"Esta es una zona fascinante. Somos conscientes de las tensiones en Oriente Medio, motivo de gran preocupación en Brasil. Ustedes van a ver a mi país con más peso en la región, por su importancia económica", afirmó Antonio Patriota, al frente del Itamaraty (Ministerio de Asuntos Exteriores) desde enero del 2011, que busca nuevas fórmulas para contribuir al diálogo árabe israelí.
"No formamos parte de los círculos más estrechos de poder o del quinteto del Consejo de Seguridad. Aun así creo que existe un espacio para que Brasil actúe. Algunas de las personas a las que oí en Israel, muy valientes, dicen que quieren la paz y trabajar con los palestinos. Son un ejemplo", recalca Patriota.
Casado con una diplomática brasileña de origen judío sefardí, el ministro tiene parientes y amigos de infancia en Israel. "Somos la sexta potencia económica mundial, pero este año nuestro crecimiento es menor que el israelí. Las perspectivas para 2013 serán mejores", dijo el político. En los últimos 10 años los intercambios comerciales entre Israel y Brasil se triplicaron, alcanzando 1.075 millones de euros en el 2011.
El Gobierno palestino le ha pedido ayuda para lograr su aceptación en la ONU...
Si. Nos lo pidieron y ya empecé a trabajar en ese sentido. El reconocimiento brasileño de Palestina como Estado fue en diciembre del 2010 y hoy ha sido la primera vez que un ministro de mi país ha ido a Palestina desde esa decisión. Eso y otros contactos en la región nos permiten actuar con un mayor conocimiento de causa, sin ignorar la complejidad del tema pero sin dejarnos inmovilizar por la frustración que ha conllevado esa situación de impasse. La iniciativa en la ONU sobre Palestina les permitirá tener acceso a organizaciones internacionales... Palestina debe trabajar más para obtener apoyo en la Unión Europea.
¿Se va más optimista o más pesimista? ¿Hay expectativas de algún acuerdo de paz?
La opción de no llegar a un acuerdo no existe. Yo me voy optimista por los contactos que mantuve con distintos actores que veo que se sacrifican por la paz, que siguen con un idealismo humanista y que tienen una alta expectativa sobre aquello en que Israel puede contribuir. Ahora se precisa encontrar la manera de dar pasos eficaces, asentados en un acuerdo de dos estados, con fronteras basadas en las de antes de la guerra de 1967. Aquí es frecuente creer que no son necesarias ideas nuevas. Incluso el presidente palestino me dijo: "Todo el mundo ya sabe, más o menos, en que consistirá el acuerdo". Se trata de las fronteras del 1967, con intercambio de territorios, acuerdos sobre refugiados, la cuestión de Jerusalén. Lo que falta es la voluntad política, la movilización política.
Es en marcos como estos en los que Brasil puede actuar. Hay momentos en los que uno se siente descorazonado por actitudes de rigidez mental, de falta de sensibilidad con relación al sufrimiento ajeno, por la falta de decisión política de impulsar procesos con resultados a corto plazo.
Usted dijo al Gobierno de Israel que Brasil se opone a un ataque militar contra las instalaciones nucleares iraníes...
Expresé el repudio a cualquier acción militar unilateral que no sea, en legítima defensa o una acción que no haya sido autorizada por el Consejo de Seguridad. Las demás hipótesis no se contemplan en la carta de la ONU y forman parte de un ideario "excepcional" y que no debe tener lugar a día de hoy. El mejor ejemplo es la frase según la cual EE.UU. seguirá las pautas de la ONU si es posible, pero actuará por su propia cuenta cuando sea necesario.
En Ramala nos dijeron que vieron muchas delegaciones europeas y norteamericanas yendo y viniendo...
Encontré personas que son un ejemplo, personas que perdieron hijos en este conflicto trágico, y que en vez de odiar, buscan relaciones con personas que pasaron traumas semejantes del otro bando. También encontré personas con visiones muy rígidas e, incluso, llenas de perjuicios y que son contrarias a lo que nos gustaría que ocurra. Hay de todo.noti olei
