcion militar de esa ayuda anual, 1,3 mil millones de dolares, va en su mayor parte para comprar aviacion y tanques hechos en fabricas de Estados Unidos; la parte no militar, u$s250 millones, es poco mas que una gota en el mar para la economia en expansion de Egipto. Sisi y otros egipcios saben esto muy bien — pero los politicos americanos a menudo suenan como si no lo hubieran advertido.
Y otras potencias han intervenido para llenar la brecha. El mes pasado, Arabia Saudita, los Emiratos Arabes Unidos y Kuwait anunciaron que estaban apresurando u$s12 mil millones en ayuda economica para Egipto para ayudar al regimen militar a estabilizar la economia. Esas monarquias del golfo tenian un programa tambien; ellas temen a la Hermandad Musulmana; no anhelan la restauracion de la democracia, y estarian perfectamente felices si Sisi reprimiera duro. Si la ayuda exterior crea influencia, los u$s12 mil millones de los jecatos triunfan comodamente por sobre nuestros u$s1,6 mil millones.
Aparte, la influencia exterior en paises luchando hacia la democracia es una espada de doble filo. El gobierno de Obama se las ha arreglado para alejar a ambas partes en la batalla politica de Egipto; la Hermandad Musulmana piensa que Estados Unidos conspiro para socavarla, y el ejercito y sus seguidores laicos dicen que Estados Unidos esta siendo muy duro con Sisi ahora. Todas las partes, incluyendo Sisi, se proyectan como nacionalistas; parecer inclinarse ante los deseos de Estados Unidos no ayudara al general a mantener su altisima popularidad.
En cualquier caso, las apuestas para los egipcios son demasiado altas como para que el consejo americano cuente mucho. "Somos un elemento marginal," destaca Steven A. Cook, un estudioso de Egipto en el Consejo sobre Relaciones Extranjeras. "Si eres un lider egipcio, una de tus mejores estrategias politicas precisamente ahjora es pegarla a Washington."
Y eso es precisamente lo que esta haciendo Sisi. "Volviste tu espalda a los egipcios, y ellos no pueden olvidar eso," dijo el la semana pasada al Washington Post. "Hablar mucho sobre ayuda y ayuda americana realmente daña nuestro orgullo y dignidad… [pero] si los americanos quieren cortar la ayuda, pueden."
El escozor del general reflejo otra paradoja: Como influencia, la ayuda exterior puede ser dificil de usar. Amenazar con cortar la ayuda militar puede ser una forma util de obtener la atencion de los lideres egipcios; pero de hecho, reducir la cooperacion militar podria dañar los intereses americanos tanto como los de Egipto — no solo en mantener la paz con Israel, sino tambien en campañas contraterroristas a traves del mundo arabe. Ese es el motivo por el cual la Casa Blanca de Obama se alejo rapidamente de la tentacion de llamar a la asuncion del poder por parte de Sisi un golpe y congelar la ayuda americana. En su lugar, fue dejado para el Secretario de Estado John F. Kerry categorizar la accion del ejercito en esta forma: "De hecho, ellos estaban restableciendo la democracia."
Para los egipcios, el mensaje era conocido, aunque no completamente claro: Durante dos decadas, los politicos americanos habian amenazado con retirar la ayuda si las cosas no cambiaban, pero ellos nunca se atrevieron a apretar el gatillo. Esta vez es improbable que sea muy diferente.
Los mismos limites se aplican, en diferentes proporciones, a la politica americana en otras partes del mundo arabe. En el año 2012, Obama propuso importante nueva financiacion para apoyar a las democracias arabes nacientes; la mayoria del dinero nunca llego. "Estamos respondiendo a acontecimientos de consecuencia historica con el equivalente del cambio que podemos encontrar en los cojines del sofa," dijo Tamara Cofman Wittes del Centro Saban de la Institucion Brookings, quien manejo programas de ayuda a la democracia en el Departamento de Estado.
Eso no significa que Estados Unidos no tenga influencia sobre los acontecimientos en el mundo arabe. Apenas significa que tenemos menos influencia que la que imaginamos a menudo — y la fuente de nuestra influencia puede no ser del tamaño de los cheques que escribimos.
"Tenemos influencia, pero no esta donde creemos que esta," dijo Wittes. "Lo que ellos quieren es reconocimiento internacional. Ellos quieren estar conectados con el resto del mundo. Y quieren nuestra bendicion. Esa puede ser nuestra influencia mas eficaz."