viernes, 4 de abril de 2014

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omprendiendo a Crimea

La estratégica posición de Crimea en la salida de Rusia al Mar NegroLa estratégica posición de Crimea en la salida de Rusia al Mar Negro
Para entender lo que sucede en la península de Crimea, debemos saber cómo comenzó todo. Antes del siglo X la zona de Rusia consistía en ciudades dispersas que peleaban entre sí. El año 862, un vikingo llamado Rurik y sus hermanos Sineus y Truvor conquistaron la región dominando a los eslavos que la habitaban. Estos vikingos eran de la familia de los Rus, palabra que viene del sueco “rosti” – ellos eran del territorio que después serían Suecia y Dinamarca -, y significa “remo”, por los barcos a remo de los vikingos. Llamaron a ese territorio Rusia, que significa “Tierra de Remos”. Los seguidores de Rurik fueron conocidos también como “Varegos”, que significa “aliados”. Posteriormente se auto erigieron como “Gran Duque” o “Príncipes” en el Rus de Kiev, que abarcaba casi todo el territorio de las actuales Rusia europea, Ucrania y Bielorrusia.
Sin embargo la península de Crimea tuvo una historia diferente. Ubicada entre el Mar Negro y el Mar de Azov, siempre fue deseada por su ubicación estratégica. Primero fue parte del Imperio Romano, y posteriormente a Bizancio al desaparecer el Imperio Romano de Occidente. Después de que Bizancio cayó en manos de los turcos, en Crimea se creó el Kanato de Crimea, que fue el Estado de los tártaros de Crimea desde 1441 a 1783.
(Tártaro es el nombre aplicado a los pueblos turcómanos de Europa Oriental y Siberia. Viene de una tribu que vivía el siglo V en el noroeste de Mongolia llamada “Tata”. Se usó el nombre tártaro para los mongoles invasores del siglo XIII, y se extendió después a cualquier invasor nómade asiático. Son más de diez millones).
(El Kanato de Crimea fue fundado por algunos clanes de la “Horda de Oro” –estado mongol que abarcó parte de Rusia, Ucrania y Kazajistán tras desaparecer el imperio mongol en 1240- que abandonaron su nomadismo y se asentaron en Crimea en 1441)
Con posterioridad, bajo el Imperio Ruso, se constituyó en Crimea la “Gubernia de Tavria”, 1802 a 1917, con capital Simferópol. De 1917 a enero de 1918 se declaró la República Popular de Crimea. Después nació – y desapareció – la República Socialista Soviética de Tavria, a continuación apareció el Gobierno Regional de Crimea desde 1918 a 1919; y después la República Autónoma Socialista Soviética de Crimea entre 1921 a 1945, que era parte de la Unión Soviética. Finalmente se creó el “Óblast de Crimea” entre 1945 hasta 1991, cuando se desarmó la URSS.
(Óblast es una región o provincia que está un nivel más bajo del estado nacional, y se subdivide en distritos)
Dato interesante es mencionar la Guerra de Crimea, entre octubre de 1853 y febrero de 1856, entre los aliados Gran Bretaña, Francia y el Imperio Otomano – al que apoyaban para que no se hundiera -, contra el Imperio Ruso de los Romanov al que querían detener en su crecimiento. Fue una carnicería – aliados casi 50.000 muertos y heridos, rusos 256.000 muertos y heridos -. En octubre de 1854 los británicos permitieron que treinta y ocho enfermeras voluntarias a cargo de Florence Nightingale viajaran a Crimea para ayudar a los heridos.
(Florence Nightingale sentó las bases para hacer de la enfermería una profesión. En 1860 estableció su escuela de enfermería laica en el hospital Saint Thomas de Londres.   Inspiró con su trabajo a Henri Dunant, que fundó la Cruz Roja - que ha usado como símbolo la bandera de Suiza con colores al revés – y fue el autor de las propuestas humanitarias adoptadas por la Convención de Ginebra)
Existen registros de asentamientos judíos en Crimea desde el siglo IV. Bajo la influencia de esas comunidades judías, Bulan, el Khagan Bek de los reino de los jázaros, pueblo turcómano, fue que adoptó con su pueblo el judaísmo entre fines del siglo VIII e inicios del IX. Al ser derrocado el reino jázaro de Sviatoslav I de Kiev en 969, muchos judíos del reino huyeron a Crimea, que ya contaba con población judía.
Crimea, que había estado dominada por el Imperio Otomano, fue atacada por el Imperio Ruso bajo el reinado de Catalina la Grande, que la conquistó en 1783 instalando en Sebastopol una base naval frente al Mar Negro, la misma que perdura hasta hoy en día en ese mismo lugar.
Varios emperadores rusos intentaron vanamente expulsar a los judíos a menos que se convirtieran a la Iglesia Ortodoxa - especialmente la Emperatriz Isabel I de Rusia -. Catalina la Grande creó entonces una Zona de Residencia para los judíos, en la que debían vivir, y de la que sólo podrían salir con permisos. Como la población rusa estaba dividida en nobles, siervos y clérigos, al no pertenecer los judíos a ninguna de esas clases, el progreso industrial hizo que judíos coparan la clase media. El poder imperial se aseguró que los judíos no crecieran en ella limitando su lugar de residencia. El número de judíos se incrementó con la anexión rusa de territorios polaco lituanos, de manera que la Zona de Residencia llegó a tener una población judía de cinco millones, el 40% de los judíos del mundo en ese momento.
Crimea era parte de esa Zona de Residencia, ya que Catalina la Grande la abrió al asentamiento judío para que sirvieran de “colchón” contra los turcos. Como a los judíos no se les permitía vivir en ciudades importantes, los grandes espacios de Crimea permitieron a muchos dedicarse a la agricultura, lo que les preparó para su posterior emigración a la provincia otomana que llegó a ser Israel. Incluso Joseph Trumpeldor, el héroe judío, entrenó a potenciales inmigrantes en Crimea antes de irse él mismo a Israel, donde murió en Tel Jai (“Colina de la Vida”) enfrentado a ataques de bandoleros árabes.
(Joseph Trumpeldor, 1880 – 1920, nacido en el norte del Cáucaso en Pyatigorsk, Rusia, se destacó en la Guerra Ruso-Japonesa en la que se enroló como voluntario, y le fue dado el grado militar de oficial, siendo el único oficial judío del ejército ruso. Fue uno de los primeros activistas sionistas, organizó la Legión Judía y llevó emigrantes judíos a la provincia otomana donde se crearía Israel)

Los judíos, que habían habitado desde tiempos antiguos la península de Crimea, estaban divididos en dos comunidades: por una parte los Krimchaks, seguidores del judaísmo rabínico actual – comunidad judía de Crimea que habla un lenguaje derivado del turco – y los Caraítas.
(Los Caraítas son una corriente religiosa judía, cuyo nombre viene del hebreo “karaim”, “lectores”, que son seguidores de la escritura y reconocen al Tanaj (Antiguo Testamento) como única y máxima autoridad. Surge de varios movimientos anti talmúdicos; consideran sagradas las “Escrituras Hebreas”, pero no las “Tradiciones Orales”, al contrario de los rabinos. Por ejemplo en Éxodo 23:19 dice “No cocerás un cabrito en la leche de su madre”. Los caraítas lo entienden al píe de la letra, pero para los rabinos esto se entiende como la prohibición de comer leche y carne juntas)
En el censo del 2001 la población de Crimea alcanzó una población de 2.413.228 habitantes. Rusos 1.450.394 (60,1%), ucranianos 576.647 (23,89%). Entre varios otros, Judíos 5.531 (0,22%) y Caraítas 715 (0,029%), censados como tales, a pesar de ser judíos también. (Estos datos no son demasiado fidedignos, ya que otras fuentes aseguran que los judíos de Crimea serían hoy en día 17.000)
Durante la Unión Soviética, Crimea perteneció a Rusia. En 1954 el primer ministro soviético Nikita Krushov, que era ucraniano, cedió a Ukrania la península de Crimea como estado independiente, manteniendo eso sí la base naval de Sebastopol. Pero hoy en día el presidente ruso Putin, que quiere hacer de Rusia nuevamente una potencia influyente, pretende revertir la condición ucraniana de Crimea, haciendo que vuelva a Rusia.
Los judíos de Crimea no han tomado partido como comunidad entre los ucranianos y los rusos, y tampoco han visto cambios de actitud entre la población local hacia los judíos. Ha habido pintadas antisemitas en la sinagoga de Simferopol, pero al parecer es un hecho aislado. La comunidad judía sigue con sus programas de ayuda a personas mayores y a niños, y está presente en la comunidad de Crimea al lado de sus vecinos, como siempre lo ha estado. Después de todo son una de los grupos más antiguos en la península, junto con los tártaros. Esperan que la situación se resuelva sin que el conflicto pase a enfrentamientos, y que los pueblos ucranianos y rusos, que provienen de una raíz común, puedan resolver las cosas pacíficamente.

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