viernes, 4 de octubre de 2013

MI PALABRA: NO ES NORMAL

Fuente: The Jerusalem Post- Traducido por Marcela Lubczanski especialmente para el blog de OSA Filial Cordoba por LIAT COLLINS 19/09/13 Miren quien no habla. Un colega que asistio recientemente a uno de los muchos eventos conmemorando los 20 años desde que fueron firmados los Acuerdos de Oslo estuvo enojado por la ausencia advertible de asistentes palestinos. A dos decadas, no hay mucho para celebrar – en cualquier lado – pero uno de los aspectos mas tristes de los fracasos del proceso de paz es que en muchas formas en vez de hacer progreso las relaciones han empeorado en muchas esferas. Y entre los peores delincuentes estan los que mas promueven la causa de la paz mientras defienden el movimiento de boicot, sanciones y desinversion y lo que el mundo arabe llama "anti-normalizacion." Lamentablemente, yo he estado en demasiados eventos promoviendo el dialogo que han descendido en una prolongada farsa de castigar a Israel. Los participantes en ambos lados generalmente llevan equipaje emocional que parece volverse expuesto al minuto que ellos pasan sus pertenencias a traves de la maquina de rayos equis en la entrada de la sala de convenciones. Eso, por supuesto, si es que ellos vienen. La siempre creciente tendencia anti-normalizacion significa que incluso este contacto limitado esta desapareciendo gradualmente. Un par de años atras, me reuni con un grupo de adolescentes israelies del Sur golpeado por misiles involucrada en un proyecto para ayudarlos a evitar desarrollar sentimientos de odio como resultado de los ataques constantes. El unico problema fue que sus pares palestinos de Gaza no tuvieron permitido participar en el programa. No fueron los puestos de control de Tzahal los que los mantuvieron fuera, fueron sus lideres locales que obviamente temian que el proyecto podria de hecho tener exito y una generacion de jovenes locales podria crecer no demonizandose unos a otros. La primera vez que adverti un no mostrarse por parte de los palestinos fue, suficientemente sorprendente, en la firma inicial de los Acuerdos de Oslo en la oficina del primer ministro Yitzhak Rabin. Rabin no parecio comodo y la misma ausencia de Yasser Arafat dejo en claro que este no era Anwar Sadat poniendo un fin a las hostilidades con una visita a Jerusalem. Este es el evento donde la prensa recogio el hecho que un Rabin que se veia reticente puso su nombre en el documento con una lapicera Pilot muy ordinaria en una ceremonia que carecio de talento y fanfarria. El verdadero espectaculo estaba reservado para la reunion en el jardin de la Casa Blanca algunos dias mas tarde, para cuya epoca estaban teniendo lugar los primeros ataques terroristas palestinos relacionados con Oslo, no por casualidad. Yo no estaba feliz de asistir a la ceremonia en Jerusalem, auque estaba claro que, para bien o para mal, este era un hecho historico. Desde el inicio tuve mis dudas sobre cualquier acuerdo con Arafat, por no decir uno llamado en la epoca "Jerico y Gaza primero." Mis preocupaciones acerca de que seria "segundo" y "tercero" – y mis temores que las Alturas del Golan y Jerusalem no estaban a tantos golpes de distancia – solo empeoraron durante la ceremonia cuando los funcionarios noruegos hablaron sobre la necesidad de continuar rompiendo el consenso. Veinte años es suficiente tiempo para conceder una cierta cantidad de perspectiva. La retrospectiva, sin embargo, no es garantia de un cuadro adecuado. “De hecho, Oslo nos abrio el camino al mundo arabe,” escribio Uri Savir, uno de los arquitectos del acuerdo, en este diario la semana pasada. Yo lo recuerdo en forma diferente. A fines de abril de 1994, viaje con una delegacion israeli al Sultanato de Oman para cubrir conversaciones sobre agua. El equipo israeli estaba liderado por el entonces viceministro del exterior Yossi Beilin, otro creador de Oslo. La reunion historica estaba bajo los auspicios de las conversaciones multilaterales establecidas por la Conferencia de Madrid en octubre de 1991. Uno de los mayores 'pecados' de Oslo, en mi opinion, es que mato irrevocablemente al proceso de paz comenzado por Yitzhak Shamir en el cual la pista palestina estaba combinada con la jordana. (De hecho, aun con todo su entusiasmo, Jerico y Gaza Primero no solo fracaso en traer la paz entre los israelies y los palestinos, tampoco pudo traer una reconciliacion entre los residentes de Cisjordania y los de Gaza, los primeros teniendo una afiliacion mas fuerte con Jordania mientras que los ultimos vinculados estrechamente a Egipto. Ningun pais, debe ser destacado, hizo algun movimiento para otorgar a los palestinos un estado independiente cuando ellos controlaron esas areas entre 1948 y 1967). Cierto, la naturaleza de las conversaciones multilaterales fue probablemente influenciada positivamente por la Declaracion de Principios de Oslo, pero posiblemente dio un reves a las relaciones con Jordania mas que lo que las ayudo. El Reino Hachemita se sintio amenazado directamente por las negociaciones secretas y reconocimiento de los palestinos. La paz con Jordania, la cual tambien cubri en 1994, llego a pesar de Oslo, no debido a el. Aun cuando la atmosfera en las conversaciones por el agua en la capital de Oman, Muscat, era festiva, la mayoria de los miembros de la delegacion israeli estaban monitoreando las noticias en caso que hubiera mas bombardeos de autobuses del tipo que llevo una cuenta letal en los dias antes de nuestra partida para el Golfo Persico. Incluso entonces, por cierto, los ciudadanos omanies, bahreinies, kuwaities y de Emiratos Arabes Unidos que conoci estaban mas preocupados por las amenazas del Iran siempre en radicalizacion, tanto mas cercano y mas peligroso que el estado judio. Ellos tambien fueron mucho mas acogedores con los miembros de la delegacion israeli que con los palestinos. El apoyo palestino a la invasion de Kuwait por parte de Saddam Hussein en la Primera Guerra del Golfo estaba aun muy en sus mentes. Despues que fue firmado Oslo II en 1995, yo mencione a Beilin que habia llegado a familias que vivian en Gush Etzion que estaban sondeando a amigos y parientes en Jerusalem por posible refugio si eran expulsados de sus hogares. Beilin, tomado por sorpresa, descarto sus temores, explicando que nadie estaba hablando de evacuar el bloque de Etzion. Yo fui tranquilizada solo en parte. Si los residentes judios habian obtenido la impresion que podian ser expulsados de sus casas, seguramente el liderazgo palestino habia obtenido una impresion similar. Yo tambien habia visto para entonces la forma a menudo casual en que fueron elaborados los mapas. LOS PARTIDARIOS DE Oslo sostienen que fue el asesinato de Rabin en noviembre de 1995 el que mato al proceso de paz. “Los acuerdos fueron mejores que su implementacion, especialmente cuando un primer ministro anti-Oslo llego al poder en 1996 para implementar un acuerdo que el objetaba en forma vehemente", escribio Savir en su articulo de opinion en el Jerusalem Post la semana pasada. Esta es una forma de verlo, pero no necesariamente la forma correcta. El asesinato de Rabin fue una tragedia, pero eso no fue lo que llevo al poder a Benjamin Netanyahu. Netanyahu fue electo despues que los ataques suicidas palestinos comenzaron a golpear Jerusalem, Tel Aviv y el centro de Israel, y mas y mas ciudadanos comunes perdieron su sentido de seguridad personal y sintieron que el sueño de Shimon Peres de un "nuevo Medio Oriente" estaba convirtiendose en una pesadilla. En todo caso, lo que costo a Netanyahu su primer mandato en el cargo fue implementar los retrocesos dictados por Oslo. Quien puede decir si Rabin – apodado Sr. Seguridad – en algun punto no hubiese dicho "basta." Los acuerdos de paz acompañados por una campaña de terror no son dignos de su titulo. Tampoco la paz es posible contra un contexto de constante demonizacion de Israel y campañas para deslegitimizarla en la opinion publica mundial. Sea que nuestros lideres se las arreglen o no para llegar a un acuerdo de paz que funcione, nosotros, los israelies y palestinos, vamos a tener que continuar viviendo juntos. Es hora de admitir de una vez por todas que Oslo fracaso, pero ignorar a los palestinos no los hara alejarse, y boicotear a Israel ciertamente no traera la paz