Presidente futbolero y humorista
El nuevo presidente de Israel en la plazoleta de la Knésset
Reuven Rubi Rivlin es el primer presidente futbolero en la historia de Israel. Apasionado aficionado del Beitar Jerusalén, en el pasado fue asesor legal, director deportivo y presidente del principal equipo de esta ciudad a la que sus antepasados llegaron hace más de 200 años. Una ciudad que Rivlin suele nombrar cada tres frases.
Su pasión por el fútbol le ha llevado a estar en varios mundiales como el de Inglaterra (66), México (70), Alemania (74), España (82) o México (86). "En Israel, que desgraciadamente no participa en el Mundial de Brasil, hay aficionados de muchos equipo como España, Brasil, Holanda o Argentina. Yo soy seguidor de Inglaterra aunque sé que no ganará. Amo más a la selección inglesa que los propios ingleses", señaló Rivlin en un programa de radio.
Es el primer presidente vegetariano. Desde hace 35 años, no prueba carne lo que tiene mérito en su Jerusalén natal. "Soy vegetariano desde que vi como matan a los animales".
Es el primer presidente humorista. El primero que ocupa el cargo más serio (exento de poder ejecutivo) del país tras participar hace muchos años en un espacio de sátira en televisión.
Rivlin se ha ganado la fama de bromista. Cuando una joven manifestante le estampó una tarta en su cara en el 2001, Rivlin reaccionó con una sonrisa. "Es más agradable comer la crema de la tarta que recibirla así en la cara. Yo tengo seguro contra muchas cosas pero no contra la crema", comentó el superviviente del dulce ataque.
Algunas flechas de ironía lanzadas contra la esposa del jefe de Gobierno y del Likud, Sarah Netanyahu, explican también las malas relaciones entre los dos dirigentes. En el brindis celebrado en la Knésset, Rivlin agradeció a los diputados que le votaron. "Y por supuesto gracias a la primera dama de Israel, Nejama Rivlin", señaló emocionado en un envenenado mensaje a la influyente Sarah.
Su humor y cercanía personal han sido importantes para cosechar la simpatía de diputados que piensan de forma radicalmente diferente. El voto del 10J no fue ideológico sino político y personal. Muchos votaron a Rivlin porque es su amigo, le respetan... y porque querían fastidiar a Netanyahu.
"En la primera vuelta voté a Meir Shitrit pero cuando fui a votar en la segunda vuelta pude ver el triste rostro de Rivlin. Cambié mi voto en el último momento. La ideología es importante pero al fin y al cabo somos seres humanos", explica el joven diputado laborista Itzik Shmuli que junto a otros cinco miembros de su partido, votó al dirigente derechista. Si los seis laboristas hubieran votado al "paloma" Shitrit, Rivlin no sería presidente.
El conflicto israelopalestino no ha sido un factor importante en la votación. La mitad de los 63 votos conseguidos llegaron de la oposición. Diputados árabes y del partido izquierdista Meretz le votaron."Si el Likud tuviera más diputados, hubiera perdido", afirma con tristeza hoy ante la "traición" de algunos compañeros.
Rivlin no es dirigente del ala dura del Likud. De hecho, en las últimas primarias fue castigado por el sector ultranacionalista cada vez más influyente del Likud. Como presidente del Parlamento, Rivlin frenó algunas iniciativas de ley de la coalición derechista al considerarlas "antidemocráticas" y nombró al diputado árabe Ahmed Tibi como vicepresidente de la Cámara.
Hijo de un prestigioso profesor arabista que tradujo el Corán al hebreo, el nuevo presidente de Israel ha abogado siempre por estrechar las relaciones entre árabes y judíos. Su primer viaje como presidente del Parlamento fue a la localidad árabe de Um El Fajem, al norte de Israel. La misma ciudad que Avigdor Liberman propone sea parte del futuro Estado palestino.
Cuando en el pasado fue preguntado por la creación del Estado palestino, Rivlin dio otra opción: Un Estado, Israel, para los dos pueblos dando nacionalidad a los palestinos. Según muchos sectores (incluyendo el propio Netanyahu), "supondría el fin de Israel como Estado judío y democrático".
En la retirada israelí de la Franja de Gaza, Rivlin mostró sus dos facetas más famosas: como nacionalista se opuso a la evacuación de los asentamientos. Como demócrata, dijo a los 8000 colonos: "Mi corazón está con vosotros pero es una decisión del Gobierno y hay que cumplirla. Es la democracia".
Si el Gobierno llegara a un acuerdo y se creara un Estado palestino, Rivlin no intentaría evitarlo "ya que así son las reglas de la democracia", aclaran en su entorno.
Si fuera tan radical como algunos describen, no tendría el afecto del mismísimo Papa de la izquierda pacifista, Amos Oz. Con motivo de su cumpleaños, el prestigioso escritor le dijo entre risas: "Propongo un intercambio de presos. Entrego a la derecha tres miembros de la izquierda, que no quiero nombrar, y la derecha nos da a Rubi".
Su elección es un golpe muy duro personal para Netanyahu pero la alternativa hubiera sido mucho peor. Bibi no aguanta a Rubi. Sarah le detesta. Pero tener a Shitrit en la Presidencia hubiera sido el inicio del fin de su Gobierno con una revuelta anti Netanyahu en el Likud y con el ministro Guideon Sa´ar como claro oponente. Los diputados y militantes del partido no hubieran perdonado a su líder las maniobras contra Rivlin. La última, pedir discretamente a varios diputados el voto a Shitrit. Públicamente asegura que apoyó y votó a Rivlin.
El empeño que Netanyahu ha puesto para evitar que Rubi fuera presidente es sólo comparable al que muestra para que Irán no tenga armas nucleares.
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