Islamismo: ideología y metodología Ezequiel Eiben 8/8/2015 Conferencia para las I Jornadas sobre Libertad, Laicismo y Religión en el siglo XXI, organizadas por el Centro de Estudios RafaellaCimatti – 6 al 8 de Agosto de 2015, San Juan, Argentina
Introducción Occidente lleva décadas presenciando un fenómeno sanguinario que en principio lo dejó descolocado para reaccionar: el terrorismo islamista. Este fue creciendo en proporción, ya sea por la espectacularidad de sus ataques como por el número de víctimas. Se comenzaban con atentados individuales o de poca escala, se pasaba al secuestro de aviones, y de ahí a la detonación de estructuras edilicias que se contaban entre las de mayor magnitud en el mundo.Pero más allá de la prolongación en el tiempo, hay un hecho crucial que marcó un antes y un después en la percepción sobre el islamismo: el ataque a las Torres Gemelas en Estados Unidos el 11 de septiembre de 2001. Fue tal su alcance y repercusión, que ya nadie se sintió indiferente o vio al fenómeno como algo lejano que sufría Israel, o algún país occidental de pasado imperialista cada cierto tiempo. Cuando la violencia se desató en el seno de la democracia más importante del mundo, se estuviera en el grupo de los perplejos, de los precavidos o de los plenamente conscientes, se acusó recibo con plenitud. El propósito de esta conferencia es desentrañar el contenido ideológico y metodológico del islamismo, a los fines de tener una cabal comprensión del mismo en sus raíces intelectuales y en su modus operandi.
Conceptualizaciones Vamos a referirnos aquí a los conceptos y definiciones que emplearemos a lo largo de la exposición, para que queden debidamente notificados y aclarados en su caso. Por Islam entendemos a la religión que profesan los musulmanes, basada en la revelación al profeta islámico Muhammad –en occidente traducido como Mahoma-, cuyos principales textos sagrados son el Corán (libro fundamental y fundacional en el cual se desarrolla en extensión la palabra de Allah) y el Hadith (el conjunto de tradiciones del profeta Muhammad sobre sus dichos y acciones, transmitidas oralmente y luego compiladas). El islamismo, a su vez, es un movimiento político, basado en la religión islámica, pero con su propio programa y agenda. Se encuentra presente en todas las zonas de conflicto musulmanas, en puestos de poder o buscando llegar a ellos. Emplea como método de acción el terrorismo, tanto contra personas de otros credos como contra musulmanes que no sigan sus visiones del islam. En este punto nos sirve distinguir –sin negar la conexión- entre islam e islamismo. El segundo no puede pensarse sin el primero, del cual saca las bases fundamentales de su plataforma ideológica. Ahora bien, será útil a los efectos de referirnos a las personas que integran cada grupo: podemos decir que los musulmanes practicantes del islam se dividen a
grandes rasgos en pacíficos y fanáticos; mientras que los musulmanes que integran el islamismo, necesariamente son violentos y moralmente repudiables. Uno puede considerar pacífico a un musulmán que practique aspectos de su fe de manera privada sin violar derechos de terceros. Pero no puede considerar pacífico ni bueno a un islamista. Hablar de un islamista bueno es equivalente a hablar de un nazi activo y militante como bueno. A ideología la entenderemos aquí en el sentido que le da el Dr. Alberto Benegas Lynch (h), como algo “terminado, cerrado e inexpugnable”1, y agrego yo, con carácter dogmático incuestionable. El terrorismoes el ataque deliberado a población civil con fines políticos, que se lleva a cabo sembrando miedo y pánico en las víctimas.La violencia va dirigida contra un sector ya sea desarmado, inocente, no involucrado en combate, y salvaguardado por las leyes de guerra.Este concepto objetivo de terrorismo incluye, entonces, una acción (atacar), un objeto (el blanco del ataque, que son los civiles), una finalidad (el objetivo político que los terroristas desean alcanzar), y un efecto (el consecuente miedo que se siembra sobre los agredidos).
Elementos, diferenciación y tipos de terrorismo2 En primer lugar abordaremos elementos característicos del terrorismo; diferenciaremos en segundo lugar terrorismo de guerra y guerrilla, y en tercer lugar lo clasificaremos. Siguiendo el acertado criterio del analista internacional Julián Schvindlerman3, los elementos del terrorismo son: 1) Objetivo de ataque: civiles, sobre los cuales se lanza el ataque deliberado. Ejemplo: atacar intencionalmente zonas residenciales para asesinar a población civil. 2) Factor elevado de atrocidad: alto nivel de violencia, que a veces asume grados de perversa espectacularidad. Ejemplo: explosión de bombas en autos y aviones. 3) Finalidad última: siempre el fin último del terrorismo es político (se trate de derechos, territorios, reclamos religiosos o diversas clases de reivindicaciones). Ejemplo: concesión de status político a un determinado grupo nacional o religioso. 4) Mensaje psicológico mayor: el mensaje trasciende al atentado específico, es más amplio y no se circunscribe al daño causado. Ejemplo: un terrorista que se inmola en un boliche bailable, más que el daño provocado a las instalaciones y a las personas concretas, busca sembrar pánico en toda la población y preocupación en el gobierno.
El mencionado concepto de terrorismo permite distinguirlo de otros dos fenómenos: Guerra y Guerrilla. La guerra clásica, en términos generales, es el enfrentamiento armado entre dos ejércitos regulares representativos de sus respectivos Estados. Los ejércitos están compuestos por
soldados que son efectivos oficiales del bando al que pertenecen y avalados por el propio ordenamiento jurídico para desempeñarse. La guerrilla consiste en el enfrentamiento entre un grupo armado irregular, que no constituye el ejército oficial de un Estado reconocido, y un ejército militar regular perteneciente a un Estado. Los integrantes del grupo aludido son guerrilleros, cuadros que más allá de no tener afiliación oficial a un ejército de Estado se mueven con rangos militares y reglamentación jurídica propios de su organización4.
El terrorismo, como ya vimos, es específicamente agresión a civiles con una motivación final política. Este puede ser perpetrado por Estados o por grupos irregulares, e invocando más de un reclamo, lo que nos lleva a la necesidad de esbozar una clasificación general (que no intenta ser pormenorizada) teniendo en cuenta sus manifestaciones: -Terrorismo subversivo: organizaciones armadas que desconocen autoridades oficiales, quiebran el orden constitucional y atacan para lograr cambios radicales en el mismo (gubernamentales, institucionales, sociales, etc.). Ejemplos: Montoneros y ERP en Argentina, Sendero Luminoso en Perú. -Terrorismo de Estado: Promovido por el aparato burocrático del Estado para asegurar la posición de los gobernantes, y reprimir y castigar levantamientos rebeldes contra la ley o incluso manifestaciones pacíficas que son tomadas como un desafío por las criminales autoridades. Ejemplos: Guardia Revolucionaria de Irán, el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela - Terrorismo laico o secular: Generalmente es nacionalista, y busca reivindicaciones y legitimaciones históricas y territoriales. Ejemplo: ETA en España. - Terrorismo religioso: Basado en el fundamentalismo y fanatismo religiosos que justifica el accionar violento a través de los valores y dictados del propio credo para imponer un orden teocrático. Ejemplos: Hamas en la Franja de Gaza, Hezbollah en el Líbano.
Identificación del enemigo Escuchamos decir que países como Israel y Estados Unidos están en guerra contra el terrorismo. Que el enemigo es el terrorismo. Ahora bien, ¿esto es realizar una correcta y suficiente identificación del enemigo? ¿Es el terrorismo en sí el rostro del enemigo, o debemos escavar más para llegar a la base, a lo que sirve como soporte de la práctica terrorista, siendo esta última una manifestación de eso que se encuentra allí abajo? Quien nos provee una respuesta es el Dr. YaronBrook:
¿Con quién estamos en guerra? (…) El presidente Bush nos ha dicho que estamos en guerra con terroristas. Yo igualo eso con decir que después de Pearl Harbour, cuando Japón atacó Estados Unidos, estábamos en guerra con luchadores kamikazes. Tú no peleas contra una táctica, no estás en guerra con una táctica. El terrorismo es una táctica. Las fuerzas contra las que estamos en guerra, algún día pueden tener tanques (…). En el futuro cercano pueden
tener una bomba nuclear. ¿Eso todavía los hace terroristas? ¿Eso hace que la guerra sea diferente porque ahora luchamos contra un ejército? Entonces, yo no creo que estemos en guerra contra el terrorismo. (…) Tenemos que buscar la fuente ideológica del terrorismo para identificar al verdadero enemigo. (…) Estados Unidos estaba en guerra, en la Segunda Guerra Mundial, con el imperialismo japonés que motivaba y dirigía los luchadores kamikazes, y con el nazismo. Estábamos en guerra con una ideología, con gente que creía en esa ideología y aun no creyendo en ella luchaba por esa ideología. (…) La guerra en la que estamos hoy (…) es contra una ideología similar. La similitud es que es una ideología totalitaria. Es una ideología que cree en la conquista, no solo en la conquista territorial sino también en la conquista del alma humana. Es una ideología que quiere dictar cada aspecto de la vida humana. Es una ideología a la que yo llamo totalitarismo islámico, porque el islam es la forma que este totalitarismo adopta. (…) Ellos creen que el islam debe gobernar todos los aspectos de la vida, no debe haber separación entre Estado y religión, y aquellos que no adhieren son ciudadanos de segunda clase o merecen la muerte. (…) Y ellos creen en la expansión de esta ideología. No solo quieren un pequeño pedazo de tierra. Una primera meta es establecer un imperio en el Medio Oriente, hasta que se liberen todas las tierras que una vez pertenecieron a un imperio islámico, y al final el objetivo es la dominación del mundo. (…) Esto ha sido siempre un objetivo del totalitarismo. Ellos nunca se satisfacen con oprimir a la propia población o solo con oprimir a la población a su alrededor; ellos quieren la dominación mundial5.
No es la estrategia terrorista aquello contra lo que están en guerra Israel, Estados Unidos y el resto de los países interesados en frenar esta violencia. El terrorismo es el medio de expresión de una ideología subyacente a la aplicación de tan horrorosas prácticas. El enemigo fundamental es el islamismo, la doctrina política totalitaria basada en el islam. Su naturaleza es esta ideología totalitaria con fundamentos religiosos islámicos implementada en un programa político para el sometimiento de todo el mundo6.
Surgimiento del islam y del islamismo El año inicial para el islam es el 610 de nuestra era, cuando Muhammad comienza a esparcir las “verdades” que le habían sido transmitidas. La nueva religión, cuyo nombre traducido significa “sumisión” debía considerarse la “verdadera fe” y la palabra definitiva de la divinidad. Era monoteísta, compartiendo este rasgo con el judaísmo y el cristianismo, y más estricta que las creencias pre-islámicas que circundaban la península arábica. Esto apuntaba a obtener un verdadero sometimiento de la persona al credo. A su vez, prometía mejores recompensas para después de la muerte, lo que presumiblemente era utilizado para obtener adeptos ilusionados con los premios que le esperaban tras observar una conducta apropiada. La muerte de Muhammad trajo aparejada la discusión que provocó la mayor fisura en el
seno del islam, conflicto jamás resuelto por las partes. En relación a quién debía continuar en el poder tras la muerte del profeta, la división se dio entre los que votaban por elegir a alguien idóneo para el cargo, y los que preferían a alguien de su linaje. Lo sucesivo se explica en los siguientes términos:
Un grupo de prominentes seguidores de la primera generación del Islam eligieron a Abu Baker, compañero de Mahoma, para ser el primer califa, o líder de la comunidad islámica, pese a las objeciones de los que favorecieron a Ali ibnAbiTalib, el primo y yerno de Mahoma. Los bandos opuestos al debate de sucesión finalmente evolucionaron en dos sectas principales del Islam. Chiitas, un término que deriva de Shi’atu Ali, palabra árabe que define a los “partidarios de Ali” (la fracción de Alí), que creen que Ali y sus descendientes son parte de un orden divino. Sunitas, refiriéndose a los seguidores del sunna, o “camino” en árabe, de Mahoma, se oponen a la sucesión política basada en el linaje de Mahoma.
Hoy en día se calcula que los musulmanes son más de 1600 millones7. Un 85% son sunitas, y 15% chiitas. Las luchas intestinas del islam entre ambas facciones son crueles, y se recurre al terrorismo como un medio más para triunfar e imponerse sobre el otro. También hay que afirmar, que se dan enfrentamientos internos inclusive dentro de cada rama.
En cuanto al islamismo, podemos ubicarlo como un totalitarismo político nacido en el siglo XX. Confluyen como circunstancias para su nacimiento y desarrollo: 1) La revitalización del islam en su aspecto político entrado el mundo moderno: se organizan ideologías y programas políticos en torno al islam, proponen creaciones de estados propiamente islámicos, se enciende un fervor militante traducido en violencia contra propios y extraños. 2) Rechazo a la occidentalización: Los experimentos occidentales son vistos como rotundos fracasos y/o intentos de apropiarse de tierras y bienes musulmanes y aplacar al islam. Nacionalismos laicos, socialismos, imperialismos, y cultura capitalista, provenientes de occidente, son todas manifestaciones repudiadas por la clase intelectual y religiosa que formará el establishment dominante, y que transmitirá esas visiones a las masas. SayyudQutb, MawlanaMaududi, y RuhollahKhomeini son de los principales encargados en cimentar los pilares del islamismo, en Egipto, Pakistán e Irán respectivamente8. Los tres con contacto con países y cultura occidentales, a los que conocieron de cerca para luego dedicarse a esparcir el odio contra ellos.Qubt estaría ligado a la organización pionera del moderno islamismo Hermandad Musulmana. Maududi fue fundador de Jamaat-e-Islami, grupo político con el objetivo de establecer un estado islámico en Pakistán con la sharia (ley religiosa islámica) como ley oficial. Khomeini fue el protagonista principal y cabeza
intelectual de la Revolución Islámica en Irán, que se hizo con el poder y se convirtió legalmente en el líder espiritual de la nación.
Principios del islamismo Estudiemos aquí los principios sobre los que se asienta la estructura del islamismo A) Colectivismo social: No hay consideración del individuo como un fin en sí mismo, sino como un medio para los fines de los demás. Lo primordial no es la libertad de cada persona para vivir su vida acorde a sus proyectos personales; en vez de eso, se busca que estas sean sujetos subyugados bajo el islam, cumplidoras de los dictámenes de origen supremo y preceptos religiosos inexcusables. El proyecto del islam y la realización solamente a través del islam es lo que cuenta. También, hay una notoria agresividad en la consideración colectiva a grupos no islámicos, a modo de discriminación general, como reglas sin excepciones. Transcribimos una prédica colectivista de un imán como ejemplo sustentador:
Los Sionistas (Judíos) y Cruzados (Cristianos)…los enemigos de Alá, los descendientes de monos y puercos… son la escoria de la raza humana, las ratas del mundo, los violadores de los pactos y acuerdos, los asesinos de los profetas, y sí, ¡son descendientes de puercos y monos! (…) Lean la historia, y entenderán que los judíos de ayer son los padres malvados de los judíos de hoy, quienes son una descendencia maldita, infieles, distorsionadores de las palabras de los demás, idólatras de becerros, negadores de los profetas y sus profecías, a quienes Alá ha maldecido y los ha vuelto puercos y monos… Esos son los judíos, hacedores de mentiras, obstinados, amadores de lascivias, del mal y de la corrupción9.
B) Altruismo ético: Se exige el sacrificio de todas las personas subyugadas. Los musulmanes deben obedecer su religión, específicamente la interpretación que de ella haga la corriente política dominante, para contribuir al sostenimiento de la sociedad islamista. Los no musulmanes deben renunciar a sus valores, creencias y tradiciones en beneficio del islam y convertirse al culto de Muhammad, que debe marcar la tendencia de la cultura e imponer modo de vida; los dhimmi (judíos y cristianos que pueden ser minorías toleradas) deben resignarse a vivir como ciudadanos de segunda clase satisfaciendo las necesidades de los de primera clase con impuestos especiales y trabajos esclavos; o bien estos pertenecientes a otros credos deben soportar el sacrificio máximo que es perder la vida, en este caso por la pureza del islam y la prolijidad de la sociedad islámica. En los discursos del ayatollahAlíKhameneí de Irán se puede escuchar la apelación al altruismo y al sacrificio del pueblo para el sostenimiento de los logros de la Revolución Islámica en el país persa. Ejemplo de lo señalado es la apertura de su mensaje por un aniversario de la guerra Irán-Irák (4):
(…) Tengo en alta estima el nombre y recuerdo de los honorables mártires quienes gozan de una elevada posición, por lo que le pido a Dios, el Altísimo, que les otorgue e lugar que se merecen en el Paraíso. Asimismo, envío mis saludos, mis respetos y sincero aprecio a los nobles familiares y altruistas que con su paciencia y resistencia sin igual, hicieron brillar el rostro de Irán en la historia. Hoy, con el desarrollo y el esplendor del país y su profunda influencia en el despertar del Mundo Islámico, se ha manifestado nuevamente el valor de la lucha y el sacrificio de nuestros queridos mártires. Agradecemos a Dios Prudente y Poderoso, que nuestra sangre no fue derramada en vano pues dichos sacrificios le dieron una vida nueva a la nación islámica10.
C) Totalitarismo político: Las sociedades gobernadas por el islamismo deben tener un sistema jurídico basado en la sharia. Todos los aspectos de la vida del hombre, desde lo público hasta lo privado, desde las relaciones sociales hasta el fuero íntimo, tienen que estar regulados a través del derecho religioso impuesto por la autoridad. La sharia conlleva la legalización de penas salvajes como amputación de manos y lapidación, entre otros castigos; y la injustificable sanción de delitos sin víctimas como la ingesta de bebidas alcohólicas, con sus correspondientes sanciones. Todo esto está montado a través del establecimiento de un Estado totalitario represor de la disidencia. Conviene aquí citar las palabras de Khomeini dirigidas al pueblo iraní un 8 de agosto de 1979:
“Tenemos que advertirles a estos intelectuales [opositores y pro-democracia] que si no detienen su intromisión, serán aplastados. Los hemos tratado gentilmente para que tal vez pararan con su maldad, pero si no lo hacen, nosotros vamos a tener la última palabra. Estos simpatizantes de los estadounidenses y demás deben saber que en tan sólo unas pocas horas podemos arrojarlos al tacho de basura de la aniquilación, en cualquier día que queramos hacerlo”11.
D) Misticismo religioso: El origen del gobierno islamista no está asentado en una racional declaración de principios. Las ideas no se fundamentan en última instancia en un estudio científico abarcador de la naturaleza humana. Los islamistas explican su poder alegando que el Corán contiene la verdad de Allah, y que ellos son los portadores de esta verdad religiosa; por lo cual tienen el derecho de imponer el credo de Muhammad, sus irracionalidades, arbitrariedades y delirios, a lo cual le suman sus propias irracionalidades, arbitrariedades y delirios. La concreción de un gobierno tirano basado en la fe religiosa, en vez de una sociedad con principios filosóficos racionales de libertad para los individuos, encuentra su punto culminante en el levantamiento de una teocracia islámica. Se gobierna en nombre de Allah, y se vive para Allah. Para ilustrar este punto, citamos el artículo 1 de
la Carta Fundacional de Hamas, grupo terrorista que quiere establecer un gobierno teocrático en lo que considera la Palestina histórica perteneciente al islam:
El programa del Movimiento es el islam. De él extrae sus ideas, sus maneras de pensar y su comprensión del universo, de la vida y del hombre. A él remite el juicio en toda su conducta, y en él se inspira como guía de sus pasos12.
E) Expansionismo geopolítico: El islamismo no se conforma con el gobierno sobre la actual cantidad de tierras que posee. La conquista del mundo entero es su objetivo máximo y final, y prometen no detenerse hasta conseguirlo. Sus planes son continuar la dominación por medio de la violencia de las tierras que poseen, seguir esclavizando inocentes, ampliar los territorios conquistados a través de la jihad (guerra santa), proliferar las acciones terroristas, y afianzarse como potencias nucleares. El plan de expansionismo violento en cumplimiento del deber religioso de la jihad se evidencia en declaraciones como la de Ahmed al-Ja'abari, líder del ala militar de Hamas, en relación a la conquista sobre Israel:
Valientes luchadores jihadistas, ustedes sacrifican sus almas por el bien de Allah, hasta que las ratas (por los israelíes) regresen a sus hoyos. Hoy Gaza, y mañana, por la voluntad de Allah, Jerusalén, y mañana el West Bank, y después Haifa, Jaffa, y Tel Aviv. Hasta la liberación de la patria, de toda Palestina13.
Principales bloques y actores islamistas en la actualidad Las dos mayores fuentes de islamismo son Arabia Saudita e Irán. Ambas potencias dentro del mundo musulmán se enfrentan en dos cuestiones: Arabia Saudita es sunita y lidera el bloque de esta rama. Irán es chiita y hace lo propio respecto de su bloque. A su vez, Arabia Saudita es árabe, mientras que Irán es persa. Es decir, hay dos diferencias en religión y cultura que los enfrentan por el monopolio del mundo islámico. Un actor a mencionar aquí de más reciente aparición, que no tiene aún la capacidad por sí mismo que tienen saudíes e iraníes (ya que no es oficialmente en términos de derecho internacional un estado, con todo lo que eso conlleva) es ISIS. Si bien ellos se llaman a sí mismos un estado, tienen el estatus de grupo terrorista. Son de corte sunita, realizan ataques contra chiitas y no musulmanes (en enorme medida contra cristianos), tienen su principal foco en Siria e Irak, y están liderados por Abu Bakr al-Baghdadi, quien se cree califa.
Citas religiosas El islamismo político tiene su fuente en el islam. El Corán y las tradiciones proveen las fundamentaciones para el accionar de los islamistas, más allá de que algunos sean selectivos en los versículos a tomar en cuenta y aquellos que es mejor dejar de lado momentánea o definitivamente.
A continuación se exhiben algunas citas islámicas que dan cuenta de que el islamismo es una expresión lógica y consecuente del islam14:
Sobre el islam como la “verdadera fe”: Corán 31:30: Esto es así porque Alá es la Verdad, pero lo que ellos invocan en lugar de invocarle a Él es lo falso. Alá es el Altísimo, el más Grande.
Sobre la consideración de los infieles: Corán 2:254. ¡Creyentes! … Los infieles, ésos son los impíos. Corán 2:89: …Que la maldición de Alá caiga sobre los infieles!
Sobre la incitación a combatir a los infieles: Corán 8:65: ¡Profeta! ¡Anima a los creyentes al combate! Si hay entre vosotros veinte hombres tenaces, vencerán a doscientos. Y si cien, vencerán a mil infieles, pues éstos son gente que no comprende. Corán 9:29: ¡Combatid contra quienes, habiendo recibido la Escritura [judíos y cristianos], no creen en Alá ni en el último Día, ni prohíben lo que Alá y Su Enviado han prohibido, ni practican la religión verdadera [el Islam], hasta que, humillados, paguen el tributo directamente
Sobre la guerra santa islámica: Corán 4:84: ¡Combate, pues, por Alá! Sólo de ti eres responsable. ¡Anima a los creyentes! Puede que Alá contenga el ímpetu de los infieles. Alá dispone de más violencia y es más terrible en castigar. Corán 5:35: ¡Creyentes! ¡Temed a Alá y buscad el medio de acercaros a Él! ¡Combatid por Su causa! Quizás, así, prosperéis.
Conclusión Esbocemos una triple conclusión: 1) Entender la naturaleza del enemigo 2) Combate intelectual 3) Combate militar
1) Saber a lo que nos enfrentamos. Hay que conocer al enemigo y entender su naturaleza para comprender que no se puede negociar con un totalitarismo fanático, que la racionalidad no es una de sus características, y que el misticismo religioso en el cual fundan su derecho a asesinar no puede ser puesto seriamente en consideración en cuanto a su validez en un “debate”. 2) Hay que combatir las ideas nefastas del islamismo, mediante las ideas racionales que promueven la defensa de los derechos individuales. Es menester destacar que la autodefensa es moral, y no hay que renunciar a ella frente al monstruoso enemigo. El
combate intelectual no consiste en otorgarles status moral a los asesinos sentándolos en una mesa a explicar sus ideas; consiste en preparar a sus oponentes con las ideas correctas para estar seguros de sí mismos y de la moralidad de su oposición al totalitarismo. 3) Frente a quien ataca con armas, hay que defenderse con armas. Los judíos aprendimos que hay que defenderse en un vecindario repleto de malintencionados. Por su posición, autoridades eclesiásticas no saldrán a decir algo como esto, pero yo que no ocupo tal posición puedo decirlo: cristianos que no quieran sucumbir ante ISIS, armen un ejército y enfrenten al mal. Aprendan de los judíos que reunieron fuerzas y se defendieron. No se puede razonar con estos malvados, ni limitarse a rezar. Tomen a su vida en sus manos y defiéndala.
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