domingo, 25 de noviembre de 2012
Todo pasa por Egipto
Nuevamente el horror de la guerra. Nuevamente sirenas, bombas, civiles enrolados de apuro. Nuevamente padres que deben abandonar provisoriamente a sus hijos, esposas, progenitores. La locura falangista no conoce treguas. Sólo entiende con rigor.
Como si fuese una película que se repite estamos otra vez igual que en diciembre de 2008, el Gobierno de Israel, cansado de recibir proyectiles que imposibilita la vida normal de los ciudadanos del sur del país decide contratacar.
Estamos viviendo una cinta que ya vimos, y que lamentablemente volveremos a vivir.
Estoy escribiendo estas líneas en horas de la tarde del martes 20 de noviembre. Debo entregar la misma a gráfica ya. Escribo sabiendo que tal vez cuando llegue a los lectores, nada sea vigente, que la situación pudo haber cambiado radicalmente. Pero igual me siento frente al teclado y espero expresar, sin apasionamientos, en la forma más racional posible, lo que siento.
En la operación Plomo Fundido, Israel propinó un terrible castigo a los terroristas de Hamás. Luego de ingresar a la Franja de Gaza, el Ejército de Defensa de Israel destruyó miles de cohetes y dispositivos de guerra y neutralizó docenas de lugares de lanzamientos de proyectiles. La intervención se suspendió por la fuerte presión internacional y no se llegó al final del problema.
Cuando un mal no se lo extermina de raíz, vuelve a crecer. Y esto sucedió en la Franja de Gaza. Y en pocos meses, volvieron a caer proyectiles de diverso calibre en tierras de Israel. ¿Cómo fue posible esto? Muy fácil. Los terroristas de Hamas y del Yihad Islámico, así como grupos menores se surten desde el exterior y contrabandean todo el material bélico necesario, a través de los túneles construidos desde Egipto.
Este país, con el cual tenemos firmado un tratado de paz, permite sin ningún desparpajo, que desde la Península del Sinaí se aprovisione a los grupos terroristas. Esa es la única y cruel verdad. Si los egipcios no serían tan permeables y complacientes, todo esto no volvería a ocurrir en tan corto plazo.
Debemos reconocer que esto no es nuevo. No es consecuencia de la llegada al poder de los Hermanos Musulmanes. Esto ocurría también en la época del derrocado presidente Mubarak.
Se esta hablando de un alto el fuego. Los milicianos palestinos, envalentonados por poder arrojar más de mil cohetes en menos de una semana y llegar a Gush Dan y Jerusalén, se consideran vencedores. Para el alto el fuego solicitan
a) que se eliminen los “asesinatos colectivos” a sus líderes
b) se finalice con el bloqueo y puedan tener fronteras abiertas
c) que se les autorice a tener un puerto franco donde arriben barcos con mercancía y sus navíos puedan salir libremente a “pescar”
Como puede verse lo primero que les importa a sus líderes es asegurarse su buen vivir. El resto no importa tanto. Los otros pedidos se relacionan con el blanqueo de lo que ya hacen con la complacencia de Egipto.
No es mucho lo que han pedido. Podían haber agregado que viaje a Gaza Bar Rafaeli para posar en fotos con sus líderes o que Macabi Tel Aviv, luzca en sus casacas, en lugar de la palabra Electra, el slogan Palestina Libre. Por pedir, pedir se puede.
Israel exige para suspender los ataques:
a) un alto el fuego por 15 años
b) control absoluto de todos los grupos menores y que no arrojen a suelo israelí proyectil alguno
c) libertad para realizar actividades de defensa preventivas en caso de determinar un ataque cierto
d) garantía absoluta de este tratado de Egipto y en forma personal de su presidente, Mohamed Mursi.
Parecería que se le está dando a los ratones, la posibilidad de cuidar el queso.
Sin duda las diferencias son muchas y difíciles de conciliar.
Mientras esto sucede el mundo en general no da demasiada importancia a estos acontecimientos. Sólo declaraciones. Barak Obama, sin duda presionado por la fuerza del lobby en su partido, manifiesta que Israel tiene todo el derecho de defenderse, pero aconseja no invadir y firmar una tregua. No aclara con quien y bajo que condiciones. La Unión Europea envía a su delegado, Blair, para lograr no se sabe que. También nos visitan los ministros de Alemania, Francia, y alguno que otro más y todos solicitan moderación. No vaya a ser que ahora aumente el precio del petróleo justo cuando comienza el invierno.
Para hoy, se aguarda la llegada del Secretario General de las Naciones Unidas. Ban Ki-moon, Este hasta la fecha ha demostrado que no es capaz de lograr la paz ni entre mis nietos de 2 y 4 años cuando se pelean por un juguete.
Sin duda la solución pasa por ingresar a territorio enemigo y realizar la limpieza que se considere necesaria. Por primera vez coincido plenamente con nuestro ministro de RR.EE., Avigdor Lieberman, “si se ingresa a Gaza hay que ir hasta el final”.
Digo esto desde la preocupación de tener un hijo, que ha sido convocado por el ejército y que se encuentra en zona de batalla. La Paz se logra contra estos
falangistas, sólo pasando por la Guerra.
Costará muchas vidas, pero si el Ejército de Defensa de Israel considera que la operación es factible, se debe iniciar. El ingreso debe ser calculado y sin duda se deberá buscar que no haya víctimas civiles, o lo menos posible, pero si no se corta de raíz, el problema, volverá a surgir. El corte definitivo es por el sur. Se deben terminar y eliminar todos los túneles de aprovisionamiento desde Egipto. La zona de Rafiaj debe quedar imposibilitada de suministrar nuevas armas, porque por cada proyectil que envían, entran dos vía Egipto. El movimiento de pinzas es lo aconsejable para atacar las fuentes de disparo y no permitir nuevos aprovisionamientos.
El alto el fuego se puede lograr bajo el patrocinio de Egipto. Todo pasa por Egipto. Pero eso significa además, que este país no permita el contrabando de armas y elementos de ataque. Si las armas no llegan desde la Península de Sinaí, no pueden llegar. Por el mar no llegan, de la frontera de Israel tampoco. Se deben clausurar a cal y canto los 11 km. que limitan la Franja con Egipto. De esa forma habrá un alto el fuego y los palestinos y los habitantes del sur de Israel podrán vivir con tranquilidad.
Y como esta película ya la vi, puedo anticipar que sería un buen negocio ir fletando navíos para que los inofensivos turcos y algún izquierdista trasnochado de Europa puedan viajar a prestar ayuda a los pobres y sufridos palestinos.
Cr. Víctor Vaisman
vaisman4@hotmail.com