jueves, 22 de noviembre de 2012
La incierta tregua entre Israel y Hamas
La incierta tregua entre Israel y Hamas
Después de ocho días de intensos combates entre Israel y los extremistas radicales de Hamas y, no obstante el sangriento atentado terrorista del 21 de noviembre en Tel Aviv contra un ómnibus de pasajeros que circulaba por la calle Shaul Hamelech que dejó 28 heridos, un par de ellos de gravedad y el resto de distinta consideración -perpetrado según un testigo cuando un hombre colocó un paquete en uno de los asientos y salió del autobús, otro afirmó que el paquete fue arrojado al bus a través de una ventana- Israel, al aceptar la entrada en vigor de un alto fuego con Hamas, anunciado en El Cairo para las 21 horas del miércoles por el canciller de Egipto Mohamed Amr en forma conjunta con la Secretaria de Estado de EE.UU. Hillary Clinton en una conferencia de prensa, repite el error que cometió hace cuatro años cuando cedió a la presión internacional y no culminó la Operación Plomo Fundido, concebida para defender a su población y acabar con la infraestructura terrorista en Gaza.
En aquella época, como recuerda en su artículo Tzvi Ben Gedalyahu en Arutz Sheva, el gobierno de Ehud Olmert había dicho que a partir del 18 de enero de 2009 “en primer lugar un alto el fuego se ha declarado. Si Hamas deja de disparar cohetes, Israel retira sus fuerzas de la Franja de Gaza. Si el lanzamiento de cohetes se reanuda, entonces el ejército israelí retomará las acciones, esta vez con el respaldo internacional obtenido por haber intentado una tregua”. El portavoz de Hamas Farzi Barhoum dijo en ese momento: “El ocupante debe detener su fuego de inmediato y retirarse de nuestra tierra y levantar el bloqueo y abrir todos los cruces y no vamos a aceptar ningún soldado sionista en nuestra tierra, sin importar el precio que cueste.” Hamas y la Jihad Islámica declararon entonces que iban a detener los ataques de misiles y cohetes, y el ejército israelí retiró sus tropas tres días después. Así, pues, 48 horas después del alto el fuego, los residentes de un kibutz cerca de Gaza se pusieron a cubierto cuando una sirena Código Rojo advirtió de un ataque con cohetes. Oyeron una explosión, no hubo heridos, pero el gobierno negó que hubiese habido un ataque. A la semana de ese incidente, se registró la explosión de una bomba en la carretera y un ataque con granada propulsada por un cohete mató a un soldado e hirió a otros tres. El 28 de enero de 2009, Hamas disparó un misil en Sderot y repitió un ataque similar al día siguiente. El jefe del Consejo Regional de Eshkol, Chaim Lin dijo a los periodistas tras la agresión: “Este es el primer cohete desde que el alto el fuego comenzó. Esperamos que el gobierno israelí no sea arrastrado a una política de contención, y que responda con fuerza para preservar la seguridad de los residentes”. Dos días más tarde, la inacción de Israel, motivó que Hamas disparase un cohete Grad en el sur de Ashkelon por la mañana, siendo la tercera ocasión, sin incluir los disparos de morteros, en la que el grupo terrorista había golpeado el sur de Israel desde que Hamas anunció la aceptación del alto el fuego. Preanunciando una conducta desacertada que mantendría por mucho tiempo, a diferencia de anteriores violaciones a la tregua, Israel no tomó represalias. Como consecuencia de esa falta de firmeza, desde el alto el fuego que marcó el final de la Operación Plomo Fundido, Hamas y otros grupos terroristas islámicos han atacado a Israel con más de 1.000 misiles, cohetes y proyectiles de mortero, sin incluir los centenares que han sido lanzados desde el inicio de la Operación Columna de Nube la semana pasada.
Binyamin Netanyahu, quien luego de escuchar la recomendación de Obama, aceptó la sugerencia de darle una chance a la propuesta egipcia de cese del fuego, y de esta manera “dar una oportunidad para estabilizar la situación y la calma antes de que se precise actuar con mayor fuerza”, confirma el dicho que el hombre es el único animal capaz de tropezar dos veces con la misma piedra, ya que su gobierno de derecha procede de la misma manera ingenua y equivocada que su antecesor de izquierda que encabezaba Ehud Olmert, defraudando a más de un millón de israelíes que buscan una solución definitiva y pretenden vivir en paz y no ser objeto constante de ataques con misiles que amenazan sus vidas y afectan la normalidad y calidad de la misma.
Las encuestas realizadas por el Centro Israelí para la Formación Política (ICPT), demostraban que el 85% de la población creía que la operación contra Hamas era una decisión acertada y que esperaba que terminara con un resultado positivo para Israel. Casi la mitad de los israelíes estaba a favor de continuar la campaña, incluso si conducía a una operación terrestre. Sólo el 26% de los israelíes preferían ver un cese al fuego puesto en marcha tan pronto como fuera posible. Alrededor de la mitad de los encuestados dijo que estaba dispuesto a posponer las próximas elecciones a causa de la operación.
Extrañamente se produjo un inusual consenso de los partidos políticos que están a la derecha del primer ministro Binyamin Netanyahu y la izquierda (salvo Meretz y el partido Laborista) que se pronunciaron en contra del cese del fuego la noche del miércoles. “Los objetivos de la operación no fueron alcanzados, y la próxima ronda es sólo una cuestión de tiempo, dijo el líder de la oposición, Shaul Mofaz (Kadima). Hamas se hizo más fuerte y no se ganó en disuasión”. El presidente de Unión Nacional, Uri Ariel, dijo que “la tregua es una bochornosa capitulación” y que “los vecinos de Israel se sienten traicionados y saben que van a tener que experimentar la indecisión del gobierno en su propia carne”. También se manifestó crítico del acuerdo el diputado Yair Lapid de Yesh Atid (Hay futuro) quien dijo que “La tregua llega en el peor momento posible y antes de que los objetivos fijados por el mismo gobierno se hayan logrado”.
Hamas, quien sufrió la pérdida de varios comandantes militares, la muerte de más de 100 terroristas y cuantiosos daños en su infraestructura del terror, fiel a la política de engaño que tiene con sus ciudadanos, declaró la inexistente victoria que fue celebrada por los habitantes de Gaza con disparos al aire. Khaled Mashaal, el jefe de la organización terrorista, anunció en una conferencia de prensa en un hotel de El Cairo la tarde el miércoles que Israel “ha fracasado en todos sus objetivos” en la Operación Columna de Nube, tras el anuncio de alto el fuego. “Después de ocho días, Alá extendió su mano la mano a la gente de Gaza, y se vieron obligados a someterse a las condiciones de la resistencia.” Mashaal también agradeció el alto el fuego al mediador Egipto, así como a Irán, de quien dijo que “tenía un papel en el armado de Hamas durante el conflicto”.
Confirmando la naturaleza traicionera de los palestinos, y dándole la razón a los que descreen de la perdurabilidad de la tregua lograda fundamentalmente por presión de EE.UU. y con la incomprensible mediación de Egipto que está bajo la férula de la Hermandad Musulmana, dos horas después de las 21 horas, el horario en que entró en vigencia la tregua, más de veinte misiles fueron lanzados por Hamas desde Gaza a Israel y las escuelas del sur del país judío permanecerán cerradas el día jueves.
Rubén Kaplan
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