Lo contrario del amor no es odio, es la indiferencia. Lo contrario de la belleza no es la fealdad, es la indiferencia. Lo contrario de la fe no es herejía, es la indiferencia. Y lo contrario de la vida no es la muerte, sino la indiferencia entre la vida y la muerte.
Elie Wiesel, 1986
A,
Sra. Anna Rzechte de Rotter
Cuando Somos Custodios de la Vida y la Responsabilidad de la Memoria.
Ayer, 28 de abril, se conmemoró el Día de la Shoá, o del Holocausto-como la mayoria lo conoce- el crimen más atroz contra el Hombre, hecho por el Hombre, en la era moderna.
Seis millones de judíos fueron masacrados por el régimen Nazi durante la Segunda Guerra Mundial,además de gitanos, minusválidos, homosexuales, masones, y otros grupos que "no llenaban los requisitos para vivir, para Ser”, de acuerdo al criterio nazi.
Son pocos los sobrevivientes que van quedando vivos…Algunos de los que se han ido, se han llevado sus testimonios, aquellos que jamás pudieron o quisieron hacer salir de sus bocas por el dolor tan grande que les causaba.
Muchos se sintieron culpables de haber sobrevivido, y que sus familias no lo hubieran logrado. Y también hubo un grupo que optó por la resilencia: mantener la esperanza en la Vida, creer en un futuro, no dejarse vencer por la tristeza, el dolor que siempre los acompañó pero sin paralizarlos…
Muchos dieron sus testimonios, los cuales han quedado grabados, filmados, registrados, porque sintieron que era SU DEBER para los que quedaron en el sangriento camino de la muerte. Los que lograron sobrevivir sentían que tenían una deuda y la misión de CONTARLE AL MUNDO lo que pasó!
Y entonces, contaron sus dramas! Y desde el que venia del más pequeño pueblito de Rumanía, o de Hungría, o de una aldea de la capital polaca, o de una ciudad en Austria,TODOS coincidían en la TERRIBLE manera en que fue llevado a cabo, detalle a detalle, el Plan macabro de los Nazis. Suena NO CREÍBLE, pero lamentablemente, pasó. Y pronto, más tarde o más temprano, los pocos sobrevivientes harán su tránsito.
Y es y será nuestra obligación, en tanto mujeres y hombres que luchamos y creemos en la enorme importancia de LOS VALORES, el custodiar SU historia, transmitir a las generaciones existentes y venideras, la Injusticia, los Vejámenes, Crueldades, el Dolor, la Pérdida, que tuvieron que atravesar millones de inocentes, por el solo hecho de ser “considerados diferentes”.
Solo educándonos y educando, conociendo la Historia, escuchando testimonios y viendo, en vez de rechazar, películas o documentales de aquellos tiempos…tal vez así, tal vez…sea posible que tamaña aberración “humana”, no vuelva a repetirse jamás con ningún pueblo del planeta. Fueron personas las que llevaron a cabo, o que fueron cómplices silenciosos de la Shoá, y somos personas, las que tenemos la Responsabilidad de Actuar, para inocular al hombre contra el Odio y la Discriminación.
El Holocausto o la Shoá no es una simple palabra. Fue un acontecimiento excepcionalmente malvado ,brutal, en su singularidad genocida. Una guerra, ESPECIALMENTE, en contra de los judíos, pero también contra otros considerados “indeseables”.
Elie Wiesel, sobreviviente, escritor y Premio Nobel de la Paz dijo: “No todas las víctimas fueron judías, pero todos los judíos fueron víctimas”.
Han pasado apenas 70 años, y hoy por hoy, existen individuos indiferentes frente a esta oscura etapa de la Humanidad. Están otros, los que desconocen y niegan este exterminio humano.
Y quizás, por tendencia “natural”, ya sea debido a la influencia de los amigos, o por rumores escuchados…-cualquier argumento es “válido”- existe una gran cantidad que sigue “persiguiendo y atacando” a “otros”, simplemente por ser diferentes.
Para algunos analistas, el Holocausto no empezó en las cámaras de gas; comenzó antes, con las palabras. Estas, como dijeron las cortes canadienses, son los hechos fríos de la historia. Son los efectos catastróficos del racismo. Aquí es donde todo empezó….con la palabra ODIO….a la vulnerabilidad del débil.
Seis millones de personas, no es un número abstracto. Cada persona tenia nombre y apellido, como Anna Frank. Cada una tenia un universo. Cada una fue imposibilitada de hacer una familia…Fue liquidando a 1 + 1 + 1, que se llegó a más de 6 millones.
Los sabios señalan que “quien salva una vida, es como si hubiera salvado un universo entero” . De igual manera, aquel quien ha matado una persona, es como si hubiera matado un universo entero.
Cada uno de nosotros, no importa nuestro nombre, quienes seamos, o donde habitemos, somos los garantes del destino del otro.
Es un compromiso de Valentía Moral, sembrar las semillas de un futuro mejor, en medio de tantas atrocidades vividas en la Shoá, el Holocausto.
Recordar a las víctimas que fueron exterminadas, y especialmente respetar a los sobrevivientes que están con nosotros, pues, ellos son custodios de la memoria y representan la evidencia de la VIDA, más allá de la adversidad.
Para nuestro equipo, es un privilegio que la vida nos haya dado la oportunidad de conocer a personas custodias de la Memoria de la Shoá, y reafirmar la aspiración común de compartir aquellos valores humanos que nos hacen mejores a nivel de humanidad.
Nos hemos conmovido y dado pasos para conocer más directamente, el significado del Holocausto. Brota la ternura, la solidaridad…pero también la conciencia entre la bondad y la maldad, después de escuchar, escuchar y escuchar historias….Con las cuales, aprendemos a no ser indiferentes frente al mal y que el silencio hace daño. Y que es necesario, día a día, actuar a favor del bien ejerciendo valores universales de Humanidad, construyendo una nueva alianza ética.
Aprendamos a vivir, el aquí y el ahora, con mayor responsabilidad, y avizorar juntos un mundo mejor para todos....Los invitamos a seguir escuchando aquellos testimonios de supervivientes que dan cuenta del horror de la Shoá o del Holocausto, como el mejor tributo para mejorar la Conciencia del Hombre.
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