jueves, 29 de agosto de 2013
Teshuvá: misión imposible
PERASHÁ: NITZABIM-VAIELEJ - BHN"V
Todos los años la misma artimaña. La misma excusa. Tratamos y tratamos nuevamente pero al final nunca lo logramos. ¿Por qué no? Una razón es porque nunca aprendimos cómo hacer teshuvá realmente. La persona que no sabe cómo ponerse los Tefilín, no cumplirá con esta mitsvá. Aquel que no haya aprendido Hiljot Shabat, nunca lo cumplirá como corresponde (Jafetz Jaim introducción al volúmen 3 de Mishna Berurá). Es por esto, que uno debe estar muy familiarizado con “Hiljot Teshuvá” para lograrlo.
El Rambám enumera tres aspectos necesarios de la teshuvá: Confesión, un serio compromiso de intentar no volver a pecar, y un sincero remordimiento por haber pecado en primer lugar (Hiljot Teshuvá 2:2). La confesión es relativamente fácil. El abstenerse de volver a hacerlo es posible lograrlo. HaShem sólo espera que intentemos lo mejor de nosotros. Pero, ¿Remordimiento? ¿Un sincero y profundo remordimiento?
Están aquellos que aman escuchar palabras de Musar. Y a decir verdad no hay musar más poderoso que la terrible porción de la perashá anterior. Cualquiera que no se quede asustado después de escuchar eso, es muy probable que esté sufriendo de algún problema. ¿Cuál es la naturaleza de este problema? ¿Cómo podemos definirlo?
“Tal vez haya en vosotros: hombre o mujer...cuyo corazón se desvía hoy de con HaShem nuestro D-s, para servir a los dioses de las naciones aquellas; tal vez haya en vosotros una raíz que produce veneno o ajenjo. Y será que en su oír las palabras de la imprecación esta (de la perashá de la semana anterior), se bendiga en su corazón diciendo: ‘Paz habrá para mí, ya que en pos del impulso de mi corazón me voy a encaminar’...No accederá HaShem a perdonarle: ya que entonces se va a inflamar el furor de HaShem y Su celo contra el hombre aquel, y yacerá sobre él toda la imprecación , la escrita en el libro este. Y borrará HaShem su nombre de debajo de los cielos... (Debarim 29:17-19).”
Esta persona acaba de escuchar una clase de musar, pero no le afecta en absoluto. “Dales musar!!” él alienta. “Ellos lo necesitan!...pero (murmurando) Yo no.” Él no piensa, él no contempla. Como el amigo que una vez fue a escalar a las alturas del Golán. En su camino se encontró con un cartel que decía: ‘Peligro, minas!’ Pero él quería continuar . “ ¿Voy a dejar que una tonta y antigua señal se interponga en mi camino de placer? Voy a estar en paz. Voy a hacer como yo quiero.”
Pero uno debe enfrentarse a la realidad. Pegar la cabeza de uno a la arena deja al resto del cuerpo peligrosamente vulnerable. Ignorar el hecho es simplemente ignorancia.
Rambám, principio número 10: “Yo creo con fe completa que el Creador conoce todas las acciones y pensamientos de las personas.” Esto último debería persuadirnos de pecar. “Rab dijo...mira tres cosas y no caerás en pecado, conoce lo que está arriba tuyo: un ojo que ve, un oído que oye y todas tus acciones son escritas en un libro (Avot 2:1).” “No existe el olvido ante Tu Trono de Gloria (Liturgia).” Así como las cámaras policiales que silenciosamente fotografían mi auto cuando accidentalmente cruzó con luz roja. Todo está grabado –aún lo que hacemos en privado -.
“Aún una conversación entre marido y mujer le será dicha a él en el momento de pasar (Jagiga 5b).” Así es como funciona. Decir “Voy a estar en paz, todo va a salir bien” es totalmente una tontería.
Más aún, uno debe alcanzar un firme entendimiento de que toda acción posee sus repercusiones. Principio 11: “Yo creo con fe completa que el Creador recompensa a aquellos que observan sus mitsvot, y castiga a quienes las transgreden.”
Cuando HaShem nos pase el video de nuestras vidas, no va a ser para Su (o nuestro) entretenimiento. Al final llegará el día de Juicio, un día grandioso y temible. Nosotros tenemos solamente dos opciones: Enfrentar la verdad, cambiar, mejorar, hacer teshuvá, que de hecho es un regalo especial de HaShem; o bien podemos decir: “Va a estar bien, no te pongas tan cerrado. Hagamos lo que queramos y no nos preocupemos del mañana.”
La Torá nos alerta con los siguientes términos: HaShem no deseará perdonar a una persona como esta. “Yo les doy la oportunidad de hacer teshuvá, para borrar vuestro pasado y empezar algo nuevo, y ustedes no lo aprovechan?! ¿Son normales?!” “...ya que entonces se va a inflamar el furor de HaShem y Su celo contra el hombre aquel...y borrará HaShem su nombre de debajo de los cielos.”
Remordimiento. Cuán distante está. Pero es un prerequisito para la Teshuvá. La solución es darse cuenta que el pecado no paga. No en ese momento, no ahora, ni nunca. Esta es la única manera para arrepentirse verdaderamente. “Calcula la pérdida de una mitsvá en contraste con su beneficio y el beneficio de un pecado en contraste con su pérdida.”(Pirké Avot 2:1)
Como la joven mujer que cierta vez se vino a lamentar diciéndome: “Cómo desearía haber hecho más cosas prohibidas y divertidas antes de ‘convertirme’ en religiosa”. Parecería ser que ella no era tan ‘religiosa’ como lo creía.
Los pecados simplemente no pagan. Toma el siguiente Midrash como ejemplo:
“[Quién era] Iosef Meshisa? Cuando los enemigos quisieron entrar [y saquear] el Sagrado Templo, ellos dijeron, ‘Dejemos que uno de los judíos entre primero.’ Le dijeron a él (Iosef), ‘Entra, y lo que saques de allí será tuyo.’ Él entró (al Templo) y sacó la Menorá dorada. Ellos le dijeron, ‘No es apropiado que una persona ordinaria utilice semejante artículo. Entra de nuevo, y lo que saques será tuyo.’ Rabi Pinchus dijo, ellos le ofrecieron los impuestos correspondientes a tres años, pero él se negó a entrar. Iosef dijo: ‘¿Acaso no es suficiente que haya enojado a mi D-s una vez que debo hacerLo enojar de nuevo?’ ¿Qué le hicieron? Lo pusieron sobre una tabla de madera y lo aserraron mientras él exclamaba: ‘OY, OY, que he hecho enojar a mi Creador!!!’ (Bereshit Raba 65:22).
Que seamos meritorios de realizar una teshuvá sincera desde lo profundo de nuestros corazones.
¡¡Shabat Shalom Umeboraj!!
Mordejai Maarabi
Ra’anana, Israel