¿Por qué el mundo entero está en contra de Israel?
No es ningún secreto que la mayor parte del mundo aborrece a Israel. Por ejemplo, considere el registro de las Naciones Unidas, el cuerpo oficial que representa las 192 naciones del planeta.
Desde 1948, virtualmente cada vez que se proclama una resolución concerniente a Medio Oriente, la comunidad de naciones se pone del lado de los enemigos de Israel.
De acuerdo con la Enciclopedia Wikipedia, desde 1948 que se refundara el estado de Israel, hasta el año 2009, la ONU aprobó 224 resoluciones en contra de los judíos, pero esto no paró allí, porque el año 2010, el 2011 y lo que va del 2012, han sido los peores, ya que por primera vez en la historia tenemos a un presidente de Estados Unidos que ha demostrado ser incondicional con los árabes y abiertamente antijudío. Claro que se ha visto forzado a cambiar algo de su política para ganarse la simpatía de los cristianos.
Asimismo, puede que se advierta una apariencia de equidad y tolerancia hacia Israel en algunos círculos políticos, pero en los centros globales de poder como Nueva York, Londres, Moscú y Bruselas, esto a menudo ya ni se disimula.
Asimismo, puede que se advierta una apariencia de equidad y tolerancia hacia Israel en algunos círculos políticos, pero en los centros globales de poder como Nueva York, Londres, Moscú y Bruselas, esto a menudo ya ni se disimula.
No se equivoque al respecto, en los salones colmados de humo, detrás de las puertas cerradas en donde las personas pueden decir lo que realmente piensan, hay individuos poderosos que desprecian todo lo que tiene que ver con los judíos.
Ocasionalmente, ese antisemitismo contenido sale a la superficie, como un amenazante monstruo marino que levanta su horrible cabeza. Luego desaparece una vez más bajo las profundidades. En mayo del 2010, por ejemplo, la corresponsal de 90 años de la Casa Blanca, Helen Thomas, asombró al mundo cuando dejó escapar durante un evento en este palacio presidencial que conmemoraba la herencia judía, «que los israelíes judíos … (y a continuación lanzó un improperio que omitimos) debían ser expulsados de su territorio… Que debían irse a Polonia, Alemania, Estados Unidos o a cualquier otro lugar».
La señora Thomas, evidentemente no estaba consciente que cerca del 70% de los ciudadanos judíos hoy, son sabras, es decir que nacieron en Israel. No tienen más hogar al cual puedan regresar.
Ante su comentario hubo un clamor inmediato de protestas, y la señora Thomas se vio obligada a renunciar varios días después. Sin embargo, ese entero e infortunado episodio dejó a algunas personas preguntándose si acaso no eran un tanto hipócritas, al arremeter en contra de una anciana y mal informada periodista, que simplemente había tenido la audacia y la distracción de expresar en voz alta, lo que la mayor parte del resto del mundo piensa de todas formas en silencio.
Para cualquiera que esté prestando atención, es dolorosamente evidente que este mismo espíritu de odio en contra de los judíos, que diera origen al holocausto permanece bien vivo hoy en día. Es un hecho infortunado, pero innegable.
El antisemitismo y el antisionismo hoy
Hace varios años el director del ministerio Christian Jew Foundation, Fundación Judeo Cristiana, recibió una carta de un hombre que había sido criado en un hogar antisemita. Incluso en su edad adulta, suponía que las cosas que había aprendido de los miembros de su intolerante familia, eran ciertas. Así que cuando lo escuchó un día a través de la radio hablando del sionismo, se puso furioso porque le habían enseñado que el sionismo era algo diabólico.
Sin embargo, antes de escribir y enviarle una misiva colmada de reproches, decidió buscar el término en una enciclopedia. Cuando lo hizo se enteró que «sionismo» simplemente se refiere al movimiento para restaurar a Israel como nación en su territorio ancestral, una tierra que le fue arrebatada al pueblo judío hace milenios.
Él contó, que después se sentó frente a su escritorio y reflexionaba en lo que había leído en la enciclopedia. Y se preguntaba una y otra vez: «Pero… ¿qué hay de malo en esto?».
Este caballero, quien era un corredor de bienes raíces, contó que finalmente se dio cuenta que lo habían engañado, ya que al ponerse a investigar las Escrituras reconoció que «El territorio de Israel le pertenecía al pueblo judío debido al título de propiedad que había recibido por medio del pacto Abrahámico», así lo explicó, agregando que «Como no había fecha de expiración en este pacto, la tierra les pertenece a perpetuidad y que cada persona no judía que ha tratado de ocuparla desde ese tiempo, ha sido un ocupante ilegal en tierra ajena».
Este caballero, quien era un corredor de bienes raíces, contó que finalmente se dio cuenta que lo habían engañado, ya que al ponerse a investigar las Escrituras reconoció que «El territorio de Israel le pertenecía al pueblo judío debido al título de propiedad que había recibido por medio del pacto Abrahámico», así lo explicó, agregando que «Como no había fecha de expiración en este pacto, la tierra les pertenece a perpetuidad y que cada persona no judía que ha tratado de ocuparla desde ese tiempo, ha sido un ocupante ilegal en tierra ajena».
Este caballero estaba hablando con toda su experiencia en el mundo de los negocios, como corredor de bienes raíces. Como tal, sabía lo que significa un título de propiedad. A pesar de todo, muchas personas, y hoy más que nunca, consideran el sionismo como algo diabólico. Para ellos se trata más de racismo, intolerancia e injusticia, que de una raza perseguida, acusada injustamente, que estaba cansada de estar huyendo para salvar la vida, y que regresó a su territorio ancestral y creó un refugio seguro para ellos y sus descendientes.
Sionismo es una palabra corta y simple, pero ante la ONU es denigrante y se trata casi como de una blasfemia. En el año 2001, cuando esta organización celebró una conferencia antiracista en Durban, Sudáfrica, algunos de los asistentes exhibían esvásticas y estaban tarareando epítetos en contra de Israel, en los que comparaban el sionismo con racismo.
En la primera Conferencia de Durban, organizada para publicitar los problemas de las víctimas de la discriminación racial, se convirtió en un sorprendente ataque contra el estado de Israel, al que se le culpó de«prácticas sionistas racistas» y de «promover y mantener una cultura de superioridad racista». La retórica fue tan fuerte que Estados Unidos retiró su delegación. Si bien se rechazó parte del lenguaje, la Declaración de Durban exponía: «Estamos preocupados por la lucha del pueblo palestino que vive bajo la ocupación extranjera», señalando únicamente de discriminación a Israel y a ningún otro país, en un documento que debía estar enfocado en el racismo y la discriminación en el mundo.
En la conferencia Durban Segunda, celebrada en Bruselas en el año 2009, el presidente de Irán Mahmoud Ahmadinejad prometió desde el podio y ante el mundo, borrar a Israel del mapa, agregando: «La palabra sionismo personifica al racismo, está falsamente basada en la religión y abusa de los sentimientos religiosos para esconder el odio».
En la Durban Tercera, organizada para conmemorar lo que sucedió hace diez años. Tanto Israel, Estados Unidos y otros once países occidentales decidieron no participar en la conferencia, como una forma de protesta contra Naciones Unidas que siempre acusa sólo a Israel en vez de atacar los terribles actos de racismo y discriminación que ocurren globalmente. Mientras que los representantes de Irán, Cuba y Líbano denunciaron a Israel.
En esta conferencia, las fuerzas antisionistas trataron de usar la ocasión para desviar el proceso de paz del Medio Oriente y hacer que las naciones votaran en favor del establecimiento de un estado palestino en la asamblea general de la ONU. El 21 de septiembre del 2011 tuvo lugar una protesta en la plaza Dag Hamamrskjod de la ONU, organizada por el Instituto para Justicia de Jerusalén.
Esta protesta fue efectiva. La administración Obama junto con aliados claves de Estados Unidos, no permitieron que la moción llegara al piso de la asamblea general. Pero eso no impidió que la UNESCO, una agencia de la ONU votara abrumadoramente, un poco después, para garantizarle plena membresía a“Palestina”. Esta, tal vez fue la primera vez, que una agencia oficial de la ONU haya votado por membresía de un país que no existe.
Pero esto no debe sorprender a nadie. Una y otra vez la ONU ha mostrado su simpatía por organizaciones y facciones que han jurado en favor de la destrucción de Israel y su pueblo.
De acuerdo con un informe publicado recientemente por el FBI sobre «Estadísticas de crimen de odio», en Estados Unidos, en el año 2010, se reportaron 1.409 crímenes motivados por odio religioso y 65,4% de ellos fueron dirigidos específicamente al pueblo judío, más que contra cualquier otro grupo étnico o religioso. ¡Y todo esto ocurre en pleno siglo XXI!
De acuerdo con un informe publicado recientemente por el FBI sobre «Estadísticas de crimen de odio», en Estados Unidos, en el año 2010, se reportaron 1.409 crímenes motivados por odio religioso y 65,4% de ellos fueron dirigidos específicamente al pueblo judío, más que contra cualquier otro grupo étnico o religioso. ¡Y todo esto ocurre en pleno siglo XXI!
Fuente radio difusíon amèrica
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