miércoles, 28 de agosto de 2013
Por. Lic. Adrián EpsteinHace 41 años se iniciaron los Juegos Olímpicos de Munich, recordados por el Setiembre Negro
Un 26 de agosto de 1972 se inauguraban en Munich los Juegos de la XX Olimpíada. El evento deportivo más importante, que debería ser una fiesta de la Paz y unión entre los pueblos, fue ensombrecido por la acción del terrorismo.
El 5 de setiembre, once integrantes del equipo olímpico israelí fueron tomados como rehenes y asesinados por un comando palestino autodenominado Setiembre Negro.
Los 11 deportistas israelíes fallecidos fueron el entrenador de lucha libre Moshe Weinberg, los halterofilistas Yossef Romano, Ze’ev Friedman y David Berger, el juez de pesas Yakov Springer, los luchadores Eliezer Halfin y Mark Slavin, el árbitro de lucha libre Yossef Gutfreund, el entrenador de tiro Kehat Shorr, el entrenador de esgrima Andre Spitzer, el entrenador de atletismo Amitzur Shapira además del oficial de la policía alemana Anton Fliegerbauer.
Los Juegos fueron suspendidos por solo un día (el 5 de setiembre), pese a que mucha gente pidió su cancelación. El argumento esgrimido por los directivos del Comité Olímpico Internacional fue que los terroristas no podían condicionar la continuidad de los Juegos. Solamente se izaron a media asta la bandera olímpica y las de los países que participaron, menos las de los países árabes que no aceptaron.
Luego, en esos mismos Juegos se producirían otros hechos deportivos históricos como la colección de medallas del nadador Michael Spitz o la victoria en la final de básquetbol más discutida de la historia de la Unión Soviética sobre Estados Unidos, que por primera vez se vio privado de la medalla de oro en dicha disciplina.
Pero todo esto que sería lo más deseable de recordar fue empañado por la acción del terrorismo.