miércoles, 31 de octubre de 2012
**Médico Especialista**
Padre: escúcheme con atención, he decidido abrazar la profesión de ser escritor
y escribir poemas que alivien la pena y cuiden la razón.
Usted quería que yo sea médico y médico seré; pero curaré el alma, sanaré al que
sufre de amor, quitaré las espinas que confunden al corazón, dejaré que el aire,
de los pulmones, respiren libremente gracias al amor, transformaré el llanto en
risa, recetaré besos dulces, dados con pasión y finalmente, mis enfermos sanarán
y una nueva vida al mundo traerán.
Aprenderé a repartir amor, como un remedio contra todo mal; el rencor morirá, el odio
no tendrá donde posar, la envidia será cosa del pasado y las fronteras, no existirán.
¡ Para que fronteras ¡ El amor será una plaga, que como langosta, en todos lados estará,
entrará en la vida de todos aquellos, que amor necesitan y entre besos y carisias, sanará
al enfermo, quitará edad a los viejos y educará a los que vendrán.
Padre: déjeme ser poeta, usar mi pluma, con valentía y educación y quizás, pasar a la
historia, como el médico que salvo vidas, mató a la guerra y fundó la paz.
Quiero curar a los enfermos que sus cuerpos padecen, el amor rechazado, el insomnio
que sin descanso les impide la paz de la noche y espera el día, para volver a sufrir.
Seré poeta, si usted me lo permite y estará orgulloso por mujeres y hombres, que salvaré
de la soledad, la amargura y el abandono, la depresión o la muerte final.
Padre: le pido su bendición y que me permita seguir este camino, repartiendo la dicha y
enseñando el amor…
*Hijo tienes mi bendición, como ves las lágrimas corren por mis mejillas. Tus palabras
ya viven en mi interior*
Mario Beer-Sheva