miércoles, 16 de abril de 2014

CULTURA

                                 **Hasta El Fin De Nuestros Días**


Yo soy el dueño de tus desdichas, soy el culpable de tus lágrimas, soy el amo
de tus dolores, soy quien enturbia tus sueños y acorta tus días. Soy el maestro
quien te enseñó a amar y no recibir, gritar en silencio, llorar en la oscuridad.
Soy quien te quitó tu inocencia; para después abandonarte, en las manos, de la
suerte de la vida, mientras tu, en tu desdicha caminabas sin rumbo, sin timón,
afrontando tormentas y sinsabores en el mar del destino.
Verte por la calle cabizbaja y cargada de años; con tus ojos que no ríen y tu
boca que sólo sabe pedir una limosna para pasar el día.
Tuve lástima por ti; me maldije a mi mismo y en una ochava, me puse a llorar
como un niño.
Tu te alejaste sin verme y con tus pasos, lentos y vencidos, te perdiste entre la
gente y en ese momento, que quise seguirte, recordé el daño que te hice y
dejé que te alejes lentamente.
¿ Como puedo borrar mi actitud y pedirte perdón por el daño que te hice?
Pregunta que no tiene respuesta; respuesta que no aliviará mi tormento y en la
soledad, junto a mi conciencia, procuraré llorar para descargar mi pena y te
buscaré para pedirte perdón y rogarte que seas mi amante; que dejes que te
cuide, te proteja.
¡ Y así será hasta el fin de nuestras vidas !

Mario Beer-Sheva 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.