Dos pacientes del Centro Médico Rambam en Haifa, uno árabe y otro judío, en sus respectivas necesidades de trasplantes de riñón, recibieron el órgano que necesitaban de los familiares.
Dos pacientes que muy necesitados de trasplantes de riñón, uno árabe y otro judío, lograron salvar la vida el uno gracias al otro. Laesposa de Mohammad Eckert, Rasha, de 30 años de edad, donó su riñón a David Ben-Yair de 57 años de edad, mientras que el hijo de David, Shmuel de 34 años, dio su riñón a Mohammed. El procedimiento se realizó en la Unidad de Trasplante Médico del hospital Rambam por el Dr. Rawi Ramadán, un médico árabe que es el director de la Unidad de Trasplante del Rambam. Dos hombres, que no se conocían entre sí antes de esto, están conectados entre sí a través de un vínculo de gratitud.
El procedimiento que se llevó a cabo, conocido como un trasplante de cruce, no es común en Israel y se lleva a cabo cada vez que no hay ninguna coincidencia entre un paciente y los miembros de su familia. “Probamos cada paciente que tiene un donante vivo con el fin de evaluar si tal trasplante se puede hacer dentro de la familia”, el Dr. Ramadán dijo a Jewish Press, “pero a veces uno de los pacientes tiene un tipo de sangre o de anticuerpos que no coinciden con el otro miembro de la familia. En este caso particular, el padre judío tenía anticuerpos en su sangre que no coinciden exactamente con su hijo”.
Y añadió: “Con las tecnologías médicas de hoy en día, podríamos haber realizado el trasplante dentro de la misma familia, pero nos hemos visto obligados a darles un muchos de medicamentos pre-operatorios, los cuales protegen a corto plazo pero tienen muchos efectos secundarios a largo plazo. Por lo tanto, era mejor para hacer el intercambio entre las familias judías y árabes, ya que tanto los pacientes recibieron la misma calidad de los riñones y hemos sido capaces de tratarlos con una mínima cantidad de medicamentos contra el rechazo”. El Dr. Ramadán dijo al diario Israel Hayom que cuando se discutió la idea de cruce del trasplante, los cuatro residentes de Haifa no dudaron: “Para ellos, no importa quien donaba a quién. En lo que a ellos respecta, donaron un riñón a un miembro de la familia, y con ella salvaron una vida“.UNIDOS CON ISRAEL
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