domingo, 20 de abril de 2014

Kerry piensa en tirar la toalla


John Kerry al límite de su paciencia. Ahora sabe lo que es negociar con judíos y árabesJohn Kerry al límite de su paciencia. Ahora sabe lo que es negociar con judíos y árabes
«No siento nada más que admiración por la forma en que John ha llevado este tema». El presidente estadounidense, Barack Obama, elogió con estas palabras a su secretario de Estado, John Kerry, por la ardua tarea de resucitar el proceso de paz entre palestinos e israelís, que carga a sus espaldas desde hace 15 meses y ahora podría dejar por agotamiento.
El viernes pasado, Kerry lo dejó claro: las negociaciones están bloqueadas «por la actitud poco constructiva de las dos partes». «Ha sido un baldazo de realidad» para Washington, aseveró con aire deprimido. Obama también ha alertado de que los esfuerzos de Kerry están «llegando al límite».
Las negociaciones empezaron oficialmente el 30 de julio pasado -previo trabajo entre bambalinas de Kerry- con los malos augurios de los analistas, que detectaban en el secretario de Estado un optimismo excesivo. El diálogo empezó con mal pie y ha hallado numerosos escollos a lo largo de un camino que se acaba el 29 de abril, pero que Washington quiere prorrogar.
La existencia de puntos irreconciliables entre israelís y palestinos es un secreto, pero el diálogo mantenía su cauce. Descarriló cuando Israel se negó a liberar, el 29 de marzo, al cuarto grupo de presos palestinos -26- que se había comprometido a excarcelar. Después, el Ministerio de Vivienda y Construcción israelí publicó un concurso para construir 708 viviendas en el asentamiento de Gilo, en Jerusalén Este, ocupado por Israel.
En respuesta, los palestinos, que se habían comprometido a no solicitar su adhesión a organismos y convenciones internacionales durante las negociaciones, pidieron ingresar en 15 de ellos vinculados a la defensa de los derechos humanos.
La ministra de Justicia israelí, Tzipi Livni, que lidera las negociaciones por parte israelí, culpó al presidente palestino, Mahmud Abbás, de haber tomado una «decisión unilateral». Los palestinos alegan que Israel se comprometió a liberar a los presos y no cumplió. Livni sí reconoció que el ministro de Vivienda y Construcción, Uri Ariel, «saboteó de forma intencionada» el diálogo al anunciar la ampliación de Gilo. Ariel dijo que Livni tiene «crédito ilimitado para liberar a asesinos”. El ministro de Exteriores israelí, Avigdor Lieberman, que vive en una colonia en Cisjordania, dijo ayer que «es preferible celebrar elecciones que aceptar la propuesta de acuerdo [de Kerry]» que prevé «liberar a terroristas». Lieberman también prefiere que Netanyahu cambie las fuerzas de su coalición y rechace el plan de Kerry. En el Gabinete israelí hay ministros que están en contra de la ocupación y otros que hablan de anexionar Cisjordania a Israel.
Netanyahu se apresuró ayer a culpar a los palestinos de la mala marcha del diálogo. «Los movimientos unilaterales de los palestinos se responderán con movimientos unilaterales de Israel (…) Estamos dispuestos a seguir dialogando, pero no a cualquier precio», indicó. « ¿Acaso construir colonias no es un acto unilateral?», se pregunta una fuente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).
Kerry no ha logrado que Netanyahu acceda a detener la ampliación de asentamientos. Según la prensa de EEUU, la Administración de Obama se queja públicamente de israelís y palestinos pero, en privado, los principales reproches son para Israel. Kerry ha tenido que aguantar críticas y comentarios poco respetuosos de miembros del Gobierno israelí, como el ministro de Defensa, Moshe Yaalon, que lo calificó de «obsesivo y mesiánico”.
Pero lo que más ha entorpecido su trabajo ha sido la introducción de temas en la negociación como la exigencia de que los palestinos reconozcan la condición de Estado judío de Israel. Esta demanda, marginal en las negociaciones de Annapolis en el 2007, cobró fuerza en 2009 gracias a Netanyahu.
«Todos los ojos se vuelven a Netanyahu y le preguntan: ¿Hacia dónde lleva las negociaciones y al Estado de Israel? Después de estropearlas con la demanda innecesaria de que los palestinos reconozcan a Israel como Estado judío, nos debe una respuesta. ¿Qué propone ahora?», rezaba una editorial del diario israelí Haaretz.
El diálogo pende de un hilo, a pesar de los esfuerzos que el mediador de EEUU, Martin Indyk, ha realizado en los últimos días por calmar los ánimos en tres reuniones con las dos partes.

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