martes, 26 de marzo de 2013
cultura
**Rogaré**
Rogaré con todas mis fuerzas y con cada latido de mi corazón; rogaré, que hoy,
al amanecer, el sol se haga presente, dándole luz a las tinieblas para que ilumine
el nuevo día, que guíe nuestros pasos y que ellos sean seguros sobre la tierra a
caminar. Que el odio se esfumó con las tinieblas, que la envidia sea cosa perdida
en el pasado y que en nuestro rostro, como un tatuaje, brille la sonrisa que nos
regala la esperanza; la esperanza de un mundo mejor…
Rogaré, que la noche traiga el descanso, el silencio y la paz, esperando un nuevo día
para afrontar la vida, de nuevos amores, de viejas esperanzas, de buenos abrazos y
sinceros deseos…
Rogaré por los pueblos, que cesen sus guerras, que terminen sus ansias de poder y
dominio y sobretodo, que el hombre no explote al hombre y haya en el mundo un
equilibrio, entre los que pueden y los que no pueden; que como un abismo, ancho y
profundo, se ha dividido el mundo, tanto que unos no se ven con los otros…
Rogaré, fervientemente, para que mi ruego no caiga en el vacío de oídos sordos, de
palabras vanas y de ojos ciegos. Que mis palabras sean la voz de la concordia, el puente
que acerque, que una y no separe…
Rogaré en cada idioma, destruiré La Torre de Babel; y en el desierto y la montaña, mi voz
será escuchada, como en el campo y la ciudad, sembraré de ruegos el mundo…
¡ Y después … después descansaré !
Mario Beer-Sheva