martes, 27 de agosto de 2013

**El Hombre Cambiado**

**El Hombre Cambiado** La escucho hablar y me pregunto: ¿con quien se confundió, esta mujer? Usted le está hablando al hombre equivocado. Un error podemos tener, pero usted habla de un amor, que no existe o que nuca existió. El hombre que usted busca, no soy yo. Yo amo a las plantas y a las flores y no a los perfumes envasados, con lindos aromas, pero sin pensamientos ni sentimientos. Amo a los niños y no me molesta sus juegos y ruidos. Amo a la vida, que no siempre es justa, pero que da muchas oportunidades de felicidades a conseguir, a disfrutar y recordar. Amo al amor, que no se compra ni se vende, que no es pasión, de un tiempo, que se enfría y sólo cenizas quedan, amo al amor sano y sincero y que los años echan raíces, que contienen los vientos y los malos momentos, para sobrevivir, a cualquier tempestad. Por eso le digo, señora, usted me está confundiendo. No recuerdo haberla conocido y si así, fuera, le pido disculpas por haberla tratado. Usted es una hermosa mujer, pero bello puede ser el papel, que envuelve el regalo y al desenvolver nos encontramos con una belleza, sin alma y sin corazón y por dentro no hay el lujo, el sentimiento el amor. Le deseo suerte en su búsqueda, señora y le aconsejo que retroceder en su vida, buscando otro camino. Seguramente será un camino difícil, pocas flores y muchas espinas. Quizás con las flores podrá hacerse una corona, que adorne su cabeza. ¿ Y si en lugar de flores, serían laureles ? ¡ Usted luciría como una reina, con corona, de conquistadora ! Mario Beer-Sheva