domingo, 31 de marzo de 2013

Alemania: Exposición de judíos crea polémica

Casi 70 años después del Holocausto, no hay un asunto más delicado en la sociedad alemana que el papel que desempeñan los judíos en ésta. Con menos de 200.000 judíos entre los 82 millones de habitantes del país, pocos alemanes nacidos después de la Segunda Guerra Mundial conocen algún judío o saben algo de ellos. Para ayudar a educar a las generaciones nacidas tras la guerra, una exposición que permanecerá abierta hasta agosto incluye a una persona judía que se sienta dentro de una caja de cristal por dos horas al día, en las que responde a las preguntas de los visitantes sobre los judíos y su cultura. En la base de la caja está escrita la pregunta, «¿todavía hay judíos en Alemania?». «Muchos de nuestros visitantes no conocen a ningún judío y tienen preguntas que quieren hacer», dijo la funcionaria del Museo Judío, Tina Luedecke. «Con esta exposición le damos una oportunidad a la gente para conocer más de los judíos y de su cultura». Pero no todos creen que poner a un judío en exhibición es la mejor manera de crear entendimiento y respeto mutuo. La exposición titulada «La verdad total, todo lo que quería saber de los judíos» se inauguró este mes. Desde entonces, «El judío en la caja», como le dice la gente a la pieza, fue objeto de críticas de la comunidad judía, especialmente en Berlín donde los nazis organizaron la Shoá. «Por qué no le dan un dulce y un vaso con agua, le suben la temperatura y hacen que el judío se sienta a gusto en su caja de cristal», dijo provocativamente Stephan Kramer, uno de los directivos de la comunidad judía de la capital alemana. La exposición recuerda al asesino nazi, Adolf Eichmann, sentado en una cabina de cristal durante su juicio de 1961 en Jerusalén, el cual llevó a su ejecución. Y es mucho más provocadora que la pieza de la actriz británica Tilda Swinton, durmiendo en una caja de cristal en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Erán Levy, un israelí que vivió en Berlín por años, se sintió horrorizado ante la idea de presentar a un judío como una pieza de museo, incluso si es para responder las preguntas de los alemanes sobre los judíos. «Es algo horrible, completamente degradante y no ayuda para nada», afirmó. «El Museo Judío erró completamente si quería hacer algo para mejorar la relación entre los alemanes y los judíos», añadió. Pero varios de los voluntarios, incluyendo judíos alemanes e israelíes que residen en Berlín, dijeron que la experiencia en la caja es apenas distinta a lo que viven siendo judíos en el país de donde surgieron los nazis. «Ya que somos tan pocos inevitablemente nos sentimos como pieza de exhibición», indicó el voluntario Leeor Englander. «Si nos 'señalaron' como judíos siempre debemos ser los 'expertos' y responder todas las preguntas relacionadas a religión, Israel, Holocausto y demás», dijo irónicamente. La curadora del museo, Miriam Goldmann, dijo creer que la perspectiva provocativa de la exposición es la mejor manera de superar barreras emocionales y lidiar con un tema que sigue siendo doloroso para los judíos y los demás.