**No Lo Intentes**
Que no se te ocurra golpear la puerta, de entrada, a la
felicidad de
mi corazón castigado por las mentiras, las traiciones y el
desamor.
Tapiada su entrada, prohibido su paso, sólo la sangre invade
mis
venas, sólo la vida en ella habita…
Y cuando el recuerdo, que es mucho e ingrato, despierta la
nostalgia,
de tu amor que cayó en el olvido; mi pecho esconde un
sollozo que
altera su ritmo y me acerca a la muerte…
¡ No lo intentes !
Créeme, vivo en forma sencilla y con la firme esperanza de
la felicidad
que volverá a mi alma y reinará, en mi, la alegría perdida.
Y si no volviera,
quiero que lo sepas: que no será necesario, que pierdas las
horas y el tiempo
recordando el amor inmenso que te brindé, ilusionado de tu
amor ingrato
que no comprendió mis lágrimas; que no fueron de tristezas,
sólo de mi
brotaban por creer que tu correspondías mi locura de amarte…
¡ No lo intentes !
No vuelvas a mi lado; mi alma está seca y como hojas en
otoño se perdió
en la distancia, hasta que el viento las arrastró al olvido.
Nada queda…
¡ No lo intentes !
Mario Beer-Sheva
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