martes, 27 de agosto de 2013
LA LOCURA DEL REY ERDOGAN
Fuente: Commentary- Traducido por Marcela Lubczanski especialmente para el blog de OSA Filial Cordoba
20/8/13
por Emanuele Ottolenghi
Desde que el primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan invito a Hamas a Estambul en el año 2006, poco despues que la organizacion terrorista islamista gano las elecciones parlamentarias en la Autoridad Palestina, las relaciones entre Israel y Turquia se han deteriorado.
Erdogan ha explotado en forma repetida el tema palestino para anotar puntos de propaganda tanto en casa como con los publicos arabe y musulman y ha sacrificado una alianza estrategica por su orgullo, especialmente despues de la incursion israeli en Gaza a fines del 2008 y el asunto del Mavi Marmara. Por que Erdogan daria golpes bajos a Israel ha sido discutido repetidamente aqui y en tras partes y no hace falta reflotarlo.
Pero mientras su feroz discurso coqueteo cada vez mas con el lexico anti-Israel, hubo poca oposicion dentro de Turquia a este asepecto del estilo revoltoso de Erdogan en el escenario internacional. Aun cuando el llevo su animo personal a un debate con el presidente israeli Shimon Peres, a quien el abandono abruptamente en escena en Davos, o cuando el busco venganza contra Israel en la OTAN buscando excluir a Israel de los programas de dialogo mediterraneo de la OTAN, o cuando el establecio un tribunal ilegal contra personal militar israeli en Estambul, pocos se atrevieron a llamar a esta tendencia por su nombre: locura politica y una herida auto-infligida.
Como si uno pudiera actuar irracionalmente en un frente mientras es razonable en todos los otros frentes, la sociedad turca continuo respaldando a Erdogan. Despues de todo, sus politicas regionales parecieron pagar brevemente dividendos–la economia de Turquia estaba en auge, el comercio con Iran estaba en auge, las relaciones con Siria estaban descongelandose, y la popularidad a traves del mundo arabe por posicionarse contra Israel dio a Turquia la breve ilusion que podria recuperar su rol de guia regional perdido a fines del Imperio Otomano.
La locura, lamentablemente, no puede ser compartimentada. El ultimo estallido de Erdogan–en el cual el, como señalo Michael Rubin, acuso a Israel de estar detras del golpe militar de Egipto mientras citaba como prueba una conversacion publica entre el intelectual frances Bernard Henri-Levy y la ministra de justicia israeli, Tzipi Livni, de dos años atras (cuando ella de hecho estaba en la oposicion)–es el acne de una mente conspirativa que ha perdido contacto con la realidad. Asi lo fue, por cierto, la incesante y obsesiva acusacion, expresada por Erdogan y algunos de sus ministros alla por junio, que las protestas del Parque Gezi fueron orquestadas por agentes extranjeros.
Los turcos deben abrir sus ojos ante el hecho que la obsesion de Erdogan con las conspiraciones es un reflejo de un hombre que es incapaz de mirar a la realidad a los ojos–y los resultados cada vez mas desastrosos en politica exterior de sus decisiones son uno con este esquema de pensamiento, por no hablar del daño que el ha infligido a las normas democraticas turcas. La decision de Turquia de coquetear con Iran y la Hermandad Musulmana, apoyar a los rebeldes islamistas en Siria, echar a los perros la relacion estrategica con Israel, e incrementar las tensiones por Chipre, todas estan saliendo mal.
Fue facil menoscabar su postura anti-Israel como astuta o excentrica cuando la politica exterior de Turquia parecio a punto de conquistar un exito tras otro. Ahora que todo esta terminando en fracaso, quizas la sociedad turca pueda ver que un hombre que busca conspiraciones oscuras en todas partes no servira bien a su pais–y que el daño que el hizo a la relacion entre Israel y Turquia es parte integrante del daño que el esta causando al pais como un todo.