viernes, 11 de abril de 2014

Defendernos


Mustafá Maya Amaya, es un español gitano convertido al islamMustafá Maya Amaya, es un español gitano convertido al islam
La detención del yihadista español convertido al Islam, 'bigger than fiction'. Luego protestamos porque la Guardia Civil dispara pelotas de goma en Ceuta.
Mustafa Maya, Rafael antes de su conversión, es un férreo protalibán: "El burka es un atuendo público, como la peineta o el traje de flamenca".
Y ha declarado también: "Yo sería incapaz de matar inocentes. Está prohibido en la religión musulmana. Puedes matar a gente culpable de algo. Tienes derecho a matarles en una guerra o si se ha cometido un crimen. La ley islámica dice que esa persona tiene que morir o recibir cien latigazos o tiene que estar lapidada o con las manos cortadas. Si eso es ser integrista, soy integrista".
Mohamed Atta se entrenó en Tarragona y como ha escrito Valentí Puig recientemente, "ahora lo fundamental es tener conciencia de que los lobos solitarios y las células durmientes de la Yihad están entre nosotros todos los días, al acecho, nutridos de un fanatismo homicida que les permita ingresar en el paraíso del Profeta. Día y noche, también, los servicios secretos policiales y de inteligencia les buscan, acosan y detienen. Hay núcleos de islamización radical que operan en mezquitas incentivadas por imanes fundamentalistas. (...) Ni con el 11M ni con la presencia de yihadistas puede una sociedad mirar para otro lado, aunque sea lo más cómodo".
El buenismo relativista no es sólo que sea indigno intelectualmente, e inferior en todos los sentidos del concepto 'inferior', sino que explota. La inmigración que del sur recibe España no es neutra, ni su mayor problema es cuantitativo. Evidentemente, no cabemos todos.
Pero hay algo más trágico: el islamismo predica la destrucción de Occidente y no defenderse es de sociedad naïf y que no merece el futuro, ni lo va a tener. Van a por nosotros y no sé si seremos capaces de resistir y de ganarles, pero no parece un primer paso en la buena dirección ponerles las cosas tan fáciles.
Cualquier desprecio o agresión -siempre estúpida- al Estado de Israel es desincentivar al Mosad y a la fundamental ayuda que nos brinda para luchar contra el islamismo. Cualquier antiamericanismo -siempre pueril y automático, como una superstición- es atacar a los principales garantes de nuestra vida y nuestra libertad.
Pero la izquierda insiste en sus tópicos mezquinos y perniciosos, y luego cuando pasa algo es culpa de Aznar o de la Guardia Civil, y nunca de los que les animasteis con vuestra inconsistencia a destruirnos. Muchas gracias.
El problema no son las balas de goma de la Guardia Civil. El problema son los aviones de las Twin, los autobuses de Londres y los trenes de Atocha. El problema somos nosotros y nuestra debilidad mental, nuestro pertinaz no darnos cuenta de que vivimos en la parte afortunada del planeta y que tenemos mucho que perder; nuestro terca incomprensión de hasta qué punto nuestro estilo de vida es en todos los sentidos superior a los demás y que hay una sola civilización y adquirimos la fuerza de lo que conquistamos.
El problema es si estamos dispuestos a defender la civilización con la misma intensidad con que ellos están dispuestos a destruirla y a destruirnos. La inmigración no es neutra, y tal como es imprescindible reconocer que tienes un problema para empezar a resolverlo, es indispensable identificar correctamente al enemigo para ganar la guerra.

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