martes, 29 de abril de 2014

[ESTE ES OTRO EJEMPLO DE CONVIVENCIA


[ESTE ES OTRO EJEMPLO DE CONVIVENCIA] La Dra. Árabe israelí Mais Ali Saleh
Se graduó en el primer lugar en su clase en el Technion, a pesar que el hebreo no es su lengua nativa; entre tanto, hacía malabares entre el trabajo, sus estudios y su casamiento.
Por Avigayil Kadesh
La recientemente incorporada al staff del Carmel Medical Center en Haifa no es la única médica árabe israelí en el equipo, ni la única mujer. La principal distinción de la Dra. Mais Ali Saleh es que ella fue la estudiante Nº 1 en la clase de graduados de 2013 del Instituto de Tecnología Technion-Israel.
“Desde que tenía 5 años, quise ser médica”, dice. “No estaba interesada en nada más”.
En la época en que cursaba la escuela secundaria, había decidido elegir obstetricia y ginecología. “La mayoría de las mujeres preferían una médica”, explica en una entrevista telefónica durante unos pocos minutos robados de su ocupada agenda. “Con problemas íntimos tales como incontinencia urinaria, a ellas las avergüenza ir a un médico varón”.
Ali Saleh enfatiza que a pesar que la gente fuera de Israel podría tener la impresión que los estudiantes árabe-israelíes en la universidad de ingeniería y ciencia más destacada del país son poco habituales, este no es el caso.
“La escuela médica del Technion tiene alrededor del 35 % de los estudiantes que son árabe-israelíes”, sostiene. (En junio de 2013, la cifra real era cercana al 50 %, de acuerdo con algunas fuentes; el 22 % del total de estudiantes de medicina en Israel son árabes). En su totalidad, los estudiantes árabes conforman un 20 % del cuerpo estudiantil universitario.
Tampoco es inusual para un estudiante no judío del Technion o miembro de una facultad alcanzar cierto estatus. El año pasado Arza Haddad, cristiana de familia libanesa obtuvo un título de maestría en Ingeniería Aeronáutica en el Technion.
Otro notable ejemplo es el Profesor Hossam Haick, ingeniero químico del Instituto de Nanotecnología Russell Berrie del Technion e inventor del dispositivo NANOSE que detecta enfermedades serias al analizar muestras de aliento. Es cristiano árabe, educado en Nazaret.
Ali Saleh, de 27 años, creció en la ciudad –mezcla de musulmanes y cristianos- de Yafa an-Naseriyye (Jaffa de Nazareth) y al principio luchaba en las clases de hebreo del Technion. A pesar que había aprendido la lengua en la escuela, le tomó un tiempo manejarlo de manera fluida.
Ali Saleh podía haber evitado la barrera del lenguaje estudiando en Jordania, pero ella sostiene que las escuelas médicas israelíes son de una calidad más alta y las oportunidades luego de la graduación son superiores. Obtener excelentes puntuaciones en los exámenes de matriculación de la escuela secundaria y en los exámenes psicométricos de ingreso, además de su entrevista personal, la colocaron al frente de la feroz competencia.
“Los que no pueden cumplir con los requerimientos de admisión se ven forzados a estudiar en el exterior. Obtener altos logros en el examen psicométrico no te hace una mejor estudiante; uno necesita resolver muchas cuestiones complicadas en un tiempo muy limitado, y este examen constituye el principal obstáculo tanto para estudiantes judíos como árabes”.
Tan impresionante como haber obtenido la admisión a la Facultad de Medicina Ruth and Bruce Rappaport del Technion y sobreponer sus dificultades lingüísticas, aun es más impresionante que ella alcanzó la cima tan rápidamente. En su primer año, fue elegida por la Knesset como una de los ocho estudiantes de todo el país para recibir un premio académico de excelencia.
Lo hizo mientras se ocupaba de la escuela de medicina y el trabajo. Ali Saleh fue instructora en un curso de preparación psicométrica, educadora en el Centro para el Avance de Estudiantes del Technion y asistente de investigación en el laboratorio de bioquímica clínica. Además, se casó mientras se hallaba en medio de sus estudios, con el Dr. Nidal Mawasi, alumno dela Escuela de Medicina del Technion.
“Pienso que lo principal es dividir el tiempo sabiamente entre el estudio, el trabajo y la vida personal”, sostiene. A diferencia de muchas de sus compañeras de estudio, ella nunca se abarrotó de exámenes ni dejó de dormir de noche.
“Estaba repasando constantemente. Si uno estudia poco a poco, lo internaliza mejor. Y me hice tiempo para el disfrute. A las cuatro o cinco de la tarde, terminaba de estudiar, cerraba los libros e iba al mar”.
Ali proviene de una familia y ciudad que apoyó por completo sus ambiciones. Su propia madre obtuvo un título universitario tardío en su vida y ahora estudia para un doctorado en educación.
Ahora que es madre - su primera hija nació en octubre de 2013 -, Ali dice que su objetivo es continuar trabajando en el hospital part-time y pasar el resto de sus horas laborables en una práctica comunitaria.
Fuente: Cidipal

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