jueves, 17 de octubre de 2013
Hoy se conmemora el 70 aniversario de la deportación de los judíos romanos
A continuación el mensaje del Papa Francisco a Riccardo Di Segni, rabino jefe de Roma:
"Deseo unirme a ustedes, en la cercanía espiritual y en la oración, en la conmemoración del 70 aniversario de la deportación de los judíos de Roma. Mientras vuelven a nuestra memoria esas trágicas horas de octubre de 1943, es nuestro deber mantener ante nuestros ojos el destino de los deportados, imaginar su miedo, su dolor, su desesperación, para no olvidarlos, para mantenerlos vivos en nuestra memoria y en nuestra oraciones, junto con sus familias, sus parientes y amigos que lloran su pérdida y que están descorazonados por las profundidades de la barbarie a la que la humanidad puede hundirse".
Sin embargo, el conservar la memoria de un evento "no sólo significa mantener un recuerdo, sino que también y por sobre todo significa hacer el esfuerzo de entender el mensaje que esto puede representar para nuestros tiempos, para que la memoria del pasado pueda ofrecer una lección para los tiempos de hoy y convertirse en una luz para iluminar nuestro camino futuro. Juan Pablo II escribió que la memoria está llamada a llevar a cabo "un papel necesario en el proceso de dar forma a un futuro, en el que la maldad indecible de la Shoah nunca volverá a ser posible", y en Auschwitz Benedicto XVI comentó: "el pasado nunca es simplemente el pasado. Siempre tiene algo para decirnos; nos dice qué caminos tomar y cuáles no".
Por lo tanto, la conmemoración de hoy "se podría definir como una memoria futuro “, un llamado a las nuevas generaciones para que no se dejen alinear, para no dejarse atrapar por las ideologías, nunca justificar el mal que encuentren, y no bajar la guardia contra el antisemitismo y contra el racismo, no importa de donde provengan. Espero que iniciativas como esta puedan promover el entrelazamiento y el crecimiento de redes de amistad y hermandad entre judíos y católicos en esta, nuestra querida ciudad de Roma".
El Papa citó al profeta Jeremías, según el cual el Señor dijo: "Porque yo sé los planes que tengo para ustedes, planes de bienestar y no de calamidad, planes para darles esperanza y un futuro", y añadió: "El recuerdo de tragedias pasadas se convierte en un compromiso de todos nosotros para dirigirnos con todas nuestras fuerzas hacia un futuro que Dios quiere prepararnos y construirnos. Shalom".