domingo, 25 de marzo de 2012

Un gran milagro aconteció aquí

Un gran milagro aconteció aquí
El desierto del Néguev está siendo escenario de un acontecimiento agrícola

sin precedentes: la sequía, según se ha podido comprobar, no parecería

afectar a los agricultores de Ramat Hanéguev.

Enlugar del riego con agua dulce, los agricultores han elaborado un sistema que
funciona con agua salada, logrando un hecho sin precedentes a nivel mundial: una
plantación de aceitunas, que ocupa una superficie de 1000 metros cuadrados , y
que irrigada con agua salada, ofrece una producción 4 veces mayor de la que se
obtiene de una superficie de 1000 metros cuadrados irrigada por agua dulce.

Se ha observado la ventaja del agua salada en el cultivo de tomates y
viñedos, y hasta los tilapias (peces de agua dulce, 'Amnún' en hebreo) parecen
haberse acostumbrado ya al nuevo sistema.

Uno de los pioneros de cultivo en agua salada en el Néguev es Yoel de Malaj,

miembro del kibutz Revivim.
Así explica su éxito: 'ya hemos intentado la utilización de agua salada, pero

fracasamos por falta de conocimientos tecnológicos.

Muchos fueron los escépticos en cuanto al éxito que podría tener el riego de

cultivos con agua salada, extraída de una profundidad de 300 metros.

Comenzamos con algodón, pasando a aceitunas, melones, tomates, etc.
Estamos recibiendo apoyo del Instituto Vulcani, de la Facultad de Agronomía, de
la Universidad de Ben Gurion y del Instituto Blaustein de Sde Boker'.
Actualmente, la plantación de aceitunas del kibutz Revivim es la más
destacada de Israel.

Como no existen restricciones en la utilización de agua salada en la zona sur del Néguev,

el cultivo de aceitunas pasó a tener una reputación a nivel mundial.

Los árboles fueron especialmente diseñados para la cosecha mecánica, con la

ayuda de avanzadas maquinarias, que sujetas al tronco, sacuden fuertemente

las ramas hasta arrojar las aceitunas al suelo.

Parte de dichas maquinarias fueron perfeccionadas en Israel.
Gracias a este avance en la industria del aceite de oliva, la zona
estará en condiciones de absorber y emplear a más población.

Este gran éxito despertó gran interés en el círculo de los grandes empresarios,

quienes ya se encuentran en plenas averiguaciones para la inversión en

plantaciones de aceitunas.

El cultivo de aceitunas en agua salada en el Néguev estuvo
precedido por otro avance científico: el cultivo de tomates, por ejemplo,
donde se comprobó que cuanto más salada es el agua utilizada, más dulce
es el fruto que se recoge.

Y de aquí a las aceitunas no hubo más que un corto paso.

El principio del riego con agua salada funciona de la siguiente manera:

la sal pone en funcionamiento la presión osmótica sobre la planta,

lo que estimula la producción de azúcares, y así equilibra el porcentaje
de sal.
El cultivo de aceitunas en especial está caracterizado por la
obtención de una producción más grasa.

Durante una serie de pruebas, los agricultores se sorprendieron al

comprobar que los árboles ofrecían cosechas inimaginables:

en la zona de la Galilea, donde se alcanzó hasta el presente la
media tonelada por cada 1000 metros cuadrados, se obtuvo una producción de

2 toneladas de la misma superficie.


Un invento israelí permite la comunicación telefónica en Internet , sin necesidad de un servidor

En lugar de utilizar los métodos de la primera generación
(conversación a través del ordenador) o el sistema de la segunda generación y
también el actual (basado en conversaciones de teléfono a teléfono que se
convierten en una conversación de Internet con un servidor del distribuidor de
teléfonos), la empresa Apalio, una nueva empresa 'start-up' israelí, propone la
conversación de teléfono a teléfono que después será convertida en tecnología
telefónica de Internet, sin intervención del distribuidor de teléfono y en
realidad sin servidor alguno.

El aparato de la empresa efectúa la comunicación con Internet, creando una

entrada del cliente para la empresa de Internet, que incluye el teclado del

nombre del usuario y el código.

De esta manera, el costo efectivo de la conversación es tan sólo el costo de una
llamada local.



Haciendo florecer el desierto del Néguev

A menos de 20 kilómetros al sur, en Sde Boker, se encuentra la sepultura del

primer Primer Ministro de Israel, David Ben Gurion, el santuario secular de

su grandiosa visión de convertir el Néguev en el corazón de Israel.

Ben Gurion se hubiera complacido con los piscicultores, quienes durante el

último año han utilizado los elementos del desierto para producir alimento.

El cinturón septentrional del Néguev, entre Kiryat Gat y Beersheva, es un testimonio del éxito.

Una alfombra verde de trigo invernal cubre los campos de los kibútzim y moshavim,

una cesta de pan creada con la irrigación y los resueltos esfuerzos de

asentamiento en los últimos 50 años.
Y sin embargo, no es el desierto realmente lo que florece aquí, dice el Profesor
Uriel Safriel del Instituto Blaustein para la Investigación del Desierto en Sde
Boker.
'Hemos convertido en un auténtico vergel las zonas semiáridas',
al norte del desierto propiamente dicho, nos dice.
'El resto lo hemos convertido en vergel de forma irregular'.
El objetivo en los primeros años, nos explica, era 'simplemente poner

nuestras picas en todas partes en Israel.
Lo que hicimos fue evitar que el terreno de pasto se convirtiera
en desierto transformándolo en tierras de cultivo'.
En una región como ésta, nada tiene más valor que el agua.

Y desde 1989, la comisión nacional de recursos hidrológicos bombea

aguas residuales tratadas, procedentes de la planta de reciclaje de la región

de Dan, llevándolas hasta los kibutzim y poblaciones, donde se

aprovechan para la irrigación de árboles frutales y verduras.

Casi la mitad del agua que se utiliza en el Néguev, sorprendentemente,

procede de esta fuente reciclada, 115 millones de metros cúbicos al año.
Este volumen se va a duplicar el año que viene en cuanto se acaben de

construir varios enormes depósitos incluyendo el proyecto del Fondo
Nacional Judío en la zona noroccidental de Besor.

Los agricultores del desierto están explotando también una fuente

prácticamente inagotable de agua caliente y salobre extraída de

una antigua capa freática a unos 1.000 metros de profundidad en el desierto.
El agua fue descubierta hace unas dos décadas, pero en un principio

se pensó que no se podía utilizar.

Este uso ingenioso del agua salobre y residual para cultivar productos agrícolas

de alta calidad en el desierto es principalmente el resultado de una estación de
investigación agrícola, creada en 1981 en Ramat Hanéguev, una amplia meseta al
suroeste de Beersheva.
Científicos e investigadores han desarrollado métodos para que las plantas

soporten mejor la salinidad del agua y han encontrado técnicas que permiten

cultivar productos de primera clase con agua de segunda clase.

Las piscifactorías son una parte esencial dentro del ciclo agrícola, como se

puede observar en Kadesh Barnea, una comunidad aislada
de 25 familias que cultiva 60.000 peces de San Pedro en lo alto del desierto
arenoso en la frontera con Egipto.

Y lo que Ben Gurion proclamaba como 'prueba definitiva', 'conseguir dominar

las tierras baldías' en el sur, porque 'si el estado no pone fin al desierto,

el desierto pondrá fin al estado', ha sido superada.

¿Quién teme ahora que el desierto nos invada, cuando Israel cultiva peces en él ?

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