miércoles, 13 de marzo de 2013

Polémica por la nueva línea de autobuses para trabajadores palestinos a Israel

Trabajadores palestinos cogen el autobús en Kalkilia.| Afp "La razón de este servicio es la presión de los colonos para que no estemos en los autobuses que usan pero si funciona bien me ahorrará tiempo y dinero", confiesa Ahmed, un trabajador palestino de una aldea del norte de Cisjordania sobre la nueva iniciativa de la compañía Afikim. Con el amparo del ministerio israelí de Transportes, ha activado a partir de hoy dos líneas de autobuses destinadas a los obreros palestinos de Cisjordania que entran a Israel. Ante las criticas de ONGs israelíes que lo definen como "autobús de segregación al separar a palestinos e israelíes en Cisjordania", el ministro de Transportes, Israel Katz, ha salido al paso para responder: "Los palestinos que entran a Israel pueden seguir usando todas las líneas de transporte incluyendo las existentes. He ordenado que se verifique su cumplimiento y se garantice que puedan subirse en todos los autobuses de Judea y Samaria (Cisjordania)". En su ministerio indican que el nuevo servicio beneficia al usuario palestino en su viaje a Israel ya que reemplazará las empresas ilegales que cobran altas tarifas. "No se trata de una línea exclusivamente para los palestinos sino de dos destinadas a mejorar desde el paso de Eyal el servicio de los trabajadores palestinos. El ministerio no tiene la potestad de evitar que un pasajero viaje en una línea pública. Este servicio se realiza en colaboración con los palestinos", dice el comunicado ministerial. Según algunos medios locales, la iniciativa es fruto de la presión de líderes de los asentamientos alegando motivos de seguridad. Desde hace meses, se han intensificado las quejas de colonos que denuncian que los organismos de seguridad no registran a los palestinos en los autobuses que usan. Asimismo, indican que están siempre llenos provocando fricciones y discusiones entre palestinos e israelíes. La ONG israelí B'Tselem lo define como "intolerable". "El intento de crear un autobús de segregación y separar israelíes de palestinos es repulsivo. El argumento de seguridad o de lucha contra el exceso de pasajeros no puede ser usado para camuflar una medida racista", ha afirmado la directora de la organización, Jessica Montell, a la emisora pública Kol Israel. La líder del partido de izquierdas, Zehava Gal-On, ha enviado hoy una carta al ministerio de Transportes exigiendo "la anulación inmediata de las líneas segregadas. Es una demostración más de que la ocupación en Cisjordania y democracia no pueden convivir". Asimismo acusa a Katz de "ceder a la presión de los colonos". En conversación con ELMUNDO.ES, varios empleados de Kalkilia calculan que la nueva línea les ahorrará unos 250 shekels (50 euros) al mes. Con todo, muchos deberán madrugar más para estar a tiempo al paso de control de Eyal donde llegan los autobuses. Ante el caos de la primera jornada, se prevé un aumento del número de vehículos de transporte y sobre todo su uso desde distintos puntos de Cisjordania. "Veremos lo que dura pero creo que la nueva línea de autobús reduce la tensión y la posibilidad de atentados. También beneficia a los palestinos que entrarán en Israel de forma más barata y ordenada", dice Haim Kalson, habitante judío del norte de Cisjordania. O como él lo llama, Judea y Samaria donde viven más de 350.000 colonos. Este territorio, ocupado por Israel en la guerra del 67, es clave para un acuerdo definitivo de paz. http://www.elmundo.es/elmundo/2013/03/04/internacional/1362421126.html