domingo, 17 de octubre de 2010

"La ciencia es el alma de la prosperidad de las naciones y la fuente de vida de todo progreso"

La ciencia es el alma de la prosperidad de las naciones y la fuente de vida de todo progreso"
-- Louis Pasteur

Pocas organizaciones políticas y movimientos sediciosos tienen tanta influencia en la internet como Al Qaeda. Los terroristas islámicos creyeron encontrar un instrumento de ataque global por medio de la cibernética, y efectivamente tuvieron ciertos logros significativos por lo menos al comienzo de la aparición de los hackers.

Lo que no tomaron en cuenta es que así como ellos se consideraron hábiles en el manejo de la informática, Estados Unidos, Asia, Europa e Israel están más avanzados que los árabes en cuestiones de tecnología. Al fin y al cabo, el aporte árabe a la ciencia fue y es prácticamente nulo. Su logro histórico fue que un árabe inventó el álgebra. Hasta ahí llegó el genio de un individuo. La historia de que los árabes inventaron el cero, es mentira. El cero es una invención india.

Los científicos iraníes –que no son árabes, pero son sus primos hermanos- se encuentran dando tumbos, correteando como gallina sin cabeza, porque sus sistemas informáticos para construir su anhelada bomba nuclear han sido contaminados con un virus que dicen que fue producido por Israel. La maravilla del virus es que sigue reproduciéndose tomando distintas formas a medida que van descubriendo cómo detenerlo. Quien sea que lo inventó, logró sobrepasar la imaginación de las grandiosas luminarias persas.

El Stuxnet es un gusano cibernético que fue descubierto en Junio de 2010 por VirusBlokAda, una firma de seguridad de Bielorrusia. El travieso gusanito de forma sorpresiva se encuentra metido en el ultra secreto sistema nuclear de los ayatolas.

Los persas (iraníes) dicen que el virus es una creación norteamericana-israelí. Según el Ministro de Inteligencia iraní Heider Moslehi, está relacionado con la bíblica Reina Ester que se casó con el Rey Asuero de Persia y logró aplacar el complot urdido por su ministro Amán para destruir a los judíos.

El asunto es que Stuxnet, que vendría a ser la Reina Ester, ha contaminado 62.000 computadoras del gobierno iraní, y lo que creyeron que solucionarían en dos meses está causándoles más problemas de lo previsto, echando abajo sus proyectos de inaugurar la planta de energía atómica de Busherh en el tiempo planeado.

La singularidad de Stuxnet, es que no solo puede dañar los sistemas computacionales, sino que puede controlar sus establecimientos y producir un ataque físico real a sus propias instalaciones. El virus estudia sus objetivos, determinando en qué sistema se ha infiltrado, antes de decidir si debe atacar o no. Por el momento, ha ingresado a sistemas que controlan infraestructura física crítica, que era la más difícil de destruir por medios convencionales puesto que se encuentra a cientos de metros bajo tierra.

La estupidez de los árabes es una constante que debería ser estudiada como ley física en las facultades de Ciencias Políticas. Pensar que pueblos milenariamente atrasados, puedan competir tecnológicamente con el primer mundo, es para decir lo menos, simplemente absurdo. Individuos que no pueden fabricar un teléfono, ni un televisor, que nunca inventaron nada, quieren destruir Occidente.

La genialidad de los que crearon el Stuxnet es el inicio de la guerra de Ciencia Ficción. No hay necesidad de enviar soldados, no hay que bombardear poblaciones. Basta con meter un gusanito en el sistema cibernético de los enemigos y hacer que sus propias armas los vuelen en pedazos.
JOSE BRECHNER

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