domingo, 25 de noviembre de 2012
Precario alto el fuego logrado por mediación de Egipto
Ayer casi a las 21 hs. el Primer Ministro, Benjamín Netanyahu se dirigía al país, en rueda presa, y confirmaba lo manifestado horas antes por la Secretaria de Estado de los Estados Unidos en El Cairo. Se había logrado una tregua entre Israel y Hamás y la suspensión de hostilidades a partir de esa hora.
A la derecha del P.M, como no podía ser de otra forma se encontraba el nuevo aliado de éste, el Ministro de RR.EE. Avigdor Lieberman y a su izquierda, tal vez recordando su llegada al gobierno apoyado por el partido Avodá, el Ministro de Defensa Ehud Barak.
Bibi se dirigió a la población e indicó que había ordenado que se suspendan las tareas que venía desarrollando el Ejército de Defensa de Israel por 24 o 48 hs, y bajo esas condiciones se sentarían para discutir las bases del acuerdo. Nada estaba fijado. Sólo el alto el fuego. Se lo notaba un tanto tensionado. Se movía constantemente y su sonrisa característica no afloraba en su rostro. Seguramente se sentía mucho más cómodo hablando en inglés en la Cámara de Representes de los EE.UU. donde cualquier palabra por él dicha sería aplaudida incondicionalmente.
Lo más llamativo de su mensaje, y tal vez lo más positivo, fue su agradecimiento público al Presidente de los Estados Unidos, Barak Obama al que reconoció que actuó activamente para lograr la suspensión de las hostilidades. Es de esperar que este gratificante mensaje sea el preludio de una muy buena relación entre ambos mandatarios, que parecía un tanto deteriorada.
Luego dio su mensaje el Ministro de Defensa en donde elogió la tarea de las fuerzas a sus órdenes y los jefes de las mismas. Nos proporcionó una interesante cantidad de cifras. Cuanto misiles nos arrojaron, cuantos hicieron blanco, cuantos fueron abatidos en el aire, cuantos objetivos bombardeo la aviación de nuestro país. Lo que no dijo, y tal vez lo más importante, es cuantos meses (o tal vez días) pasarán hasta que desde la Franja vuelvan a hacer imposible la vida de nuestros conciudadanos en el sur.
El Ministro de RR.EE. fue sobrio y agradeció la participación y las palabras de apoyo de las principales países del mundo capitalista.
Del otro lado de la frontera se vivió otra historia. Los lugareños salieron a festejar “lo que ellos entienden como su victoria”. Las fotos con palestinos haciendo la letra V con sus dedos se ven hoy en todos las primeras hojas de los periódicos. No nos queda claro que triunfo, pero sin duda la alegría era que ellos sabían a ciencia cierta que Israel cumpliría con la tregua y por fin iban a poder tener una noche en paz.
Khaled Meshaal, líder de Hamás en el exilio también manifestó que ésta institución ha logrado todos sus objetivos y que se consideraba muy satisfecho con los resultados conseguidos.
A esta altura de los acontecimientos parecería que la agrupación ya da todo por terminado e Israel no volverá a tener interlocutor válido. Estados Unidos y por lógica, Egipto como brazo ejecutor deben obligar a las partes a sentarse frente a una mesa de negociaciones poner todas las cartas sobre la mesa.
Hamás es considerada una agrupación terrorista por el Departamento de Estado de los Estados Unidos, un grupo proscrito por el Reino Unido
y como grupo terrorista por la Política exterior de la Unión Europea (ver Wilkipedia), por tal motivo sólo puede dialogar con Egipto. Este será el interlocutor entre sus líderes y el Gobierno de Israel. Sin duda no será fácil la problemática. Lo peor que puede ocurrir es que todo quede como está Que los muertos, momentos de terror vividos y daños materiales no hayan servido para nada y que pronto todo vuelva a comenzar.
Si los Estados Unidos presiona lo suficiente a Egipto y estos a su vez a sus nuevos hermanos de Hamás podría lograrse un alto el fuego por largo plazo que redundará en una mejor forma de vida para los palestinos y una mayor tranquilidad para Israel.
Con la Franja de Gaza y Hamás no hay problemas territoriales que dilucidar. La frontera está claramente determinada. Lo único que quedaría por entender es que Israel existe. Llegó para quedarse y seguirá por siempre. Los habitantes de Gaza deben tratar de comprender esa situación. Sus líderes en vez de educar con odios y mentiras deben dedicar sus esfuerzos a la educación de los cientos de miles de niños que ahí habitan. Trabajar para mejorar sus condiciones de vida y vivir en paz con Israel. Todos seremos beneficiados.
El odio solo engendra violencia, terror, desolación. El fanatismo debe desaparecer. Puede ser utópico, pero es lindo soñar,
Cr. Víctor Vaisman
vaisman4@hotmail.com
Valora este artículo