martes, 4 de septiembre de 2012

Cristianos entrampados mortalmente en Siria

Cristianos entrampados mortalmente en Siria Los cristianos y otras minorías religiosas están atrapados forzadamente en medio de la feroz lucha fraticida que azota a la República Árabe Siria y lleva causada cerca de veinte mil muertos, entre ellos gran porcentaje de mujeres y niños. El régimen dictatorial que preside Bashar Al-Assad respaldado por Rusia e Irán y sus opositores islamistas, apoyados por el presidente de EE.UU. Barak Obama y otros aliados occidentales, compiten en crueldad y salvajismo asesinándose recíprocamente. Inocentes civiles cristianos y drusos fueron objeto el 28 de agosto de un sangriento atentado terrorista en el área de Jaramana, un suburbio de Damasco. Un cable de la Agencia cristiana Fides dice que a las 2 PM del último martes, un coche bomba fue detonado en medio de una multitud de fieles, familias, personas mayores, mujeres y niños que se dirigían consternados al cementerio para enterrar a dos jóvenes que habían muerto el día anterior, también víctimas de un IED (dispositivos explosivos improvisados, en su sigla en inglés). Mientras la multitud, después del funeral acompañaba a los difuntos al cementerio, un taxi explotó causando 12 muertes (según otras fuentes 27), incluidos 5 niños, e hiriendo a más de 50 personas. En Jaramana viven cerca de 600 mil personas, en su mayoría pertenecientes a las minorías religiosas: hay 250 mil cristianos (asirios, armenios, caldeos, melquitas, las denominaciones ortodoxas y otros), así como drusos y aproximadamente 120 mil refugiados iraquíes que huyeron a Siria en los últimos años. El ataque a los cristianos y otras minorías religiosas, una constante en el Islam, no respetó siquiera al Arzobispo Metropolitano de Aleppo, su excelencia Monseñor Jean-Clément Jeanbart. Su residencia fue asaltada y saqueada durante los enfrentamientos entre jihadistas y tropas leales. El arzobispo, su vicario y algunos sacerdotes huyeron unas horas antes del episodio, que ocurrió el jueves pasado, y se refugiaron en la casa de los franciscanos en Alepo. En los días siguientes, cuando los militares retomaron el control de la situación, el Monseñor Vicario Jeanbat fue capaz de volver a su sede, y señaló que las puertas habían sido forzadas y había diferentes objetos perdidos, como un ordenador y proyector. En marzo de 2012, un Pastor de la Alianza en Siria denunció que grupos islámicos asesinaron a más de 200 cristianos en la ciudad de Homs, incluyendo a familias enteras con niños pequeños. Las bandas también secuestraban a cristianos y pedían elevados rescates por su liberación. En dos casos, añadió el pastor, los familiares de las víctimas, después de abonar lo exigido, encontraron los cadáveres de los raptados. También los forajidos se apoderan de las viviendas de los ultimados y las ocupan con sus familias. Grupos islámicos radicales, en las filas de los revolucionarios, están sembrando el terror entre la población civil en Damasco. Los más perjudicados son los considerados leales al régimen de Bashar al Assad. Entre las víctimas, también hay cristianos en el barrio de Bab Touma y los refugiados iraquíes que ocupaban los suburbios de Oujaira Zanaim y Sada. El grupo rebelde islamista “Liwa al-Islam” (“La Brigada del Islam”), que recientemente se ha adjudicado la responsabilidad por el asesinato de generales de alto rango del gobierno de Assad, en julio pasado ha asesinado a una familia cristiana entera en Bab Touma. Entre los fieles del lugar, hubo una gran aflicción e indignación por el asalto a civiles indefensos. Los jihadistas de “Liwa al-Islam” bloquearon el coche de un cristiano, Nabil Zoreb, un oficial civil, obligándolo a bajarse del coche con su esposa Violet y sus dos hijos, George y Jimmy, matándolos a todos a quemarropa. Los integrantes del grupo son muy activos, especialmente en la región de Duma y otras áreas al este de Damasco, donde están perpetrando más crímenes. Además, en el sureste de Damasco, los combatientes islamitas del grupo “Jehad al Nosra”, cercano a la Hermandad Musulmana, han atacado las casas de los refugiados iraquíes, saqueándolas, quemándolas y obligando a sus ocupantes a escapar. Según los refugiados iraquíes, “bandas de terroristas musulmanes nos han atacado y perseguido”. La mayor parte de las hordas criminales que operan en el sureste de Damasco, se consideran cercanas a la Hermandad Musulmana, mientras que los miembros del grupo “Liwa al-Islam” son de ideología wahabita. Como comunican fuentes de Fides en Damasco, los cristianos en los suburbios de Jaramana (sur-oeste de Damasco) y Zamalka (Sur-Este de la ciudad) se encuentran bajo la presión de los grupos armados jihadistas y están aterrorizados. En Zamalka una familia de cristianos armenios ha sido encontrada asesinada, y todos los miembros de la familia decapitados horriblemente. La ejecución trae a la mente la obra de radicales islamistas salafistas. Estos actos, que afectan a personas inocentes, han generado la ira y la confusión en la comunidad cristiana. Un líder de la comunidad católica latina de Damasco, que pidió el anonimato, dijo a Fides: “se trata de actos terroristas: no sabemos quién está detrás, ciertamente se trata de grupos que quieren destruir a Siria. Bandas armadas de jihadistas han comenzado a sembrar el terror. El punto es que, incluso en Occidente, los cristianos son retratados a menudo como amigos del régimen o colaboradores de la represión, pero no es así. Los cristianos están con el pueblo sirio y sólo quieren la paz. Pero esta propaganda da a los grupos terroristas infiltrados entre los rebeldes, un pretexto para atacarnos”. Es una grave incuria que la crítica situación que atraviesan los cristianos en los países islámicos, que está lejos de ser novedosa, no haya sido denunciada el 10 de octubre de 2010 en ocasión de reunirse el primer Sínodo de la historia de los Obispos de Medio Oriente, convocado en el Vaticano por el Papa Benedicto XVI para discutir los ataques a la Iglesia Católica y a sus feligreses en tierras musulmanas. Rubén Kaplan http://www.rkpress.com.ar/