martes, 20 de marzo de 2012

UNA AMARGA LECCION EN BASKETBALL Y TERRORISMO

Fuente: The Wall Street Journal- Traducido por Luisa Kasvin para el blog de OSA Filial Cordoba
16/3/12
por STEPHEN MOORE

'Esa fue la experiencia mas amarga y dolorosa de mi vida," observa Tom McMillen. "Lo que sucedio en Munich fue la competencia deportiva mas controvertida y tragica en los tiempos modernos."
El Sr. McMillen es una ex estrella universitaria y de la NBA del basketball, profesor de Rhodes, miembro democrata del Congreso por tres mandatos, y ahora un exitoso empresario. Nosotros estamos en su oficina del Virginia del Norte recordando sobre el continuo impacto de los Juegos Olimpicos de 1972, llevados a cabo 40 años atras este verano. Ensombreciendolo todo esta la tragedia de lo que el anunciante de television Jim McKay llamo "el peor dia en la historia del deporte."
Esa fue la crisis de rehenes en la Villa Olimpica, la cual culmino en el asesinato de 11 atletas israelies y entrenadores por parte de terroristas palestinos (vinculados con el grupo Fatah que ahora sabemos gozo de financiacion y entrenamiento sovieticos durante muchos años). Cuatro dias mas tarde fue el discutido juego de basketball entre los EEUU y la Union Sovietica, en el cual el Sr. McMillen desempeño un rol central.
Aun cuando no hay comparacion entre los dos acontecimientos en la mente del Sr. McMillen, la injusticia de esa competencia dejo una marca indelebre.
Primero, restablecer la escena de ese juego de basketball:
Hay tres segundos en el reloj de juego. La Union Sovietica le gana a EEUU 50-49. Un Doug Collins de 19 años, y pelo colgando, vistiendo la camiseta blanca del equipo con letras azules U S A en el frente (los sovieticos visten rojo), ha recibido flagrantemente una falta por parte de un jugador sovietico despues de robar la pelota e ir por lo que podria haber sido la bandeja ganadora del juego. Mareado por haber golpeado su cabeza en el piso, Collins se para en la linea y calmadamente arroja el primero de tres tiros para ganar el juego.
Pocos segundos mas tarde, los sovieticos intentan pedir un tiempo de espera, pero es demasiado tarde. Collins ya esta en el movimiento de girar el segundo tiro de la falta. EEUU gana por primera vez en el juego, 51-50—un regreso espectacular y peleado que ha borrado una victoria de la segunda mitad por 10 puntos por parte del equipo sovietico metodico, voluminoso y profesional. Los sovieticos inmediatamente arrojan la pelota afuera, pero el reloj expira antes que ellos obtengan un tiro afuera.
Lo que sucedio luego fue "caos e histeria," recuerda el Sr. McMillen. "Nosotros hemos preservado la racha ganadora de 63 juegos de America en el basketball olimpico." Pero esperen. No termino. Un funcionario aleman de acento tosco anuncia por los megafonos: "El juego no termino, pongan tres segundos en el reloj." Los funcionarios han decidido que los sovieticos pidieron un tiempo de espera. Ahora los sovieticos sacan apresuradamente fuera la pelota nuevamente. Esta vez su tiro de desesperacion se pierde, saliendo fuera de los bordes y nuevamente el juego termina.
Mas pandemonio. Los fanaticos irrumpen en la cancha mientras los jovenes americanos se abrazan unos a otros en celebracion. Una camara de television pesca a Tom McMillen bailando con sus brazos levantados en lo que el dice ahora fue una combinacion de "alegria y mucho de alivio."
Pero esperen nuevamente. Los funcionarios olimpicos vuelven a convocar a los equipos y los instruyen a seguir el juego nuevamente debido a un mal funcionamiento del reloj. Los americanos estan asombrados, desorganizados. Una vez mas los sovieticos tienen la pelota bajo su propio cesto. "El referi me instruye en forma inapropiada para que me aleje hacia atras de la linea interior para que no pueda interrumpir el pase, lo cual tengo derecho a hacer", dice el Sr. McMillen. "Pero yo no quiero que me llamen por una falta tecnica."
La pelota es lanzada perfectamente la extension de la cancha. El dotado centro de los sovieticos, Alexander Belov, "empuja a uno de sus defensores americanos" (extrañamente, el centro americano de 7 pies y 4 pulgadas Tom Burleson no esta en la cancha para desviar el pase debido a la confucion), hace la improbable captura y encesta en lo que es declarado como la bandeja ganadora del juego.
El anunciador de television Frank Gifford dijo a un indignado publico americano: "Y esta vez realmente termino." Lo fue. Y aun asi hasta este dia no termino aun. Como me dijo recientemente otro de los jugadores americanos, Kenny Davis, "40 años mas tarde ese juego solo continua haciendose mas y mas grande."
Las competencias olimpicas estan destinadas a promover la deportividad y aliviar las tensiones nacionales, pero los juegos de 1972 destruyeron esa ilusion en formas grandes y pequeñas. Cuatro dias antes que fuera jugado el juego americano-sovietico, el mundo observo horrorizado como los atletas israelies eran tomados rehenes por palestinos pesadamente armados con pasamontañas negros. Despues de dos dias de tension escalofriante y negociaciones infructuosas, un tiroteo dejo a nueve atletas y dos entrenadores israelies muertos. Sangre judia fue derramada en suelo aleman nuevamente.
'La terrible ironia," destaca el Sr. McMillen, "es que los alemanes habian tenido grandes dificultades para borrar todo rastro de las Olimpiadas de 1936 en Berlin, las cuales habian sido una vidriera para Hitler. Pocos dias antes de los juegos nosotros habiamos visitado Dachau, uno de los sitios de los campos de concentracion."
Despues de la masacre, lo que el llama "una neblina de depresion" tomo la Villa Olimpica. "Nosotros estabamos temerosos de mas incidentes. Nosotros teniamos que ir a practicas mientras toda esta agitacion estaba sucediendo." Hoy, dice el, "Mirando atras en eso, este realmente fue el principio de la era moderna de terrorismo." Por entonces, agrega el, "muchos de nosotros pensabamos que los juegos debian ser cancelados." Pero ahora el cree que hubiese sido "sucumbir ante los terroristas, lo cual tu nunca haces."
Luego llego el juego de basketball, con las apuestas magnificadas debido a que "habia tantas corrientes cruzadas con la politica", asi que se convirtio en un juego dentro de un "juego mundial politico" mas grande, dice el Sr. McMillen. John Bach, entonces un entrenador ayudante americano, recuerda las mismas sensaciones: "Se sentia como que la Guerra Fria estaba siendo jugada en la cancha de basketball."
La politica de la Guerra Fria parecio intervenir en cada etapa. Un anti-heroe fue el jefe de la Federacion Internacional de Basketball, William Jones, un britanico que habia hecho publicamente conocido que el pensaba que el dominio americano en el basketball olimpico estaba frenando el deporte. Durante el caos, "fue el Sr. Jones quien surgio de las gradas y ordeno a los referis poner tres segundos atras en el reloj", dice el Sr. McMillen. Uno de los referis, un brasileño, se rehuso a certificar la victoria sovietica. Pero al dia siguiente, la junta de apelaciones olimpica fallo contra los americanos.
El Sr. McMillen se mofa del fallo: "Habia cinco miembros en el panel, incluidos tres de paises del bloque del Este. Puede usted imaginar a un funcionario hungaro votando por nosotros? Nosotros nunca tuvimos una posibilidad... Usted tiene que entender. Los sovieticos realmente querian golpearnos- mostrar al mundo." Como todo esto se trataba de politica mundial, dice el amargamente, "Brezhnev y Nixon podrian habernos ahorrado mucho tiempo si no nos hubiesemos molestado con el juego de basketball en lo absoluto. Ellos solo tendrian que haber pulseado."
Los americanos votaron en forma unanime por no aceptar sus medallas de plata, la primera vez que habia sucedido en las Olimpiadas. Los jugadores americanos aun se enorgullecen de esa protesta. Kenny Davis incluso estipulara que ni sus hijos ni sus descendientes jamas "aceptaran la medalla de plata."
La competencia americano-sovietica tuvo efectos duraderos. Cambio el enfoque del equipo americano hacia el juego olimpico. El Sr. McMillen y muchos otros jugadores aun son abiertamente criticos del legendario entrenador olimpico Hank Iba y el efecto de su estrategia de desaceleracion en la final de 1972.
"Nosotros eramos mas rapidos, mas agiles y mas atleticos, pero jugamos exactamente el estilo de juego que se ajustaba a los sovieticos" se queja el Sr. McMillen. Tom Henderson concuerda: "Nosotros debimos haberlos corrido de regreso a Rusia." En 1976 el equipo americano entrenado por Dean Smith corrio arriba y abajo y gano nuevamente la medalla dorada.
Otro legado fue "terminar la era de la invencibilidad de EEUU," dice el Sr. McMillen. "Las naciones que estuvieron intentando hacer lo que fuera que podian por emularnos, todas de pronto sintieron que ellas podian competir." Primero en Europa, luego en Asia, Africa y Sudamerica, los extranjeros rapidamente achicaron la brecha de habilidades con EEUU. Lo bueno? "La NBA fue un gran beneficiario de ese juego, debido a que internacionalizo el basketball—los jugadores y la base de fanaticos," explica el Sr. McMillen.
El juego de 1972 tambien fue el principio del fin de la politica olimpica que prohibia a los atletas profesionales americanos competir aun cuando los sovieticos y otras naciones estaban equipadas con "aficionados" pagos. El equipo de basketball sovietico era un equipo de club pago que habia jugado muchos cientos de juegos juntos durante tres años.
"Ellos tenian 30 años," dice el Sr. McMillen. "Nosotros eramos llamados el 'Cuerpo de Niños' debido a que eramos muchachos universitarios de 20 años que nunca habian jugado juntos." Despues que se volvio miembro del Congreso, el Sr. McMillen presento una resolucion que los atletas profesionales deben tener permitido competir en las Olimpiadas.
Hay repercusiones de los acontecimientos de Munich en la vida posterior del Sr. McMillen. Despues de graduarse de la Universidad de Maryland, el paso al equipo de la NBA para buscar una beca Rhodes en Oxford. Alli, a mediados de la decada de 1970, el experimento nuevamente el terrorismo de primera mano, durante los bombardeos del IRA en Londres.
"Yo siempre me dije, esto va a venir a America. Estaba asombrado que no fue hasta 1993 realmente que sucedio el primer incidente del
World Trade Center," dice el. "Luego, cuando ocurrio el 11/S, yo estaba convencido que esta iba a ser una gran campaña por parte de nuestro gobierno para combatir el terrorismo mundial." El Sr. McMillen paso al negocio de la seguridad interna, produciendo suministros antiterrorismo tales como mascaras anti-gas y aparatos de deteccion de radiacion y desarrollo experiencia en ciberseguridad.
Cuan bien estamos protegidos ahora? "Nosotros hemos endurecido drasticamente nuestras vulnerabilidades clave desde el 11/S", dice el. Pero el esta preocupado por una ruptura catastrofica en la ciberseguridad: "Un virus para codigos de computadora puede causar mucha destruccion fisica en que nosotros nunca hemos pensado realmente como pais. Puede derribar un avion. Los aviones son volados a traves de sistemas de computacion de navegacion." El recita otras ciberamenazas- ataques que podrian cortar el agua potable, la electricidad y el acceso a cuentas bancarias, o causar una crisis en una planta nuclear. Cosa atemorizante.
En todos estos años, el Sr. McMillen nunca ha renunciado a otro sueño: persuadir al Comite Olimpico de premiar al equipo de basketball americano de 1972 con una doble medalla de oro. El esta proponiendo "un gran compromiso con los rusos donde ellos aceptan darnos una de oro y nosotros donamos esas medallas a la caridad rusa y cuidamos de miles de niños huerfanos."
El agrega esperanzadamente, "Tu pensarias que algo bueno ha salido de esto." Pero el admite que eso no es probable.
Este verano el Sr. McMillen y casi todos los jugadores y entrenadores supervivientes del equipo de basketball olimpico americano de 1972 se reuniran en Kentucky para la reunion de los 40 años. Los jugadores con los que he conversado, amargados como aun estan despues de todos estos años, concuerdan en que al final fue solo un juego de basketball. "Por lo que realmente hay que sentirse mal es por esos nueve muchachos israelies que perdieron sus vidas en Munich."

El Sr. Moore es miembro de la junta editorial del Journal.

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